22 de marzo. Día del Agua

Es un hecho: la sequía amenaza a España, y en algunas zonas del país empieza a ser una realidad preocupante. Una encuesta realizada por el CIS el pasado año 2023 reveló que al 89 % de los ciudadanos nos preocupa la sequía. Esta inquietud ha llevado a que un 70% de los encuestados ya esté ahorrando agua en su vida diaria, duchándose en vez de bañarse (69%), haciendo un uso eficiente de los electrodomésticos (36%), instalando reductores de caudal y aireadores en grifos y duchas (26%), haciendo un uso más eficiente del inodoro (18%) o recogiendo en un cubo el agua hasta que sale caliente (18%).

El Día del Agua, el 22 de marzo, es una buena ocasión para recordar esas medidas de ahorro de agua, ver cómo podemos completarlas cada uno en nuestro hogar y optimizar la forma en que usamos el agua con hábitos adecuados y dispositivos ahorradores. 

Solo un 1% del agua para consumo humano

Aunque vivimos en el “Planeta azul”, solo el 2,5% del agua en el mundo es agua dulce, gran parte de ella está retenida en glaciares y casquetes polares. Solo nos queda menos del 1% para el consumo humano, según Naciones Unidas, y no se destina únicamente a beber. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, en España, más del 80% del agua se utiliza para regadío y usos agrarios. La extracción de agua de lagos, ríos o aguas subterráneas puede contribuir al “agotamiento” del agua disponible y el uso intensivo de productos fitosanitarios con fines agrícolas ha aumentado la ecotoxicidad del agua dulce en España.

Más de 130 litros por persona y día

Pero ¿qué ocurre con el agua que consumimos directamente en nuestras casas? Según el Instituto Nacional de Estadística, el consumo promedio de agua en los hogares españoles es de 133 litros por persona al día. De estos consumos directos de agua en el hogar, solo 2 litros son para beber. La higiene personal (36%), el inodoro (32%) y la cocina (27%) se llevan la mayor parte.

¿Cómo ahorrar agua en casa?

Para hacer un consumo de agua razonable y reducir el despilfarro en el hogar, lo mejor es incidir en los puntos de mayor consumo: el baño y la cocina. Cambiar nuestros hábitos hacia estilos de vida más sostenibles es muy fácil y, como muestran las encuestas, la mayoría de los ciudadanos ya lo están haciendo.

En el baño:

• Lo que más hacemos es elegir la ducha en vez de la bañera. Un hábito muy efectivo, ya que una ducha corta de cinco minutos consume solo una cuarta parte del agua necesaria para llenar la bañera. En el caso de que algún familiar solo pueda bañarse (menores, personas dependientes...), siempre se puede llenar la bañera por debajo de la mitad.
• Un hábito bastante evidente es cerrar el grifo cuando no lo estés usando para evitar un consumo innecesario, ya sea al lavarte los dientes, fregar los platos o afeitarte.
• Podemos colocar aireadores o reductores de caudal y limitar el caudal a un máximo a 6 litros/min. También es útil optar por duchas con grifos termostáticos y monomando, que tardan menos en ofrecer el agua a la temperatura deseada evitando el despilfarro.
• Comprueba que los grifos se cierran bien y no gotean. Las pequeñas fugas no siempre son perceptibles. Un grifo o una cisterna con una fuga, aunque sean unas pocas gotas por minuto, produce pérdidas de alrededor de 30 litros diarios. ¡Repáralos!
• Para ahorrar agua en el inodoro es útil elegir una cisterna con botón de doble descarga o instalar mecanismos que se adapten a tu cisterna actual, el botón de “aguas menores” gasta menos de la mitad que el de la cisterna completa. ¡Y evita usar el inodoro como papelera!

En la cocina:

• Espera a tener varias piezas de vajilla sucias para lavarlas juntas. Ten en cuenta que si lavas a mano y con el grifo abierto, gastas más agua que poniendo el lavavajillas con la carga completa. Si tienes que renovar el tuyo, consulta nuestro comparador de lavavajillas para elegir uno eficiente.
• Para lavar la fruta y verdura es mejor usar un recipiente en lugar de dejar correr el agua.
• Si se te estropea la lavadora y tienes que comprar una nueva, elige una lavadora eficiente y ponla solo cuando esté llena, podrás ahorrar ¡hasta 3700 litros de agua al mes!
• Llena el hervidor eléctrico solo con el agua que necesites. Así, además de ahorrar agua, ahorras energía.

En el jardín:

• Si tienes plantas en casa o en un jardín, recuerda que puedes regarlas con el agua previamente dedicada a otros usos: lavado de frutas y verduras, agua fría de la ducha, etc.
• Usando aspersores o sistemas de riego por goteo en lugar de una manguera, gastarás menos agua para regar el jardín. Además, regar por la noche hace que se pierda menos agua por evaporación. Lo mejor es adaptar la vegetación de tu jardín al clima de la región (el césped depende de la variedad no es muy adecuado en las zonas secas, pues exige mucha agua).
• Las piscinas en las que hay que renovar el agua como las piscinas portátiles de plástico gastan mucho más, por lo que incluso se están prohibiendo en algunas regiones.

En la calle:

• Si detectas una fuga en la calle, avisa a los servicios municipales o a la compañía distribuidora para que la reparen lo antes posible.
• A la hora de lavar el coche puedes elegir llevarlo a túneles de lavado profesionales donbde el agua recircule, ya que lavarlo con manguera consume más de 500 litros por coche. 

Apuesta por dispositivos ahorradores

Muchos hogares ya cuentan con dispositivos para ahorrar agua.

• Si vas a comprar un grifo nuevo, lo mejor es elegir un modelo que haga un consumo eficiente de agua “de serie”, con reductor de caudal incorporado, sensores electrónicos, o un grifo termostático.
• Si tu grifo de lavabo o de cocina está en buen estado, por poco dinero (desde 2 euros) puedes comprar accesorios para hacerlo más ahorrador, como reductores de caudal, aireadores y perlizadores que indiquen expresamente que ahorran agua.
• Para las duchas puedes buscar alcachofas de ducha economizadoras de agua (desde 6 euros), o reductores de caudal para la manguera (desde 4 euros).
• Y si aún no lo tienes, merece la pena comprar un mecanismo de doble pulsador para la cisterna (desde 10 euros).

 

En OCU hemos analizado los principales dispositivos ahorradores para grifos, duchas e inodoros y hemos comprobado que no todos valen. Si compras uno poco eficiente, puede que gaste incluso más que tu dispositivo actual. Y si es “demasiado eficiente”, no te dará el suficiente confort y acabarás teniendo el grifo abierto más tiempo. Así que te recomendamos que uses dispositivos ahorradores, sí, pero que antes te informes del consumo actual de tus grifos y sanitarios, lo comparares con el caudal que ofrecen los dispositivos disponibles en las tiendas y tengas en cuenta los resultados de nuestros comparativos. 

Ahorrar agua, una tarea de todos

Es el momento de dar un paso adelante para un consumo mejor, más racional.

Desde OCU pedimos a las administraciones y autoridades competentes:

• Diseñar planes de gestión de agua a largo plazo accesibles para los ciudadanos.
• Mejorar las infraestructuras para minimizar las pérdidas de agua en la red de distribución.
• Involucrar a los consumidores en el ciclo del agua a través de la educación.
• Poner en marcha una etiqueta de eficiencia hídrica que sirva de referencia para los consumidores.

Además, pedimos a los fabricantes:

• Proporcionar información rigurosa sobre el ahorro de agua en sus dispositivos. Frases como "reduce 60% el caudal del grifo" no pueden considerarse fidedignas, ya que dependen de las características de cada vivienda. Estas alegaciones deben ser reemplazadas por el caudal medido a una presión de, por ejemplo, 3 bares.

Y recomendamos a los consumidores:

• Que adopten hábitos de ahorro de agua en sus hogares, incluyendo el agua invisible que se encuentra detrás de los productos que compramos.
• Evaluar la eficiencia de sus dispositivos actuales y valorar la instalación de dispositivos ahorradores como los que recomendamos en nuestros análisis de ahorradores para grifos, duchas y cisternas