Guía de compra

Cómo elegir un termo eléctrico

20 enero 2023
termo eléctrico

Si necesitas producir agua caliente, un termo eléctrico puede ser la solución. OCU te da las claves para elegir el aparato que mejor se adapte a tus necesidades. Descubre los distintos tipos de termos, cómo calcular la capacidad que te hace falta, cómo pueden apoyarse con la instalación solar térmica, etc.

Hay diferentes maneras de calentar el agua de toda la casa. Algunas viviendas cuentan con instalaciones de calefacción y agua caliente comunitarias y en otras hay calderas individuales que abastecen también de ambas cosas. Si tu vivienda es de construcción reciente, contarás con una instalación solar térmica. Pero si tu casa no dispone de sistemas centralizados de calefacción y agua caliente, tendrás que optar por el termo eléctrico o el calentador de gas.

¿Termo eléctrico o calentador de gas?

Si tu casa no dispone de acceso a la red de gas canalizado, un termo eléctrico es una buena opción para obtener agua caliente sanitaria (ACS). Suelen ser más comunes en apartamentos de vacaciones o segundas viviendas, pero se pueden usar en residencias principales sin problema.

Frente a los calentadores de gas, un termo eléctrico es más fácil, rápido y barato de instalar, no necesitan pasar revisiones ni mucho mantenimiento y no emiten gases contaminantes ni de efecto invernadero, por lo que es una tecnología más limpia.

Por último, pero no menos importante, si tienes una tarifa con discriminación horaria, puedes programar el termo para que caliente en el horario de electricidad más barata, sacando el máximo partido a la tarifa contratada.

Eso sí, al instalar un termo puede que necesites subir la potencia contratada en tu vivienda al menos 1 kW para asegurarte de que todos tus aparatos funcionen sin cortes de energía. Con esto, se encarecerá algo el término fijo de tu factura de la luz. Lo más cómodo es utilizar alguna calculadora de potencia online.

Con un calentador, tendrías que recurrir a gas butano o propano en botellas o almacenado en un depósito, con las necesidades de espacio y los riesgos que tiene.

Si ya tienes claro que vas a poner un termo, te aconsejamos que sigas estos pasos para elegirlo.

Tipos de termos eléctricos

Un termo eléctrico es un aparato bastante sencillo, formado por un depósito metálico y una resistencia eléctrica que calienta el agua.

Termos eléctricos instantáneos

Hay una variedad de termos eléctricos capaces de calentar el agua de manera instantánea, como si se tratara de un calentador de gas. Sin embargo, no son aparatos recomendados para una instalación doméstica, debido a que requieren contratar mucha potencia. A veces se usan en tiendas, restaurantes, etc.

Termos eléctricos convencionales

La resistencia eléctrica funciona hasta una temperatura determinada (suele ser unos 60 ºC). Entonces, esa resistencia se apaga y el agua se almacena hasta que abres el grifo de agua caliente. Cuando el agua almacenada se gasta y entra agua fría en el depósito, se requiere cierto tiempo para calentarla. Este tipo de termo es el más habitual en las viviendas.

¿En qué fijarse al elegir un termo para tu hogar?

En este tipo de termos es crucial elegir bien la capacidad, pero también hay que valorar otros aspectos. Toma nota.

Capacidad

Por su funcionamiento, en los termos eléctricos que no calientan el agua al instante, debes buscar un modelo de capacidad suficiente para adaptarse a las necesidades de tu hogar, tanto por la cantidad de agua sino como por los hábitos de consumo. 

El consumo medio en España de agua caliente suele ser de aproximadamente 35 litros al día por persona, teniendo en cuenta duchas, agua para fregar los platos, uso del baño y demás usos regulares. Este dato es clave a la hora de que selecciones un aparato que no solo cubra la demanda diaria por persona, sino que tenga cierta holgura para poder afrontar días de exceso de demanda.

Estos son unos consumos de agua estimados por actividad, para que puedas tener una mejor visión de la capacidad necesaria:

  • Ducha: 25/30 litros por persona.
  • Fregar: los platos: 5 litros de agua por persona.
  • Lavabo: 5 litros por persona.

A partir de ahí, se puede calcular la capacidad mínima que debería tener tu termo en función de cuantos seáis en casa

Nº de personas Litros necesarios
1 50
2 80
3 100
4 150
5 200
Nº de personas Litros necesarios
1 50
2 80
3 100
4 150
5 200

Si en casa soléis tomar las duchas a la misma hora, o estimas que a alguna hora del día hay un consumo alto y simultáneo de agua caliente, es aconsejable que la capacidad del termo sea algo mayor que la que se indica en la tabla.

Tipo de resistencia

Un aspecto que distingue unos termos de otros es el tipo de resistencia eléctrica, que puede ser:

  • Blindada: va sumergida directamente en el agua, por lo que la transmisión de calor es directa y más rápida. La desventaja de las resistencias blindadas es que son más vulnerables al desgaste debido a la cal del agua y, además, para sustituirlas en caso de avería es necesario vaciar la cuba. Los termos eléctricos con este tipo de resistencia suelen recomendarse para zonas con agua blanda.
  • Envainada: este tipo de resistencia va alojada en un cilindro y, por tanto, no está en contacto directo con el agua. Se desgasta menos y es más fácil de cambiar, pero el agua tarda más en calentarse. Los termos con resistencias eléctricas envainadas son más aconsejables para las áreas con agua dura.

Además del tipo de resistencia, deberás elegir también su potencia. Esta característica determinará la velocidad a la que se calentará el agua: a mayor potencia, más rápido.

Si no conoces el grado de dureza del agua en tu zona, este mapa te puede servir de orientación:

mapa nivel de dureza agua en España

Potencia y consumo

Una mayor potencia no tiene por qué traducirse en más consumo, ya que depende del tiempo de funcionamiento. Un termo de alta potencia consumirá más que uno de menor potencia, pero lo compensará con un menor tiempo de funcionamiento, ya que calienta el agua más rápido.

El consumo depende de la eficiencia del aparato, que viene medida por la clase energética. Desde 2017 los fabricantes de termos eléctricos están obligados a poner etiquetas energéticas a sus aparatos para identificar su clase energética, esta se clasifica por letras y va desde la A+++ (mayor eficiencia) hasta la G (menor eficiencia).  Este consumo es una estimación de uso que los fabricantes suelen calcular en base a un determinado perfil de carga y puede que no coincida con el uso que vayas a hacer . En OCU te recomendamos que utilices este dato para hacer comparaciones entre termos eléctricos y no para saber cuál será tu gasto anual.

Una etiqueta de eficiencia energética contiene los siguientes datos:

etiqueta energetica para calentadores electricos

Si quieres consultar todos los modelos de termo eléctrico que OCU ha analizado, consulta nuestro comparador:

Comparador de termos eléctricos

Apoyo al sistema solar térmico

Desde 2007, es obligatorio instalar un sistema solar térmico en viviendas de obra nueva y en las reformas de instalaciones térmicas de producción de agua caliente sanitaria: estos colectores solares calientan el agua mediante la radiación solar que captan y acumulan el agua así calentada en un depósito hasta el momento de su uso. Es un funcionamiento muy similar al del propio termo eléctrico. Normalmente, el agua se precalienta gracias a la energía solar y el termo eléctrico funciona solo si se necesita más temperatura o el agua acumulada no es suficiente, de forma que se reduce notablemente su consumo de electricidad.

  • Si ya cuentas con un sistema de paneles solares para agua caliente sanitaria, comprueba que el termo que vayas a instalar es compatible con la instalación solar que sirve para precalentar el agua. El calentador trabajará menos y así ahorrarás energía y dinero.
  • Si tu vivienda o el edificio en el que vives no tiene este sistema de apoyo solar, puedes considerar su instalación. Un acumulador solar térmico suele costar entre 1.000 y 4.000 euros dependiendo de su capacidad, y se tarda unos 6 años y medio en amortizarlo.

Consejos de ahorro y mantenimiento

Los termos eléctricos, a diferencia de los calentadores de gas no requieren de revisión periódica obligatoria, pero si que es recomendable que sean revisados cada dos años por parte de un técnico profesional.

Para mantener tu termo siempre a punto:

  • Desconecta el termo en periodos donde no se va a utilizar, por ejemplo, si te vas de vacaciones. Reducirás el consumo y también el deterioro del aparato.
  • Sustituye el ánodo periodicamente, pues esta pieza previene la corrosión de los metales en contacto con el agua.  La dureza del agua y la cumulación de cal puede hacer que deje de funcionar correctamente, poniendo en peligro al equipo. Es una pieza que se puede sustituir con facilidad y se recomienda cambiarla al menos cada dos años.
  • Resetea el termostato: en ocasiones, el termostato se desajusta y conviene resetearlo para asegurarse de que calcula bien la temperatura.
  • Presta atención a las resistencias. La cal se puede depositar en ellas y reducir la eficiencia del termo drásticamente. Si esto ocurre, avisa al técnico.

resistencia de termo con cal acumulada

Más preguntas sobre termos eléctricos

¿Cómo instalar un termo eléctrico?

Para instalar un termo eléctrico simplemente necesitas elegir una pared que pueda soportar el peso del equipo y con acceso a una toma de agua caliente y fría a menos de 2 metrosTambién hace falta una toma de corriente cercana. Es importante que el enchufe no esté cerca de grifos o duchas, ni en un espacio demasiado húmedo o en el que se puedan prever fugas de agua.

Aunque la instalación sea sencilla, es necesario que la realice un técnico cualificado para evitar cualquier riesgo.

El mantenimiento debe ser periódico según lo indicado por el fabricante y realizado por técnicos cualificados, preferiblemente recomendados por la marca del aparato.

¿Qué pasa si el agua de mi localidad es muy dura?

En los termos eléctricos, si el agua es muy dura, la cal que contiene se precipita y se acumula en los conductos y en las resistencias eléctricas. Al depositarse la cal en las resistencias, el intercambio térmico se dificulta y se necesita más energía para calentar el agua hasta la temperatura fijada, por lo que el aparato se vuelve ineficiente. En casos más graves, se pueden llegar a obstruir conductos.

¿Cuáles son las averías más comunes en un termo?

Los fabricantes identifican las siguientes averías como las más comunes en termos eléctricos:

  • Excesiva cantidad del cal.
  • Deterioro de las resistencias eléctricas.
  • Pérdidas o fugas de agua.
  • Fallo en el encendido.
  • Goteo y oxidación en la válvula de seguridad.

¿Cómo sé que es momento de cambiar mi termo eléctrico?

La duración habitual de un termo es de 5 a 10 años, que se pueden alargar a 15 con un buen mantenimiento.

No obstante, el indicador más fiable es el goteo en la válvula de seguridad, que indica que la presión dentro del termo no es la correcta. Si ese goteo viene acompañado por óxido, puede ser un buen indicador de que el termo ya es demasiado antiguo y merece la pena comprar uno nuevo.

¿Debo purgar las tuberías antes de poner un termo eléctrico en marcha?

Sí, se deben purgar las tuberías antes de poner en marcha un termo eléctrico para evitar que entre aire en el circuito y que eso suponga un problema a la hora de presurizar el dispositivo. Para purgar las tuberías, basta con abrir un grifo cercano al termo y dejar correr el agua durante un par de minutos.

¿Cómo limpiar el termo?

El calentador debe limpiarse por fuera, conforme dicte el manual de instrucciones. Basta con pasar un paño húmedo para eliminar el polvo exterior. Nunca toques ni alteres el interior del dispositivo, ni retires la cubierta del aparato para limpiarla. Sólo los técnicos cualificados pueden acceder al interior de los dispositivos.