Rehabilitación cognitiva personalizada en demencia
Demencia, una enfermedad sin cura
El Alzheimer, la demencia vascular, la demencia de cuerpos de Lewy, demencia frontotemporal, etc. son todas ellas enfermedades que cursan con deterioro cognitivo y demencia. Tristemente, a día de hoy, son enfermedades para las que aún no hay ningún tipo de cura.
Ante la ausencia de intervenciones médicas eficaces la alternativa es recurrir a estrategias de tipo psicosocial, como la rehabilitación cognitiva, terapias con las que se busca retrasar el avance de la enfermedad y, al mismo tiempo, potenciar las habilidades que aún pudieran conservar los pacientes.
Hay diversas estrategias para la rehabilitación cognitiva de los pacientes con demencia.
Un tipo concreto de terapia de rehabilitación cognitiva es aquella que consiste en sesiones personalizadas e individualizas enfocada, únicamente, a la resolución de problemas a los que se enfrentan los pacientes con demencia de leve a moderada para llevar a cabo tareas concretas del día a día que ellos consideran importantes. Lógicamente este tipo de terapia se realiza en el domicilio del paciente y su objetivo último es ayudar a que estos pacientes mantengan el mayor nivel de independencia durante el máximo tiempo posible. Pero ¿lo logra? Y, si lo hace, ¿en qué medida funciona?
Cochrane: buscando la evidencia científica
Para responder a esta pregunta una revisión Cochrane ha revisado los ensayos clínicos disponibles que evaluaban la eficacia de este tipo concreto de terapia.
¿Qué halló la revisión Cochrane?
La revisión localizó seis ensayos clínicos realizados en pacientes de 76 a 80 años de edad con demencia leve-moderada, mayoritariamente Alzheimer, que recibieron esta forma de terapia.
En los diferentes ensayos clínicos los pacientes recibieron entre 1 y 2 sesiones semanales durante 4 a 14 semanas, y en dos ensayos recibiendo además entre 4 y 16 sesiones de mantenimiento durante varios meses. Dependiendo del ensayo las sesiones duraban entre 60 y 90 minutos.
Los hallazgos de la revisión muestran que, efectivamente, este tipo de rehabilitación cognitiva mejoraba la capacidad de realizar las tareas o actividades objeto de la terapia.
- Esta mejoría la percibían tanto los propios pacientes con demencia como sus cuidadores.
- La mejoría se percibía no solo al final de la terapia sino también a los 3-9 meses tras su finalización.
- Sin embargo, no se percibía apenas mejoría en otros aspectos, como la capacidad de realizar otras actividades o tareas, en la calidad de vida general de los participantes ni en la calidad de vida psicológica de los cuidadores.
Con los resultados de los estudios tampoco quedaba claro si la rehabilitación cognitiva mejoraba o no el estado depresivo típico de estos pacientes.
Conclusión
El tipo concreto de rehabilitación cognitiva que se estudió en estos ensayos clínicos ayuda a los pacientes con demencia de leve a moderada a realizar aquellas tareas concretas y cotidianas seleccionadas previamente como importantes para ellos.