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Micotoxinas en alimentos, un problema global

12 noviembre 2019
especias

Las micotoxinas, unas toxinas producidas por los hongos, contaminan el 77% de las muestras de pimentón y el 46% de las de nuez moscada analizadas. Aunque las cantidades detectadas no son preocupantes, contribuyen a una ingesta global y acumulativa que amenaza nuestra salud.

Las micotoxinas, toxinas producidas por hongos, son responsables de una de cada cinco alertas alimentarias en la Unión Europea. Ingeridas de forma habitual y continuada a través de alimentos contaminados por ellas, las micotoxinas pueden causar cáncer, además de tener efectos inmunodepresores y genotóxicos (afectan al ADN), dañar el hígado y los riñones.

Hay muchos productos contaminados con micotoxinas. Por las notificaciones del Sistema de alertas rápidas de la Unión Europea (RASFF) sabemos que es habitual encontrar estas toxinas en determinadas especias, como la nuez moscada y el pimentón, por lo que hemos rastreado su presencia en estos productos. 

Las contaminaciones son frecuentes

Encontramos dos tipos de micotoxinas especialmente peligrosas entre las analizadas: la aflatoxina B1 y la ocratoxina A, juntas o por separado, en un 71 % de productos; sobre todo en los que llevan algún producto derivado del pimiento (77 % de las muestras), pero también en la nuez moscada (46 %). Son datos referidos a 26 muestras de nuez moscada y 100 de pimentón y otras variedades (dulce, picante, cayena, ñora, pimiento choricero y el portugués piri-piri) compradas en España, Bélgica y Portugal.

micotoxinas

La frecuencia de las contaminaciones es alta, pero no el nivel detectado, generalmente por debajo de los límites establecidos por la normativa europea. El problema es que las micotoxinas, ingeridas día tras día y mes tras mes, se van acumulando en nuestro organismo junto con las que pudieran contener otros alimentos, y por otro lado, dos micotoxinas diferentes, ingeridas juntas (por ejemplo ocratoxina A y aflatoxina) tienen un efecto aún mayor, es el llamado efecto suma.

Las especias no son los únicos alimentos afectados

La presencia de toxinas fúngicas en otros alimentos no es rara. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 25 % de los cultivos están contaminados por micotoxinas, especialmente en regiones con climas cálidos y húmedos. En concreto, es posible encontrar aflatoxinas en el maíz, cacahuetes, nueces, arroz, higos secos, cacao, aceites vegetales y especias, entre otros. La ocratoxina A, por su parte, puede hallarse en cereales, legumbres, café, cerveza, vino, zumo de uva, frutas desecadas, cacao, nueces y, de nuevo, especias, el producto que hemos analizado.

Pero es que además del riesgo causado por el consumo continuado y habitual de alimentos contaminados por micotoxinas, se sospecha que los daños podrían multiplicarse cuando se combinan dos o más micotoxinas diferentes en nuestro organismo.

Stop Micotoxinas

En el año 2018 se generaron 655 notificaciones por presencia de micotoxinas en la Unión Europea. Son, tras las notificaciones de microorganismos patógenos (Salmonella, Listeria…), las más numerosas. Y nuestro análisis no hace sino confirmar la importancia de un problema sobre el que el consumidor no tiene forma de actuar, ya que las micotoxinas no se identifican a simple vista; así, un alimento aparentemente limpio, sabroso y saludable puede estar contaminado por ellas, y no se pueden eliminar o destruir, ni siquiera con tratamiento térmico.   

Por eso y dado el riesgo que implica su acumulación en nuestro organismo pedimos a las autoridades europeas que:

  • Se refuercen las medidas para prevenir la contaminación por micotoxinas en alimentos.
  • Aumenten los controles para que los productores, transportistas, comercializadores de alimentos, etc. respeten los protocolos de buenas prácticas relacionadas con la seguridad alimentaria.

Una vez más desde OCU insistimos en la necesidad de seguir una dieta variada y equilibrada para evitar riesgos ligados al efecto suma. No se trata de eliminar estos alimentos de nuestra dieta, sino de consumirlos de forma moderada.

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