Informe

District heating, la calefacción urbana

¿Has oído hablar del district heating? Son redes de calefacción y agua caliente centralizadas que pueden abastecer a todo un barrio. Para producir el calor puede utilizar distintos medios, desde biomasa a bombas de calor, por lo que pueden ser una alternativa a los combustibles fósiles, pero también tienen algunos inconvenientes.

13 septiembre 2023
district heating - radiador con válvula termostática

Se acerca el otoño, y con él, momento de pensar en calefacción.

En plena búsqueda de sistemas de calefacción eficientes, baratos y respetuosos con el medio ambiente surgieron los sistemas de calefacción urbana o district heatings, redes de calefacción centralizadas que suministran agua caliente y calefacción a varios edificios desde una planta central. ¿Sabes cómo funcionan y qué te aportan estos sistemas?

Pueden aprovechar biomasa o bombas de calor

Los sistemas de district heating emplean diferentes medios, para producir el calor, aunque uno de los más habituales es la biomasa, que aprovecha como combustible los restos forestales o agrícolas, como hacen las calderas de pellets, por lo que se trata de una energía renovable. También hay plantas que utilizan cogeneración, gas o gasoil, aunque los sistemas con combustibles fósiles ya no se instalan, pues una de las principales ventajas de los district heating es facilitar la descarbonización. Aunque todavía no son comunes, en los próximos años se podrían popularizar las plantas que utilicen bomba de calor o geotermia…

Este tipo de tecnologías se están popularizando cada vez más y las calefacciones urbanas en Europa ya representan el 15% de todos los sistemas de climatización por lo que muchos países ya han reformado parte de su infraestructura para darles cabida.

Así funciona el district heating

Los sistemas de calefacción urbanos pueden tener distintos tamaños y dar servicio desde una pequeña urbanización hasta un barrio o un pueblo entero.

  • Una central térmica, donde se genera el calor. Pueden utilizar diferentes tipos de combustibles o tecnología, pero una bastante extendida es la biomasa.  En las nuevas redes no se emplean ya combustibles fósiles. Son centrales muy automatizadas que van ajustando la producción a la demanda a tiempo real.
  • Red de distribución: la central calienta agua, que se distribuye a los edificios por una red de tuberías aisladas térmicamente enterradas en el suelo.
  • Subestación de transmisión térmica: están cercanas a los edificios y es donde se intercambia el calor del agua caliente a los sistemas de calefacción de los inmuebles. El agua que ha transportado el calor no se consume, sino que vuelve a la central donde se calienta de nuevo. Son el equivalente a una caldera de calefacción central, pero más pequeñas porque no hay combustión, solo intercambio de calor.

district heating - esquema de funcionamiento de redes de calor

 

También pueden refrigerar

Estas instalaciones suelen servir para dotar de calefacción a los edificios, pero también se pueden diseñar para proporcionar refrigeración en los meses más calurosos, dotando a las viviendas y locales adscritos a la red de una climatización completa.

Utilizando, por ejemplo, sistemas de bomba de calor, que son reversibles o de geotermia.

Poco populares todavía en España

En comparación con otros países europeos, las redes de calor en España aún no son muy populares. Algunas ciudades españolas han adoptado la tecnología, pero la cobertura es limitada en comparación con países líderes en Europa, como Dinamarca, Suecia y Finlandia y queda mucho por recorrer.

En estos países, las calefacciones urbanas consituyen una forma eficiente y sostenible de suministro de energía térmica y en una opción atractiva para reducir la huella de carbono.

Ventajas e inconvenientes del district heating

La calefacción urbana tiene una serie de beneficios que la convierten en una opción muy interesante dentro de los sistemas de calefacción, pero también tiene sus inconvenientes que debes considerar.

    Más rendimiento que la calefacción central

    • Al centralizar la instalación, se dimensiona mejor la instalación según la demanda prevista, con rendimientos bastante elevados. Por ejemplo, el rendimiento de una caldera comunitaria convencional no llega al 90%, mientras que el distric heating suelen alcanzar el 95%.
    • Los combustibles que se usan son más baratos que los combustibles fósiles, como el gas o el gasoil, por lo que el precio final que pagan los consumidores es más bajo, además del ahorro por el mayor renidmiento.
    • Tiene la opción de dotar a las viviendas de un suministro simultáneo de frío y calor, con un ahorro en equipos y en energía.
    • Contribuyen a descarbonizar el sector residencial, dependiendo de la tecnología que se use y permiten tratar las emisiones contaminantes que afectan a la calidad del aire, algo que no es posible con las calderas individuales por razones técnicas y económicas.
    • Permiten usar combustibles de origen local, como la biomasa, lo que ahorra en transporte y contribuye a crear puestos de trabajo en la zona.
    • Más seguridad y limpieza en edificios: al reemplazar las calderas comunitarias se evitan posibles pérdidas de combustible y tener que almacenarlo dentro de la comunidad.

    Complicadas de poner en marcha

    No todo es bueno, porque las redes de calor también tienen sus desventajas:

    • Son complejas de implementar porque hay que levantar aceras para colocar tuberías y subestaciones, con las molestias que pueden generar para los vecinos.
    • Las condiciones de contratación no siempre son claras: muchos usuarios no saben si tienen permanencia ni qué conceptos aparecen en la factura. La tarificación debería tener mucha más transparencia.
    • Muchas veces hay un complemento variable en función del precio del combustible, que puede aumentar y hacer que el gasto sea más alto de lo previsto.
    • Si decides desconectarte e individualizar tu consumo, tienes que presentar un recurso explicando la razón y la Junta de Propietarios debe aprobar la desconexión. Además, tendrías que seguir pagando la parte proporcional de las cuotas comunitarias, por lo que puede hacer que no te salga rentable. Esto es claramente una desventaja, ya que limita el poder de decisión al poner trabas para una decisión que debería ser libre.

    ¿Y si tengo que cambiar la caldera? 

    La nueva directiva de eficiencia energética en edificios ha creado incertidumbre sobre qué decisiones tomar con tu sistema de calefacción. Esta Directiva obliga a que todas las viviendas alcancen una etiqueta D de eficiencia energética antes de 2033 y a sustituir antes de 2050 las tipologías de calefacción contaminantes.

    En este sentido, las redes de calor o district heating se posicionan como una de las mejores alternativas para cumplir la normativa. Por ello, cada vez se están poniendo más, sobre todo, en zonas frías del interior de la Península donde, además, pueden acceder a biomasa. En los próximos años, se espera que se sigan extendiendo.

    Otras opciones son sustituir tu caldera de gas por una caldera de hidrógeno o por una bomba de calor. Para elegir una bomba de calor, puedes utilizar el comparador de OCU:

    Comparador de bombas de calor