Así afecta el cambio climático a la salud mental

Cuando se habla de cambio climático y salud, se suele pensar primero en la parte física: en el aumento de enfermedades o la mortalidad. Pero no podemos dejar de lado la salud mental. Quizás lo conozcas por propia experiencia, pero todo indica que nuestro bienestar emocional no es ajeno a los efectos de la montaña rusa en la que se ha convertido el clima. Eso lo sabemos por una encuesta realizada a cerca de 1.800 españoles y también por lo que ya apuntan distintos expertos y estudios científicos recientes. 

Encuesta OCU: los españoles y el cambio climático

No abundan los datos sobre cómo viven los españoles el cambio climático. En verano del 2023, OCU hizo una encuesta a una muestra representativa de la población española, en la que participaron 1.770 personas de entre 25 y 79 años. Estas han sido las respuestas a las tres preguntas que les planteamos:

Estos primeros datos nos indican que:

• 9 de cada 10 españoles muestran algún grado de preocupación por el cambio climático. Además, 7 de cada 10 están bastante o muy preocupados. Esa proporción es algo mayor entre los mayores de 60 años que en otras franjas de edad.
• Los hombres se muestran, en general, menos preocupados que las mujeres.

El 76% de los españoles considera que el cambio climático afecta a su estado de ánimo o bienestar emocional.

Solo hay que sumar las tres primeras columnas para darse cuenta de que 6 de cada 10 personas o no sabe qué contestar o se siente poco o nada capacitada para adaptarse a los efectos del cambio climático. De ahí se puede concluir que hay bastante gente que necesita recursos, orientación o apoyo para enfrentarse a esta situación tan cambiante.

Efectos en la salud mental: qué dicen los expertos

Es un área de investigación bastante reciente y aún en evolución, pero la literatura científica ya indica cómo influye el cambio climático sobre nuestra salud mental:

• Se está observando un aumento de síntomas de ansiedad, estrés y depresión; incluso de problemas de somatización, o sea, síntomas físicos que son expresión de un malestar emocional. El insomnio es un ejemplo de este tipo de problemas.
• Aumentan los problemas de consumo de sustancias (alcohol, tabaco, drogas) e, incluso, de los intentos de suicidio.
• Se apunta también, aunque de modo menos concluyente, que se está identificando un aumento de la violencia y la conflictividad social. 

Si no sabes si puedes estar padeciendo uno de esos problemas, la Línea OCU Salud te puede ayudar a salir de dudas.

Cuidado con diagnosticar a la ligera

Las continuas olas de calor, las sequías, los incendios, las inundaciones... Son situaciones amenazantes, que no se controlan. Por eso es normal y esperable estar preocupado por los efectos o sentirse desconcertado por su magnitud o evolución.

Pero como pasa a menudo, hay quienes tienen tendencia, o interés, en identificar esas reacciones ante el cambio climático como un problema de salud mental. Han surgido también nuevas etiquetas diagnósticas que buscan definir el malestar psicológico y emocional que genera el cambio climático. Son tres las que han ganado más popularidad:

• Ecoansiedad: también llamada angustia climática, hace referencia al miedo, ansiedad o angustia que ocasiona el cambio climático.
• Ecoparálisis: describe la incapacidad o bloqueo para responder de forma eficaz o protegerse ante el cambio climático.
• Solastalgia: define la sensación de pérdida y soledad ante el avance del cambio climático y la erosión que ocasiona en el medio ambiente. 

Sin embargo, organismos como la Organización Mundial de la Salud y diversos estudios alertan del peligro de utilizar estas etiquetas a la ligera, pues no hay acuerdo sobre qué es cada cosa, ni siquiera sobre su existencia real. Es más, insisten en utilizarlas con precaución porque se corre el riesgo de tratar como enfermedades reacciones normales y esperables. 

¿Cómo manejar el malestar por el cambio climático?

Que pueda ser normal, e incluso esperable, sentir miedo, angustia, enfado o tristeza por la deriva climática que está sufriendo el planeta, no significa que la mejor opción sea quedarse de brazos cruzados. Te damos algunas orientaciones para ayudarte a gestionar esas emociones: 

• Parcializa el problema en pequeñas áreas de actuación.
• Sé coherente entre tus valores, estilo de vida y decisiones diarias.
• Céntrate en aquellos aspectos del cambio climático sobre los que sí puedas actuar: trata de reducir tu huella de carbono limitando el uso de transporte privado, utilizando fuentes de energía renovable, apostando por un consumo más comprometido y sostenible... Pero cuenta con que no siempre podrás seguir el estilo de vida que quieres (viajar en avión por motivos laborales, por ejemplo).
• Comparte con tus allegados tus inquietudes o tu malestar ante el cambio climático. No estás solo.
• Involúcrate en algún grupo, comparte trucos y consejos para adaptarte o mitigar el cambio climático.
• Toma distancia y desconecta de vez en cuando del tema.
• Mantén un estilo de vida saludable, siguiendo una dieta equilibrada, moviéndote regularmente y descansando lo suficiente.