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Dieta no es igual a sufrir

11 abril 2016
lorzas

Comer se ha convertido más en un acto de placer que de necesidad. El placer que nos produce una mesa bien puesta con alimentos atractivos en apariencia, olor, textura y sabor, tiene que mantenerse incluso cuando estamos a dieta. Perder peso no debe convertirse en un sufrimiento.

Una buena dieta para adelgazar nos ayuda a cambiar nuestros hábitos de vida de forma permanente. Por esta razón, es importante que nos sintamos a gusto con ellos, ya que se supone que serán los pilares de nuestra nueva forma de disfrutar la vida.

Salud y placer: un conjunto

Muchas veces nos ponemos a dieta para luego poder disfrutar a tope con lo que nos gusta. Darnos ese capricho que tanto deseamos tras una larga semana a base de lechuga y pavo a la plancha es la recompensa que tanto ansiamos.

Pero en realidad, no deberíamos hablar de dieta, sino de un periodo de reeducación de nuestra alimentación para poder adquirir buenos hábitos. Para poder conseguirlo debemos conocer los alimentos y el lugar que ocupan cada uno de ellos.

Una vez incorporamos nuestros gustos a unos hábitos de vida saludable, no se convertirá en un esfuerzo ni sentiremos la necesidad de recompensa. De tal forma que salud y placer formarán un conjunto.

Cómo deben de ser

Las dietas no deben de ser restrictivas, pero tampoco nos deben permitir un periodo de tiempo de libertad absoluta. Esto solo hará que tengamos más ganas de comer aquello “prohibido” y de necesitar una recompensa tras un periodo de “sufrimiento”.

La mejor manera de iniciar una dieta es encontrar el punto medio entre ser demasiado estricto y demasiado permisivo. Es bueno ser consciente de nuestra alimentación pero sin llegar a obsesionarse.    

Si estás pensando en adelgazar, te recomendamos que sigas una dieta equilibrada:

Dieta de las 1.500 kcal