A la hora de comprar un aparato de aire acondicionado eficiente, es importante que te fijes en la etiqueta energética y que la sepas interpretar, puesto que ahí es donde está toda la información relacionada con el producto y, sobre todo, sobre su consumo.

¿Y en qué fijarse para saber si un equipo es eficiente?

La respuesta es en los índices SEER (Seasonal Energy Effiency Ratio o escala de verano) y SCOP (Seasonal Coefficient of Performance o escala de invierno), puesto que son los que calculan el rendimiento de un equipo en modo refrigeración o calefacción, respectivamente. Y, en función de estos valores, el aparato recibe una calificación u otra: A+++, A++, A+, A, B, C, D, E, F, G. Siendo A+++ la más eficiente y G, la que menos.

 

¿Cómo se calculan los índices SEER y SCOP?

Hasta 2013, momento en el que la Comisión Europea decidió hacer cambios en la etiqueta energética, el rendimiento de las bombas de calor se medía a través de 2 índices: EER (Energy Efficiency Ratio para medir la eficiencia en el modo de refrigeración) y COP (Coefficient Of Performance en el de calefacción).

Ambos reflejaban la relación entre la energía que daban (energía frigorífica o calorífica) y la energía que consumían (energía eléctrica). Y cuanto más alta era esa relación, eso quería decir que más eficiente era el equipo. Ambos se calculaban con el aparato trabajando a pleno rendimiento.

Hoy en día, los índices EER y COP no se consideran fiables, puesto que, gracias a la tecnología INVERTER, las máquinas son capaces de trabajar a diferentes cargas parciales, ajustándose a las necesidades del momento y siendo aún más eficientes. Una vez alcanzada la temperatura deseada (o cuando la diferencia entre esta y la real es pequeña), el compresor reduce la velocidad porque no necesita tanta energía y, por consiguiente, consume menos.

Además de por el tema de trabajar al 100 % de su capacidad, estos índices quedaron también obsoletos porque no tenían en cuenta otros tipos de consumo como, por ejemplo, el del stand-by.

Todo esto hizo que fuera necesario cambiar la forma de calcular la eficiencia de los aparatos de aire acondicionado y es ahí cuando entran en acción las escalas SEER y SCOP. Ambos se usan para calcular el rendimiento de los aparatos, solo que se les asigna un número de horas a diferentes temperaturas en vez de trabajando al 100 % constantemente.

La actualización en el etiquetado energético de aires acondicionados está programada para el año 2022 y se espera que, de la misma forma que se ha hecho en las otras actualizaciones, se vuelva a la escala de la A a la G, evitando así las confusiones que a veces generan las clasificaciones A+, A++ y A+++.  Sin embargo, desde OCU consideramos que este no es el único aspecto de las etiquetas energéticas que consideramos que debería modificarse. 

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