Informe

Sí a los alimentos producidos con bienestar animal

A los consumidores nos preocupa que nuestros alimentos de origen animal hayan sido producidos con garantías de calidad y seguridad. Y también que se respeten unas normas básicas de bienestar animal en la producción. ¿Hasta qué punto esto es cierto? ¿Estamos dispuestos a pagar más por ello? Una encuesta nos da las respuestas.

27 febrero 2024
animales bien cuidados

Buscamos que nuestros alimentos sean seguros y de calidad. En el caso de los productos alimentarios de origen animal esto es algo que pasa porque esos animales de los que provienen nazcan, crezcan y vivan en unas buenas condiciones, es decir, que cuenten con unas condiciones mínimas de bienestar animal.

Alimentos producidos por animales, pero ¿cómo?

Parte de los alimentos que consumimos muchos de nosotros son de origen animal: bien producto de los animales (leche y otras lácteos, huevos, miel...), o bien directamente los propios animales. Pero, ¿qué sabemos realmente de las condiciones de crianza y explotación de estos animales? ¿El bienestar animal es un tema que nos preocupa? En OCU, en colaboración con BEUC e ICRT, y junto a otras asociaciones europeas, hemos realizado una encuesta que pretende arrojar luz sobre este asunto. 

Una encuesta europea alentada por BEUC

BEUC, organismo que agrupa a diversas organizaciones de consumidores europeas, OCU entre ellas, ha planteado una encuesta en 8 países de la Unión Europea: además de España, en Alemania, Bélgica, Hungría, Italia, Países Bajos, Portugal y Suecia. En cada país hemos obtenido más de 1.000 respuestas, y a partir de ellas podemos conocer de primera mano las inquietudes de los consumidores europeos en general y españoles en particular sobre el bienestar y tratamiento de los animales destinados a uso humano. Los temas que se abordan son muy amplios: desde su interés y sensibilidad sobre este tema, a si estaban dispuestos a pagar más por unas condiciones mejores; y desde la información que tienen (y la que desearían tener), al etiquetado, o su opinión sobre las normas que regulan la producción de alimentos a partir de animales o las importaciones de otros países.

Las respuestas recibidas muestran que, en general, es un tema que a los consumidores nos interesa, y que querríamos un mayor bienestar para los animales, más protección para los animales de granja pero al mismo tiempo, que nos consideramos poco informados sobre las condiciones de crianza y producción. 

Un asunto que nos concierne a todos

De entrada, preguntamos a los consumidores cómo les parecía de importante el tema el bienestar animal,: según las respuestas, 7 de cada 10 españoles le da mucha importancia al bienestar de los animales de granja.

te preocupa

Es comprensible el interés por este tema, ya que los animales forman una parte básica de la dieta de la mayoría de los españoles. Según la encuesta, un 97% de los encuestados comen carne o pescado, y además lo hacen con frecuencia: el 39% de los usuarios come carne al menos 5 días a la semana y llega al 17% el porcentaje de los que comen carne a diario.

Queremos su bienestar, pero no a cualquier precio

Nos importan las condiciones de crianza, pero ¿estaríamos dispuestos a pagar más por unos alimentos producidos con mejores estándares de bienestar? Pues no todos: un 42% no está dispuesto a pagar más, algo que puede resultar bastante comprensible si pensamos que 4 de cada 10 encuestados confiesan tener dificultades para costearse la carne de vacuno, y el pescado fresco está fuera del alcance para la mitad de los encuestados.

En cambio, sí hay un 58% de los encuestados está dispuesto a pagar más, algunos hasta un 20% más. Son las personas con una situación económica más desahogada y quienes están más inquietas por el bienestar de los animales de granja quienes están más dispuestos a hacer un esfuerzo.

pagar mas

¿Y en caso de que la carne encareciera su precio, para poder satisfacer unos requisitos de producción más exigentes? Pues los consumidores, claramente, buscarían alternativas:

  • comprar carnes más baratas (pollo o cerdo en vez de ternera o buey) es algo que harían seguro el 45% de los encuestados, y probablemente un 38%;
  • elegir piezas menos “nobles" (optando por los cortes más económicos, alitas en vez de muslos, por ejemplo), es algo que harían seguro o probablemente 3 de cada 4 encuestados;
  • comer más legumbres o sustitutos vegetales de la carne es lo que harían el 68% de los encuestados;
  • un 24% de los encuestados dice que seguro que comería menos carne, y otro 41% responde que probablemente lo haría.

qué harías si sube precio

Recelosos con el márketing sobre bienestar animal

Los consumidores reconocemos estar poco informados de las condiciones de los animales criados para consumo humano. En realidad, esa información la obtenemos de etiquetados, envases, alegaciones y otras informaciones que acompañan a los productos que compramos.

En estos momentos en que tanto no preocupan los productos eco, bio, orgánicos, de proximidad... no es extraño encontrarnos productos “con apellido”: pollos criados en libertad, carne originaria de una determinada zona, quesos artesanos...

  • El caso de los huevos, con su código e información sobre la forma de crianza de las gallinas que los ponen, es paradigmático (aunque el 85% de los encuestados saben que existen esos códigos que están impresos en la cáscara, menos de la mitad son capaces de interpretarlos).
  • En otro tipo de productos de alimentación estas alegaciones o informaciones sobre las condiciones de crianza y bienestar son menos comunes (solo el 55% las ha visto alguna vez, y no siempre), y no nos fiamos mucho de ellas aunque no nos gustaría que nos mintieran sobre esto: si supiéramos que alguna de esas alegaciones fuera mentira, muchos optarían por dejar de comprar este producto.

Nos falta información

Creemos que sabemos poco... y es que efectivamente es así. Nuestros entrevistados se consideran mal informados sobre el bienestar animal (54% dice que están poco informados o nada en absoluto). No es solo una percepción: de hecho, un pequeño test de 8 preguntas sobre crianza y medidas de bienestar animal dio un resultado muy malo, a tenor de las respuestas al test, solo un 22% de los encuestados parece estar bien informado.

También hay prejuicios e idea preconcebidas, que hacen que, por ejemplo, un buen porcentaje de encuestados piense que son malas las condiciones de crianza de las aves o los cerdos, pero que son mejores las del ganado bovino o los peces.

 cómo son

Aunque hay algunas cosas que tenemos bastante claras: 

  • El 78% de los españoles encuestados piensa que un mayor bienestar animal da como resultado alimentos más seguros para los consumidores.
  • El 77% considera que esas mejores condiciones de bienestar animal se traducen en alimentos más saludables.
  • El 68% de cada 10 opina que un mayor bienestar de los animales dará como resultado alimentos mejores, con mejor sabor.

Queremos una norma justa... e igual para todos

En lo que una gran mayoría, casi 9 de cada 10 encuestados, coincide es en que es importante implementar nuevas leyes para garantizar el bienestar de los animales de granja. El 53% lo considera muy importante.

leyes

Otra cosa en la que la mayoría de los encuestados está de acuerdo (nada menos que un 82%) es en que las importaciones de productos animales deberían estar sujetas a las mismas normas de bienestar que las que deben respetarse en los alimentos producidos en la Unión Europea, pero no siempre es el caso,.

Yendo más allá, el 77% de los consumidores encuestados quisiera que la Unión Europea proporcionara fondos a los productores para implementar normas más estrictas de bienestar animal

Consumidores y productores no deben ser quienes paguen

Lo que está claro es que la transición a sistemas de mayor bienestar de los animales de granja debe ser justa para los agricultores y los consumidores. Por eso, desde OCU pedimos que el gobierno garantice que el coste hacia una producción con mayor bienestar animal se comparta equitativamente en toda la cadena de valor y no sea asumido únicamente por los consumidores. Tampoco los productores, ganaderos y agricultores,tampoco deberían ser los más afectados.

Sí a un consumo saludable y sostenible

Una propuesta que beneficiaría tanto a la salud, como al entorno, el clima y los animales sería comer menos alimentos de origen animal y seleccionar solo los producidos en mejores condiciones. Pero no es sencillo: los consumidores necesitan ayuda para que los alimentos más saludables se conviertan en la opción más fácil.

  • El 52% piensa que hay pocas opciones de productos alimenticiarios respetuosos con el bienestar animal disponibles en las tiendas.
  • El 34% cree que es poco lo que puede hacer como consumidor particular para mejorar las cosas.

Sin embargo, aunque solo somos uno más de los agentes implicados, sí es mucho lo que los consumidores podemos hacer para cambiar las cosas. Nuestras elecciones, nuestras decisiones de compra pueden influir a las demás partes de la cadena: elegir alimentos criados con garantías, apoyar a productores locales, preferir productos mejores, cambiar poco a poco nuestros hábitos hacia una dieta más sostenible es tarea de todos y a la larga dará resultados, mejorando el bienestar de todos, animales incluidos.