Certificado de Eficiencia Energética de Edificios
Desde 2013, el Certificado de Eficiencia Energética de Edificios es obligatorio para vender o alquilar. Desde OCU dimos la bienvenida a la medida, pero 10 años después aún queda camino que recorrer. Las administraciones deberían ejercer más control sobre la calidad de estos certificados necesarios para la obtención de ayudas de eficiencia energética y deducciones fiscales.
Si quieres conocer el coste, consumo y emisiones de tu vivienda en función de su etiqueta energética, provincia, tipo de construcción o superficie, accede a nuestra calculadora:
Calculadora de consumo de edificios
¿Qué es la etiqueta energética de edificios?
El certificado de eficiencia energética de edificios, también llamado etiqueta energética, lo regula el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio de 2021 que sustituye a la norma de 2013. Estos certificados indican el consumo y las emisiones de un inmueble, asignándoles una etiqueta que va en una escala de la A a la G en función de sus características y equipamiento.
El nuevo Real Decreto pretende actualizar el contenido de la certificación de eficiencia energética, aumentar su calidad y establecer la obligación de que las empresas inmobiliarias muestren el certificado de eficiencia energética de los inmuebles que alquilen o vendan.
La etiqueta energética sirve para comparar
La etiqueta energética de un edificio sirve para evaluar y comparar el gasto energético que un inmueble tendrá a lo largo del tiempo y así tomar mejores decisiones al alquilar o comprar.
En el coste de una vivienda hay que tener en cuenta el coste de los suministros, que dependen de su orientación, aislamientos, ventanas, sistema de calefacción, sistema de aire acondicionado, etc. Cuanto más eficiente sea la vivienda, menores serán los costes energéticos, y por tanto de dinero.
Lamentablemente, muchas veces las etiquetas se gestionan más como un trámite administrativo que como un sistema real de eficiencia energética. En algunos casos, este certificado no refleja la situación real de la vivienda y no podamos tomar una decisión basada en él; de hecho, son muy pocos los inmuebles que encontramos con buena calificación energética. La diferencia del coste anual de una vivienda con etiqueta E respecto a una con etiqueta A es de casi 1000 euros, algo sin duda a tener en cuenta.
¿Cuándo hace falta la etiqueta energética?
La etiqueta de eficiencia energética hay que incluirla:
- En toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento de un edificio o parte del mismo.
- En edificios nuevos y en reformas o ampliaciones de edificios existentes, si se vende o alquila antes de la finalización de la obra, el vendedor o arrendador facilitará la etiqueta de eficiencia energética de proyecto.
- En la compraventa del inmueble hay que anexar al contrato una copia del certificado de eficiencia energética debidamente registrado y la etiqueta de eficiencia energética.
- En contratos de arrendamiento, también se anexará al contrato una copia de la etiqueta de eficiencia energética y se entregará al arrendatario una copia del documento de Recomendaciones de uso para el usuario.
La validez de esta etiqueta es de 10 años, salvo cuando la calificación energética sea G, la más baja, en cuyo caso será de 5 años.
Además, tanto el Gobierno como las administraciones locales aplican deducciones y ayudas basadas en los resultados obtenidos en estos certificados.
Recomendaciones de uso y medidas de mejora
El certificado debe incluir un apartado de recomendaciones específicas para mejorar la eficiencia energética de la vivienda, contemplando tanto la envolvente (aislamiento y ventanas), las instalaciones (calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria), sistemas de automatización y control, evaluando el ahorro frente al sistema actual, el coste, los plazos de recuperación de la inversión, y la secuencia temporal recomendada para esos cambios, etc.
Sanciones por incumplimiento
La norma contempla sanciones de entre 300 y 6.000 euros tanto para casos en los que la información recogida sea falsa, como para aquellos casos en los que se publicite, se venda o se alquile sin incluir este documento.
OCU exige más control
OCU ha realizado un estudio solicitando la etiqueta energética para dos inmuebles diferentes en distintas ciudades, y ha encontrado algunas irregularidades, como que en algunos certificados no se identifica bien cuál es el sistema de calefacción y refrigeración de la casa o no se incluyen las propuestas de mejora.
Por ello, OCU exige al Ministerio para la Transición Ecológica y a las consejerías competentes aumentar los controles sobre los profesionales que elaboran este tipo de certificados. Además de exigir que estos documentos incluyan propuestas claras de mejora si se quiere conseguir dinamizar la economía y cumplir con los objetivos ambientales marcados por la Unión Europea.
Si quieres conocer el coste, consumo y emisiones de tu vivienda en función de su etiqueta energética, provincia, tipo de construcción o superficie, accede a nuestra calculadora:
Calculadora de consumo de edificios
¿Qué es la etiqueta energética de edificios?
El certificado de eficiencia energética de edificios, también llamado etiqueta energética, lo regula el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio de 2021 que sustituye a la norma de 2013. Estos certificados indican el consumo y las emisiones de un inmueble, asignándoles una etiqueta que va en una escala de la A a la G en función de sus características y equipamiento.
El nuevo Real Decreto pretende actualizar el contenido de la certificación de eficiencia energética, aumentar su calidad y establecer la obligación de que las empresas inmobiliarias muestren el certificado de eficiencia energética de los inmuebles que alquilen o vendan.
La etiqueta energética sirve para comparar
La etiqueta energética de un edificio sirve para evaluar y comparar el gasto energético que un inmueble tendrá a lo largo del tiempo y así tomar mejores decisiones al alquilar o comprar.
En el coste de una vivienda hay que tener en cuenta el coste de los suministros, que dependen de su orientación, aislamientos, ventanas, sistema de calefacción, sistema de aire acondicionado, etc. Cuanto más eficiente sea la vivienda, menores serán los costes energéticos, y por tanto de dinero.
Lamentablemente, muchas veces las etiquetas se gestionan más como un trámite administrativo que como un sistema real de eficiencia energética. En algunos casos, este certificado no refleja la situación real de la vivienda y no podamos tomar una decisión basada en él; de hecho, son muy pocos los inmuebles que encontramos con buena calificación energética. La diferencia del coste anual de una vivienda con etiqueta E respecto a una con etiqueta A es de casi 1000 euros, algo sin duda a tener en cuenta.
¿Cuándo hace falta la etiqueta energética?
La etiqueta de eficiencia energética hay que incluirla:
- En toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento de un edificio o parte del mismo.
- En edificios nuevos y en reformas o ampliaciones de edificios existentes, si se vende o alquila antes de la finalización de la obra, el vendedor o arrendador facilitará la etiqueta de eficiencia energética de proyecto.
- En la compraventa del inmueble hay que anexar al contrato una copia del certificado de eficiencia energética debidamente registrado y la etiqueta de eficiencia energética.
- En contratos de arrendamiento, también se anexará al contrato una copia de la etiqueta de eficiencia energética y se entregará al arrendatario una copia del documento de Recomendaciones de uso para el usuario.
La validez de esta etiqueta es de 10 años, salvo cuando la calificación energética sea G, la más baja, en cuyo caso será de 5 años.
Además, tanto el Gobierno como las administraciones locales aplican deducciones y ayudas basadas en los resultados obtenidos en estos certificados.
Recomendaciones de uso y medidas de mejora
El certificado debe incluir un apartado de recomendaciones específicas para mejorar la eficiencia energética de la vivienda, contemplando tanto la envolvente (aislamiento y ventanas), las instalaciones (calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria), sistemas de automatización y control, evaluando el ahorro frente al sistema actual, el coste, los plazos de recuperación de la inversión, y la secuencia temporal recomendada para esos cambios, etc.
Sanciones por incumplimiento
La norma contempla sanciones de entre 300 y 6.000 euros tanto para casos en los que la información recogida sea falsa, como para aquellos casos en los que se publicite, se venda o se alquile sin incluir este documento.
OCU exige más control
OCU ha realizado un estudio solicitando la etiqueta energética para dos inmuebles diferentes en distintas ciudades, y ha encontrado algunas irregularidades, como que en algunos certificados no se identifica bien cuál es el sistema de calefacción y refrigeración de la casa o no se incluyen las propuestas de mejora.
Por ello, OCU exige al Ministerio para la Transición Ecológica y a las consejerías competentes aumentar los controles sobre los profesionales que elaboran este tipo de certificados. Además de exigir que estos documentos incluyan propuestas claras de mejora si se quiere conseguir dinamizar la economía y cumplir con los objetivos ambientales marcados por la Unión Europea.