Comer sano no es caro

Sabemos que para estar sanos hay que comer bien. Sabemos que hay que huir de la comida basura y que el desayuno es la comida más importante del día. Sabemos que tenemos que respetar la dieta mediterránea y comprar productos de temporada. Sabemos muchas cosas. Entonces, ¿por qué comemos tan mal?

No todo va a peor. Según un estudio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, empezamos a aplicar a nuestra vida cotidiana algunas de las cosas que sabemos: estamos comiendo más verdura, hortalizas y frutas que antes, y consolidamos un consumo adecuado de pescado y marisco. Pero el panorama general sigue dejando mucho que desear.

Los españoles se han apuntado a la moda de las dietas hiperproteicas y desequilibradas (más grasa, más proteínas, más sal...). La fórmula se vende bien, como demuestra el éxito de sucesivos gurús que hacen dinero a costa de demonizar a los carbohidratos. Y precisamente el estudio del Ministerio concluye que nos quedamos cortos en cereales, patatas y legumbres, mientras que nos pasamos de la raya en carnes, dulces y embutidos.

La ingesta media por ciudadano es de 2.754 kcalorías diarias, aunque con grandes diferencias entre comunidades, superando la media regiones como Castilla y León, Cantabria o Asturias, y situándose por debajo otras como Murcia, Valencia y Andalucía.

Nuestro consumo de grasas también es exagerado: aunque debemos mantener la virtud del aceite de oliva, para aproximarnos a una dieta más equilibrada tendríamos que limitar el consumo de mantequillas y otras grasas saturadas.

Con estos ingredientes se explican 3 cifras que hacen saltar todas las alarmas:

• El 15% de los adultos españoles padece obesidad.
• El 19% de los niños españoles padece obesidad.
• El 7% de todo el gasto sanitario español se deriva de la obesidad.

Comer mal nos cuesta dinero. Lo paga nuestro organismo: la Organización Mundial de la Salud ha advertido de que las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer crecen en los países desarrollados debido a una alimentación desequilibrada. Lo paga la sociedad: en época de crisis y recortes, el 7% de todo el gasto sanitario es mucho gasto. Y lo paga tu bolsillo: aunque muchos no se lo creen, comer sano no es caro.

Una dieta completa, suficiente, variada y equilibrada no es cara. No solo lo decimos, también lo demostramos.

Cada año la OCU recorre los supermercados de toda España para saber cuánto nos cuesta la cesta de la compra. Además, nuestros expertos en nutrición elaboran un modelo de cesta saludable. La idea es llenar el carro para una familia de 4 miembros (con dos niños de 10 y 12 años) que quiere mantener una dieta ajustada a las pautas de la Pirámide Nutricional y a las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.

Queríamos trazar un menú familiar realista a la par que saludable. Hablamos de quedarnos en torno a las 2.000 kcalorías diarias (2.100 para los niños), 754 por debajo del consumo medio en España, y de dar un papel relevante a los cereales, las frutas, las verduras y los lácteos:

• 5 comidas de lunes a viernes: desayuno, almuerzo, comida, merienda (solo los niños) y cena. Sábados y domingos tan solo 4 comidas porque se suprime el almuerzo.
• Desayuno de pan, leche, cereales, galletas y bollería (esta última solo una vez por semana).
• El almuerzo consiste en un lácteo y una pieza de fruta.
• Presencia de pan y de verduras (cocinadas o en ensalada) en todas las comidas.
• 3 piezas de fruta diarias (incluyendo un zumo) a repartir entre desayuno/almuerzo, comida y merienda.
• Uno de los postres del día es un lácteo.

Con estas premisas, en mayo de 2012 salimos a hacer la compra por 1.194 tiendas de 65 ciudades. Así tomamos la temperatura a los precios de 97 alimentos diferentes.  

¿Cuánto cuesta alimentar bien a tu familia? Los resultados de 2012 fijan este gasto en 565 euros al mes (para una familia de 4 miembros con 2 niños). Durante los últimos años, con la crisis azotando, esta cifra ha permanecido constante, mientras subía el de la cesta de la compra que normalmente eligen los españoles.

La Cesta Saludable es más barata, pero hay diferencias notables entre establecimientos. Alcampo y Carrefour resultan ser los más baratos (la cesta sale por 513 euros al mes), mientras que El Corte Inglés es el más caro (671 euros). Esta diferencia entre los más baratos y el más caro (158 euros de ahorro mensual) supone gastarse 1.900 euros más o menos cada año.

Ten en cuenta que recogimos estos precios en mayo de 2012, antes de la subida del IVA del 1 de septiembre. Los nuevos tipos del impuesto al consumo afectan a algunos de los alimentos de nuestra cesta, pero gracias a que algunos de los alimentos más sanos se mantienen con el tipo superreducido (4%), la subida del IVA solo encarece el coste medio de nuestra Cesta Saludable en 53 euros al año.

En la siguiente tabla puede verse el coste medio mensual de la Cesta Saludable en las distintas Comunidades Autónomas.

A extremeños y murcianos les sale más barato comer sano, mientras que a los vascos, canarios y especialmente a los navarros les cuesta más.  

Tras 4 años de dura crisis, ya nos hemos acostumbrado a ver cómo suben los precios de todas las cosas. Pero aunque parezca increíble, algunas cosas han bajado de precio:

• Fruta: su coste en nuestra Cesta Saludable subió entre 2004 y 2008 para después caer. Solo en el último año ha bajado un 18%.
• Verdura: pese a subir durante el último año, cuesta un 14% menos que en 2004.
• Aceite de oliva: ha bajado de precio y resulta más barato que en 2008.  

Y uno de los grupos que más ha subido de precio son alimentos de uso ocasional (embutidos, bollería, pizzas...). En este caso lo que hace daño a nuestra dieta coincide con lo que vacía nuestro bolsillo: este tipo de alimentos cuesta un 18% más que en 2004. 

• Haz una lista de la compra cerrada y meditada: evitarás tentaciones caras y poco saludables. 

• No desconfíes de las marcas blancas: en nuestros estudios hemos comprobado su buena relación calidad/precio.

• Cocina con poca grasa: usa especias, caldos y purés de verduras para elaborar tus platos.

• Compra productos de temporada: son los que tienen la mejor relación calidad/precio y es fácil saber cuáles son si consultas nuestro calendario de frutas y verduras.

• Los congelados convienen (sobre todo pescado y verduras): no hay grandes diferencias nutricionales con los productos frescos pero cuestan bastante menos. 

• Los descuentos para productos a punto de caducar son una buena opción si estás atento a la fecha.

• Compra piezas enteras: son más baratas y podrás despiezarlas para congelar una parte.