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Mindfulness: preguntas y respuestas

22 noviembre 2023
Mindfulness

El mindfulness se ha puesto de moda, pero ¿tienes claro qué es?, ¿sabes para qué sirve?, ¿o si es seguro para la salud? Te contamos qué dice la evidencia científica sobre el mindfulness y qué tienes que hacer si quieres practicarlo sin riesgos.   

¿Qué es el mindfulness?

El mindfulness tiene sus raíces en la filosofía oriental y se ha traducido al castellano como atención plena. En los últimos años se ha popularizado considerablemente en occidente: se menciona en todo tipo de publicaciones; se imparte en numerosos centros, incluso en empresas, colegios, etc.

Pese a ello, es difícil encontrar una única definición sobre qué es mindfulness. Por ejemplo, algunas fuentes indican que el mindfulness es una forma de practicar meditación, mientras que otras aducen lo contrario. Y es que se trata tanto de una actividad como de un estado que se puede alcanzar. Por otro lado, encontramos diversas formas de practicarlo o de alcanzar ese estado de atención plena.

Para practicarlo suelen proponerse determinados ejercicios. Son típicos los de la uva pasa o la llama de la vela, pero también hay otros ejercicios más genéricos, en los que simplemente se nos indica que focalicemos y sostengamos nuestra atención en una actividad cotidiana que estemos llevando a cabo, desde comer a dar un paseo. 

Práctica de mindfulness en la naturaleza

Una práctica aislada o integrada en algunas terapias

Te puedes encontrar con las dos opciones:

  • Por un lado, está la práctica general y específica del mindfulness, a la que cualquiera puede acceder por sus propios medios a través de centros o cursos...
  • Y luego hay determinados programas o psicoterapias basadas concretamente en mindfulness que tienen unos objetivos y programas de actuación específicos, como es la terapia basada en mindfulness para reducir el estrés o la terapia cognitiva para la depresión basada en mindfulness. También hay terapias cognitivo-conductuales que incluyen componentes de mindfulness, como la terapia de aceptación y compromiso o la dialéctico-comportamental.

En el segundo caso hablamos de programas estructurados que desarrolla un psicoterapeuta especializado y que, en principio, cuentan con mayor y mejor evidencia científica.

¿Qué persiguen quienes practican mindfulness?

El objetivo del mindfulness es aumentar el nivel de conciencia propia sobre las sensaciones físicas, sentimientos o emociones, pensamientos, etc., y para eso se requiere focalizar y sostener la atención sobre la experiencia en el aquí y el ahora, y observarla sin juzgar. 

Según dicen sus defensores, con la práctica del mindfulness se alcanza un mayor grado de conocimiento, comprensión y manejo de las emociones, ideas y pensamientos, y se promueven actitudes personales de aceptación, tolerancia o curiosidad.  

¿Qué dice la ciencia? 

La evidencia científica sobre mindfulness es contradictoria. Los estudios realizados son de baja calidad y, por ello, los resultados obtenidos merecen escasa confianza.

Otras limitaciones que se identifican en el estudio del mindfulness son que no hay una definición única, se desconoce aún su naturaleza y mecanismos de acción, así como los perfiles más aptos o idóneos para su práctica. Además, se han realizado pocas investigaciones sobre los riesgos que podría entrañar su práctica. 

¿Para qué sirve el mindfulness? 

  • En general, el mindfulness se practica para obtener algún grado de relajación y de bienestar. Por eso se suele considerar como una práctica de autocuidado y autogestión personal.
  • Además, el mindfulness puede reducir o mejorar la sintomatología relacionada con el estrés, la ansiedad o la depresión, especialmente si se aplican los programas terapéuticos basados en él. 
  • Asimismo, hay ciertos indicios de que el mindfulness podría resultar beneficioso en casos de adicciones y tabaquismo, problemas de sueño o como complemento a las terapias habituales para personas con un trastorno psicótico. En estos casos, hay que seguir investigando

¿Le sienta bien a todo el mundo?

Todavía no se ha identificado un perfil idóneo para practicar mindfulness. Hay personas a las que, por las características propias de estos ejercicios, les encajará o se adaptarán bien a esta práctica, mientras que para otras será todo lo contrario. Y, de hecho, algunos estudios reportan que un pequeño porcentaje de sus practicantes puede experimentar efectos adversos, como síntomas de ansiedad, depresión o trauma, entre otros. Tanto si un profesional de la salud te lo desaconseja, como si experimentas cualquier tipo de malestar, nuestra recomendación es que dejes de practicarlo. 

¿Es el mindfulness una pseudoterapia?

Hay muchas prácticas que han acabado siendo calificadas como pseudoterapias por la falta total de estudios científicos válidos que proporcionen evidencia acerca de sus presuntos beneficios. Por ese motivo, se las considera engañosas y hasta peligrosas, ya que existe el riesgo de que sean usadas como tratamiento para dolencias que requerirían una atención médica con eficacia demostrada. 

En el caso de la meditación, el Ministerio de Sanidad, a través de su “Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias”, ya ha hecho una revisión científica sobre su eficacia y seguridad. Allí menciona el mindfulness como un tipo de meditación, pero no hay una conclusión clara: no indican si es o no una pseudoterapia

Practicar mindfulness en un entorno seguro y guiado por profesionales sanitarios

¿Quieres practicar mindfulness? Tres consejos

Ante tanta incertidumbre sobre esta práctica, se impone actuar con prudencia, especialmente cuando se tiene algún trastorno físico o mental previo, como cuadros de estrés, ansiedad, síntomas depresivos, etc. Las recomendaciones que te hacemos desde OCU son: 

  1. Consulta previamente con un profesional de la salud. Es quien mejor puede valorar qué síntomas presentas y qué medidas serían más apropiadas para ti.
  2. Si en tu caso no hay ninguna contraindicación para la práctica de mindfulness, asegúrate de aprenderlo en un entorno seguro y de la mano de profesionales sociosanitarios especializados en este campo.
  3. Si notas cualquier síntoma adverso o malestar, abandona la práctica y consulta con tu médico. 

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