Informe

Grifos de agua termostáticos

01 enero 2011
water

“Yo siempre me ducho con el agua a 38 ºC” Esto sólo es posible con un grifo termostático, que permite graduar y mantener exactamente la temperatura seleccionada. El caso es que no todos los grifos termostáticos que hemos analizado funcionan como deberían, lo que se traduce en incomodidad y, sobre todo, en un despilfarro de agua y energía.

Un grifo termostático se diferencia de uno clásico por la presencia de un preselector de temperatura que mantiene el calor deseado. La elección se hace con una escala en grados que vienen en el mando del grifo. Este sistema permite al consumidor cerrarlo para enjabonarse y abrirlo después con la tranquilidad de saber que el agua sigue en su punto. Si también se puede fijar el caudal, como ocurre en muchos modelos, el invento es redondo.

Grifos termostáticos para ahorrar agua y energía

  • Ducharse, llenar la bañera o enjuagarla después de su uso son tareas que requieren distintas cantidades de agua. Si necesita cambiar su grifería es el momento de adquirir grifos que ayuden al ahorro.

Tipos de grifos de agua termostáticos

  • En el mercado existen tres sistemas adaptados a los nuevos criterios ahorradores.
    • Monomando. Controlan más fácil y rápidamente el caudal y la temperatura que los modelos de toda la vida.
    • De cierre automático o electrónico. Pensados especialmente para los lugares públicos, donde evitan el despilfarro de los grifos mal cerrados.
    • Termostáticos. En casa, son los más ahorradores. Si, además, disponen de dispositivos para limitar el caudal y la temperatura y para seleccionar el tipo de chorro de nuestro grifo, serán aún más efectivos. Otra de sus ventajas: hacen que el usuario desarrolle buenos hábitos. Si sabe que la temperatura no habrá variado al volver a abrir el grifo para enjuagarse, sin duda no le costará cerrarlo durante el enjabonado. En esta operación habrá economizado unos cuantos litros de agua…
  • El baño y la ducha suponen nada menos que el 39% del gasto diario de agua. Reducir ese consumo es muy fácil si ponemos algo de nuestra parte. Algunas acciones no cuestan ningún esfuerzo y ayudan a no despilfarrar:
    • Controle el flujo de agua de la cisterna.
    • Mejor ducharse que bañarse.
    • Limite la duración de la ducha (cinco minutos son más que suficientes).
    • Cierre el grifo mientras se enjabona. Si lo hace así, una ducha de 5 minutos supone un ahorro de 40 m 3 al año por persona.

Seleccionar el chorro en los grifos de agua termostáticos

  • Además de elegir la temperatura del agua, los grifos termostáticos permiten elegir el tipo de chorro que más le apetezca, es decir, que según el filtro que elija podrá escoger entre las siguientes clases de chorro:
    • Spray: La salida de agua es en forma de lluvia.
    • Laminado: Concentra la salida de agua produciendo un efecto masaje, sin mezcla de aire. Es el más indicado, por ejemplo, para llenar la bañera.
    • Aireado: El agua se mezcla con aire, consiguiendo una sensación menos punzante. Es el más apropiado para lavarse las manos. La mayoría de lo modelos vienen con una boquilla de este tipo.
  • También, una gran parte de los grifos termostáticos disponen de una posición ECO que permite fijar el caudal para no sobrepasarlo y ahorrar agua, ya que en algunos casos, el agua que se pierde hasta conseguir la temperatura ideal puede ser hasta de 10,5 litros.

Ajustar temperatura grifo termostático

Cuando los grifos termostáticos están regulados al máximo, es la caldera la que determina la temperatura del agua. El peligro de sufrir una quemadura aumenta y para evitarlo estas griferías suelen llevar un limitador regulado en unos 38 ºC. No obstante, un botón suprime esta limitación, en caso necesario. Como, de cualquier forma, los niños pueden sentirse atraídos por ese pulsador y apretarlo, recomendamos seguir algunos consejos para evitar accidentes.

  • Regule la temperatura de su caldera para evitar una temperatura excesiva en cualquier circunstancia. Además ahorrará agua.
  • Llene la bañera antes de meter al niño y compruebe la temperatura. Evite, en lo posible, añadir agua mientras el pequeño esté dentro.
  • No deje a los niños solos durante el baño. Llevados por su afán de jugar pueden accionar los grifos y quemarse.