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España, líder en consumo de benzodiazepinas

Los problemas de salud mental no han parado de aumentar en los últimos tiempos. Aunque ya estamos viendo la luz al final del túnel, muchas personas sufren el impacto psicológico que ha tenido la pandemia, y cuando acuden al Sistema Nacional de Salud la solución que reciben son pastillas. 

13 mayo 2022
benzodiazepinas

Ansiedad, depresión, insomnio: los problemas crecen

Más de un tercio de los españoles tiene problemas de salud mental, según las autoridades sanitarias. Los problemas más frecuentes, los llamados Trastornos Mentales Comunes, son los de ansiedad, depresión o por somatización.

De hecho, durante la pandemia, los problemas de salud mental se han multiplicado casi por dos: ya antes de la covid-19, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) informaba de que cerca del 20% de los españoles se encontraba en tratamiento psicológico o psiquiátrico, pero desde entonces más del 40% de la población española ha acudido al psicólogo o al psiquiatra por problemas de ansiedad, y más del 30% por depresión.

Los trastornos de ansiedad y depresión son los que más aumentado, pero no son los únicos: los trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia…), del comportamiento o los intentos de suicidio están incrementándose, especialmente entre los niños y adolescentes.

Salud mental en la sanidad pública: asignatura pendiente

La Atención Primaria es la puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud para casi cualquier problema, también los de salud mental. Pero en este nivel de atención no hay especialistas en salud mental.

Según datos del Ministerio de Sanidad, ya en 2018 casi la mitad de las personas que atienden los médicos de cabecera acuden por problemas psicoemocionales, Los profesionales disponen de muy poco tiempo para atender a los pacientes y tampoco suelen contar con las herramientas o especialización para abordarlo, con lo que “se tira” de recetario, una solución que a corto plazo puede ser efectiva para tratar los síntomas, pero que no está exenta de riesgos y a la larga, no soluciona el problema.

Las guías clínicas recomiendan la psicoterapia para abordar este tipo de problemas o, al menos, un abordaje combinado con psicofármacos cuando sea necesario.

El consumo de psicofármacos en España

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), dependiente de Naciones Unidas, monitoriza la fabricación, comercio y consumo de fármacos legales. En su último informe, del año 2021, indica que España es el país que más benzodiacepinas consume del mundo.

En ese año, en España se consumieron 110 dosis diarias de benzodiazepinas por cada 1.000 habitantes. Esto significa que, durante ese año, un promedio de 110 personas por cada mil han consumido una dosis de benzodiazepina al día. Bélgica, con 84 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, y Portugal con 80 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, son otros países donde se consumen demasiadas benzodiazepinas.

Un crecimiento cada vez mayor

También la propia Agencia Española del Medicamento (AEMPS) confirma este aumento en el consumo de psicofármacos durante la última década:

  • Entre el año 2010 y 2021, el consumo de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes aumentó en más de 10 puntos, pasando de 82,50 dosis diarias por mil habitantes a 93,04 dosis diarias por mil habitantes en 2021.
  • Solo entre 2019 y 2021 el aumento ha sido de más de 6 puntos. La pandemia, claramente, no es ajena a esto.

También entre los menores

Por otro lado, la última edición de la Encuesta sobre el Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), realizada en 2021 a población adolescente entre 14 y 18 años, indica que en ese año habían disminuido el consumo de todas las sustancias excepto los hipnosedantes (tranquilizantes, sedantes y somníferos):

  • Un 13,6% de los adolescentes consumen estos psicofármacos; un punto más que el año 2019.
  • El porcentaje es mucho mayor entre las chicas, casi el doble.
  • Llama la atención que un 7,2% no tiene receta médica.

  • Además, junto con el tabaco o el alcohol, este tipo de medicamentos hipnosedantes se encuentran entre las sustancias de inicio más temprano: alrededor de los 14 años.

Bien porque los consiguen de algún modo, o bien porque los tienen en casa al alcance de la mano, lo cierto es que los adolescentes toman tranquilizantes o somníferos, lo hacen cada vez más y desde edades muy tempranas. Desde OCU consideramos que es fundamental atajar esta situación.

Benzodiazepinas: qué son y para qué sirven

Las benzodiacepinas son fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad o insomnio, entre otros.

Diazepam (Valium), Alprazolam (Trankimacin) o Lorazepam (Orfidal) son algunos de los más conocidos.

Aunque estos medicamentos son una herramienta terapéutica efectivano está exenta de efectos secundarios y riesgos, algunos especialmente graves:

  • Generan importantes niveles de dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia si se mantiene su consumo, por eso su uso está acotado en el tiempo a unas pocas semanas y es muy importante no alargarlo.
  • Tienen importantes interacciones cuando se mezclan con alcohol, otras sustancias, u otros medicamentos.

  • Hay que tener especial cuidado al volante, pues la ingesta de estos fármacos ralentiza los tiempos de reacción.

  • Entre los mayores, aumenta el riesgo de deterioro cognitivo, de caídas y fracturas.

Queremos más terapia y menos pastillas

La falta de profesionales en salud mental en el Sistema Nacional de Salud y la medicalización los problemas mentales son factores que contribuyen al aumento en el consumo de psicofármacos. Es necesario tomar medidas y destinar más recursos a la atención de la salud mental en la sanidad pública. Porque sin salud mental, no hay salud; y sin recursos no hay salud mental. ¡Únete a nuestra campaña!

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