Trastornos alimenticios: qué son y cómo abordarlos
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) no son enfermedades digestivas, ni nutricionales, sino una enfermedad mental que se manifiesta con una preocupación extrema por la salud alimentaria o la estética en general. No obstante, si se ataja el problema de base y se trata adecuadamente, estos trastornos tienen curación.
Mucho más que anorexia
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia, pero no son los únicos. Junto a ellos también hay otros trastornos alimenticios como el trastorno por atracón, trastorno por rumia o la PICA.
Además, aunque aún no han sido reconocidos oficialmente, hay otros problemas relacionados con el comportamiento alimentario, que se suelen incluir este mismo grupo de trastornos:
- Vigorexia. Se caracteriza por realizar una actividad física extrema con el fin de ganar masa muscular. Quienes están afectados por este problema pueden llegar a modificar sus hábitos alimenticios, consumir sustancias anabolizantes, e incluso disminuir su vida social para lograrlo.
- Ortorexia. Son personas con una preocupación extrema por seguir una alimentación saludable, evitando determinados tipos de alimentos, ya sea por su naturaleza o composición, sus procesos de preparación, su origen.... Esas restricciones, llevadas al extremo, pueden desembocar en una alimentación inadecuada, en aislamiento social o en otros trastornos.
Un proceso complejo y progresivo
Estos problemas no aparecen de repente. Más bien, el comportamiento de esa persona en relación con la comida se va modificando progresivamente.
El trastorno da la cara cuando se aprecian o identifican, por ejemplo:
- Cambios de peso, a menudo bruscos (ya sea hacia arriba, al engordar, o hacia abajo, con una pérdida de peso sensible).
- Cambios radicales en la elección de los alimentos: de repente rechazan cosas que antes comían, o solo consumen el mismo tipo de alimentos...
- Empieza a pasar mucho tiempo en el baño, donde además se descubren restos de vómitos, etc.
- A veces, los afectados asocian estos comportamientos con dolores digestivos sin que se encuentre ninguna causa concreta. Curiosamente, parece que le sientan bien los alimentos hipocalóricos y mal los hipercalóricos.
- También se observan síntomas que no son alimentarios. Por ejemplo, un mayor aislamiento social, evitan salir a comer o a cenar fuera de casa (o pedir comida a domicilio), y, en general, evitan comer en público.
- Otro indicio común es que se muestran más irritables, ansiosos o estresados.
Un buen tratamiento da resultado
Los problemas con la comida y la alimentación que muestran las personas afectadas por un trastorno de la conducta alimentaria son solo uno de los síntomas de esta enfermedad. Detrás hay una serie de rasgos de personalidad y factores familiares, sociales o culturales que predisponen al desarrollo de un TCA: por eso es tan necesario un tratamiento completo y multidisciplinar que aborde el problema en todas sus facetas.
Un buen tratamiento especializado en Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA):
- Debe incluir distintos profesionales, psicólogos y psiquiatras, pero también nutricionistas y médicos.
- La psicoterapia cognitivo-conductual ofrece buenos resultados.
- También hay que trabajar en paralelo con la familia o el entorno (amistades, compañeros) de quien sufre el problema.
