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Si quieres picotear, mejor algo sano

06 mayo 2020
si vas a picotetar, elige algo sano

Tanto tiempo confinados en casa, el aburrimiento y la ansiedad crecientes nos llevan a picar a todas horas. Antes de caer en la tentación, ten preparada una batería de caprichos saludables con los que saciar el antojo y no sentirte mal después.

Durante el confinamiento por el coronavirus, nuestros hábitos en alimentación han ido cambiando. Según la encuesta de OCU que realizamos a los consumidores españoles a finales de abril, el 37% de los encuestados afirma comer más que antes. El 20% declara que ahora come de manera más saludable, tal vez por tener más tiempo y ganas para cocinar, mientras que casi el mismo porcentaje de población (el 19%) confiesa lo contrario, su alimentación es ahora menos saludable. Lo cierto es que estar encerrado entre cuatro paredes hace difícil no caer en la tentación de comer entre horas patatas fritas, chocolate y dulces en general, esos llamados “alimentos indulgentes”.

Compramos más alimentos de capricho

De acuerdo a los datos del Análisis de consumo en el hogar del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la semana del 13 al 19 de abril los hogares españoles han estabilizado sus compras de alimentos en relación a las anteriores semanas de confinamiento. No obstante, el volumen de compras sigue siendo mucho mayor al registrado en 2019 (experimenta una subida del 50,6% en relación a la misma semana de 2019, fechas que incluyen la Semana Santa, habitualmente de menos consumo en el hogar).

Si bien en un primer momento la cesta de la compra se llenó de productos de primera necesidad, la tendencia ha cambiado según avanza el confinamiento. En nuestras cestas aparecen productos que habitualmente se consumen en bares y restaurantes, como cerveza, vino, bebidas refrescantes y bebidas espirituosas. Pero también tienen más protagonismo el chocolate, los snacks y frutos secos: su venta ha aumentado considerablemente.

Comer para satisfacer las emociones

Comemos para saciar el hambre y bebemos para quitarnos la sed. Pero no son los únicos motivos. ¡Cuántas veces lo hacemos para canalizar la ansiedad, el estrés o el aburrimiento! Un atracón de helado, un paquete de galletas que se acaba en un abrir y cerrar de ojos, un refresco acompañado de un cuenco lleno de patatas fritas… casi sin darnos cuenta comemos más cantidad, o más rápido, esos alimentos que creemos que nos hacen sentir mejor. Es una forma inmediata y barata de consentirnos un poco cuando nuestro estado de ánimo flaquea.

Probablemente el confinamiento y las preocupaciones no son los mejores aliados para el autocontrol. Está bien saberlo y prepararnos para los momentos en que tengamos un antojo. ¿Cómo? Buscando el equilibrio entre comer sano y satisfacer nuestro deseo. Ten en la recámara una lista de alimentos “saludables” e “indulgentes” que te sirvan para pecar sin que luego te remuerda la conciencia.

Si tienes antojo de algo salado

hummus con crudités para picar algo salado

  • Encurtidos (pepinillos, cebolletas, banderillas en vinagre…) son una opción sana y ligera.
  • Aceitunas mejor que patatas fritas. Las verdes son algo menos calóricas que las negras (140 kcal frente a las 170 kcal que aportan las negras). Y recuerda que los chips de vegetales son tan grasos y salados como las patatas fritas
  • Los frutos secos contienen muchos minerales y proteínas. Mejor elige los que no lleven sal añadida, y los crudos o solo tostados frente a los fritos.
  • Hummus, guacamole… puedes comprar cremas para untar vegetales pero también experimentar y hacerlos tú mismo. ¿Qué tal un hummus de lentejas o un untable de remolacha, por ejemplo? Si además sustituyes el pan por crudités de verdura (zanahoria, pepino, apio o pimiento crudos, lavados o pelados y cortados en bastones), reducirás el consumo de calorías.
  • Un clásico: los boquerones o anchoas en vinagre.
  • Salsa de yogur hecha en casa (con un poco de aceite, sal y comino) acompañada por crudités vegetales.
  • Brochetas de queso con tomate cherry.
  • Una opción gourmet: tabla de quesos con nueces, pasas, frutos secos…

Y si prefieres un capricho dulce

macedonia de frutas para picar algo dulce

  • Tunea un yogur natural con trocitos de las frutas que más te gusten.
    También puedes añadirle cereales o semillas si quieres hacerlo más contundente.
  • Macedonia de fruta o fruta cortada. Una opción rápida, a parte de las ricas frutas frescas, es tener en la nevera fruta ya pelada y partida. Por ejemplo, puedes dejarla preparada en un táper, o hacer una macedonia combinando la fruta que más te guste, e ir consumiéndola en pequeñas porciones cuando te entre la gula por algo dulce.
  • Fruta deshidratada o desecada. La oferta es muy amplia: desde los clásicos orejones y manzana hasta opciones más exóticas como papaya o piña. Se trata de una opción muy dulce debido a que tienen menos agua y sus azúcares quedan concentrados, por lo que mejor si eliges las que no están glaseadas o llevan azúcar añadido. Ten en cuenta que al tener una menor proporción de agua que las frutas frescas son también más calóricas.
  • Batidos naturales: solo de frutas o con leche. Si eres muy chocolatero, puedes añadir cacao puro en polvo; evitarás el exceso de azúcar que suelen tener los batidos industriales.
  • Banderillas o brochetas de frutas. Si en tu casa hay niños, prepararlas combinando colores es una forma de entretenerles y de tener fruta preparada a mano. Consulta en el calendario cuáles son las frutas de temporada, pues serán las que estén más jugosas y a mejor precio.