Acné: remedios y tratamientos

El acné es una inflamación de los folículos sebáceos de la piel que produce diferentes tipos de lesiones. Se caracteriza por la aparición de espinillas o granos (conocidos en el lenguaje médico como pústulas, comedones, pápulas y nódulos). El acné suele aparecer en la cara, el cuello, el pecho, la espalda y los hombros.

Aunque es un problema que padecen entre el 50 % y el 95 % de la población adolescente, el acné también puede continuar o tener un nuevo inicio en la edad adulta, especialmente entre las mujeres antes de su período menstrual o durante el embarazo. En la actualidad, la prevalencia del acné en adultos es de un 3 % en los varones y de un 12 % en las mujeres, porcentajes que disminuyen significativamente a partir de los 45 años.

Causas del acné

Si bien es cierto que no se conocen del todo bien las causas que provocan la aparición del acné, se especula que los cambios hormonales de la pubertad pueden estar en su origen.

Durante esta etapa de la vida, el aumento de andrógenos (hormonas masculinas) fomenta la producción de sebo y esta sobreproducción obstruye los folículos pilosos. Ahí, entra en escena la bacteria Propionibacterium acnes, normalmente inocua, pero que en este caso prolifera produciendo inflamación.

Tipos de acné

La clasificación más habitual del acné tiene en cuenta el tipo de lesión que produce y su gravedad:

• Acné comedoniano o gravedad leve

• Acné papulopustular o gravedad moderada

• Acné nodular y conglobata o gravedad severa. Éste se caracteriza por la presencia de numerosos comedones de gran tamaño, dobles o triples

Para el diagnóstico de todos ellos, basta con que el dermatólogo lleve a cabo un examen visual.

Tratamiento del acné

En la actualidad, existen muchos tratamientos para el acné como, por ejemplo, son:

• Cosméticos de uso tópico (geles, lociones, cremas y jabones)

• Medicamentos de uso tópico o por vía oral. Este tipo de tratamiento suele ser efectivos, aunque los resultados no empiezan a hacerse visibles hasta trascurridos un par de meses

• Exfoliación

• Dermoabrasión

• Tratamientos con láser, los cuales también pueden ayudar a reducir las cicatrices del acné

Medicamentos

Los medicamentos recomendados por un dermatólogo para hacer desaparecer los granos pueden variar según el tipo de acné que tengamos:

• Acné leve:
  • Producto tópico a base de retinoides derivados de la vitamina A
  • Peróxido de benzoilo
  • Ácido azelaico, que ayuda a desbloquear los poros. Además, esta sustancia tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias

Los efectos no deseados de estos tratamientos tópicos son la sequedad, la irritación y la descamación de la piel.

• Acné moderado:
  • Combinaciones de fármacos de uso tópico con antibióticos orales

• Acné severo:
  • Isotretinoína (entre los nombres más comerciales, están Acnemin, Dercutane o Isdiben)

Este medicamento oral se caracteriza por ser bastante eficaz. Sin embargo, presenta numerosos efectos adversos como, ejemplo, son: el sangrado nasal, la sequedad de las mucosas y los efectos teratogénicos (puede provocar malformaciones fetales).

Para las mujeres, se usa también otro tratamiento a base de anticonceptivos orales. Estos medicamentos ayudan a reducir la producción hormonal de andrógenos, responsables del aumento de la producción del sebo.

Cosméticos

Aunque muchos cosméticos se publicitan como solución a los problemas de acné, su efecto no va más allá de una ligera mejoría del aspecto de la piel.

Entre los cosméticos que podemos encontrar en farmacias, parafarmacias y supermercados, existen productos con alfa hidroxiácidos (el ácido salicílico, el ácido glicólico o el ácido láctico). También, es posible localizar cosméticos con azufre o sulfato de zinc. Tienen un efecto exfoliante sobre la capa más superficial de la piel. Esto ayudará a retirar las células muertas, pero no a curar el acné.

Remedios caseros y tradicionales contra el acné

Tradicionalmente, la arcilla, el jabón de azufre o los aceites esenciales de plantas (bardana, caléndula, árbol del té…) se conocen como remedios para curar el acné. No obstante, esto no es así. Sólo sirven para mejorar la piel, siempre y cuando no haya inflamación. En algunos casos, pueden empeorar la piel e, incluso, producir irritación.  

Cuidados para la piel con acné

La piel con acné requiere de un cuidado especial, tanto en su higiene e hidratación como en la utilización de maquillaje.

Productos de limpieza facial

La higiene de la piel con acné es importante llevarla a cabo con cuidado. Es más, no es cierto el mito de que conviene lavarse la cara varias veces al día. Con dos veces es suficiente.

Los productos de limpieza facial deben conseguir eliminar la suciedad, pero respetando al máximo la grasa natural de la piel y sin irritarla. Lo recomendable es usarlos por la mañana y por la noche, con agua tibia y sin frotar con demasiada fuerza. En el caso de tener una piel seca, es conveniente dar suaves toques con la toalla sin arrastrar en vez de frotar.  

Por norma general, los jabones tradicionales en pastillas y los geles detergentes son buenos limpiadores, pero resultan agresivos y mal tolerados para cualquier tipo de piel.

Como alternativa, existen los syndets (synthetic detergents) o los jabones sin jabón. Presentan un poder detergente y espumante, unas propiedades dispersantes, emulsivas y humectantes, y un pH ácido que se corresponde con el pH fisiológico de la piel. Pueden presentarse en formato de panes dermatológicos o de jabones líquidos.

También, existen emulsiones y geles limpiadores que resultan eficaces y muy poco agresivos.

Hidratación de la piel

Un elemento importante para la piel con acné es la hidratación. Los productos hidratantes adecuados para este tipo de piel suelen llevar activos queratolíticos o exfoliantes y otros ingredientes como, por ejemplo, el zinc. Normalmente, se eligen en textura de gel o crema ligera para que no aporten grasa a la piel.

Maquillaje para pieles con acné

La piel con acné se puede maquillar con productos que obstruyan poco y que no sean grasos. Las texturas de maquillaje más aconsejables son el polvo, el fluido o el gel. Aunque cubren más, es recomendable evitar los maquillajes de barra y los que son compactos porque pueden favorecer un brote de acné en una piel susceptible.

Cosméticos “no comedogénicos” y oil free

Para las pieles con acné, se suele recomendar el uso de cosméticos “no comedogénicos”, es decir, que no favorecen la aparición de comedones. El problema es que no existe un listado oficial de ingredientes clasificados con esta propiedad.

Otra etiqueta muy común en los productos para piel grasa o con acné es oil free. Esto indica que el producto no lleva aceites. Sin embargo, hay muchos ingredientes oclusivos que no son aceites y que podrían aparecer en un cosmético oil free como, por ejemplo, las ceras (sintéticas y naturales) y las siliconas. No obstante, no existen evidencias de que todos los ingredientes grasos favorezcan la aparición de brotes de acné o comedones.

Las denominaciones “no comedogénicos” y “oil free” no están reguladas por ninguna normativa y pueden significar una cosa diferente en cada producto. Por tanto, desconfía de este tipo de etiquetas y elige el producto con una textura más ligera (líquida, gel o con base acuosa).