Smartphones: durabilidad y reparabilidad

Productos con mejor calidad y vida útil

Los consumidores queremos productos de calidad y duraderos. Y buscamos este objetivo con el proyecto PROMPT.

PROMPT: Un proyecto contra la obsolescencia

Batería y pantalla, los puntos débiles

Los móviles lideran el ranking de problemas (más de un 28% de los problemas reportados en España se refieren a estos dispositivos), y lo mismo sucede en Alemania, Bélgica e Italia. La batería es lo que más falla, seguida del sistema operativo y la pantalla.

Así pues, se determinaron 2 partes prioritarias: la pantalla y la batería, dejando fuera de este proyecto el sistema operativo ya que no se trata de una parte física en la que se pueda estudiar la resistencia o reparabilidad del dispositivo, aunque sí se incluyeron algunos aspectos de este en la parte de mantenimiento y en la política de marca. A continuación detallamos las pruebas y los resultados que nos resultaron más relevantes.

Estudio de durabilidad

Incluimos diferentes cuestiones para saber la vida útil real de estos productos. Nuestras pruebas revelaron grandes diferencias en la resistencia a las caídas... y al agua, un punto débil de muchos modelos, que otros en cambio ya han conseguido superar.

Mantenimiento

• Batería. Varias investigaciones afirman que la carga rápida conduce a una mayor degradación de la batería. Por lo tanto, es muy importante que los fabricantes aborden algún tipo de solución para disminuir el número de veces que se carga el teléfono con carga rápida, como preguntar al usuario cada vez que lo carga,limitar la potencia o realizar una carga inteligente (más rápida al principio y más lenta al final) o, al menos, se informe al usuario de los riesgos. Y también es importante que proporcionen información clara y fidedigna sobre el estado de salud de la batería, como el número de ciclos de carga o la capacidad real de la batería. 
• Actualización de software. La cantidad de años que el smartphone recibirá soporte de software del fabricante es directamente proporcional a la cantidad de años que el dispositivo mantendrá las condiciones iniciales de funcionamiento. Pero solo uno de los fabricantes ofrecía un compromiso de actualizar “durante aproximadamente 5 años después de la primera fecha de lanzamiento”. A nuestros ojos insuficiente. Ya que creemos que se debe actualizar durante 5 años desde la fecha de compra del producto, sea cuando sea. 

Pruebas de caída

Se hicieron varias pruebas diferentes para medir la resistencia general del teléfono a caídas accidentales variando la altura, la superficie de impacto y el número de caídas. Algunos modelos sobrevivieron a 200 caídas desde 1 metro sobre una superficie de piedra mientras que otros no llegaron ni a 50. Lo que demuestra claras diferencias de durabilidad entre ellos.

En cambio, todos sobrevivieron a 250 caídas desde 1 metro sobre una superficie de metal. Esto es muy interesante porque la nueva propuesta de ecodiseño para smartphones, aunque está todavía en la fase de recogida de datos, prevé proponer tan solo 45 caídas sobre metal, lo que nos hace pensar que todos los modelos sacarán buena nota en el examen cuando en realidad nuestros tests demuestran que sí hay diferencias importantes entre ellos.

Resistencia al agua

En nuestro test de smartphones, la mayoría de pasa sin problema el test de lluvia, donde irrigamos ligeramente los teléfonos durante 5 minutos. Por ello sabemos que todos los teléfonos disponen de algunas medidas de protección frente a la humedad y al agua. Pero en esta ocasión quisimos ir un poco más lejos y ver qué ocurría tras un tiempo de uso (y degradación de la medidas de protección). Así que sometimos todos los teléfonos a 20 caídas desde un metro sobre metal. Y después hicimos un test ligero de lluvia y un test de inmersión en agua a aquellos modelos que decían tener una protección al agua frente a inmersión.

Los resultados también fueron sorprendentes: tras ser pasados por agua, algunos sufrieron algunos defectos en el micrófono, los altavoces o la pantalla, pero todos funcionaron correctamente, una vez secos. Así que fuimos más allá y los sometimos a otras 30 caídas desde 1 metro sobre metal. Entonces ya sí vimos las diferencias entre ellos: 1 de los modelos no sobrevivió al ligero test de lluvia y de los 2 modelos que eran sumergibles, uno de ellos tardó más de 1 semana en recuperar toda la funcionalidad de la pantalla.

Esto nos confirma que se puede pedir a los fabricantes más resistencia al agua en sus teléfonos, y apoyamos completamente la nueva norma de ecodiseño que obliga a los teléfonos que no tienen una batería extraíble a tener una certificación IPx4 (protección frente a salpicaduras de agua) y a ser sumergibles a aquellos teléfonos que no tienen una batería extraíble, pues se entiende que entonces pueden aplicar mejores medidas de protección frente al agua.

Vida útil de la batería

La nueva norma de ecodiseño de los móviles prevee que los teléfonos que no tienen batería extraíble deberían soportar más de 1000 ciclos de carga y descarga sin perder más de un 20% de su capacidad inicial. Esto son más o menos unos 5 años de uso. La norma es clara, pero medir que se cumple no es nada sencillo. Para simular 5 años de uso en un tiempo razonable, es necesario hacer ciertos trucos: automatizar la carga y descarga de los teléfonos con un uso intensivo (no muy realista), disminuir el ciclo para que no se apague completamente el teléfono, etc. y, aun así, tardamos 16 meses en completar los 1000 ciclos de todos los teléfonos.

Además, los resultados que obtuvimos en los 2 laboratorios diferían mucho unos de otros. Y es por falta de un estándar que defina todos y cada uno de los parámetros: el tipo de escenario que se usará para descargar la batería del teléfono, cuándo se llevarán a cabo reinicios del teléfono, si habrá actualizaciones de software o no, la duración exacta del ciclo, cuánto tiempo debe cargarse cada teléfono, qué tipo de cargador se usará. Solo entonces los resultados que indiquen los fabricantes serán comparables entre sí, mientras tanto los consumidores nos veremos envueltos en una multitud de propaganda sobre la duración de sus baterías seguida de un asterisco que explique las condiciones (normalmente poco realistas) en las que sus baterías sí cumplen lo que dicen.

Reparabilidad, ¿misión posible?

Los smartphones tienen varias partes críticas en lo que respecta a su reparabilidad:

• La disponibilidad de piezas de recambio y su coste. Cambiar una batería no suele resultar tan caro como el cambio de la pantalla.
• Desarmar un teléfono para llegar hasta la batería o la pantalla requiere en ocasiones de herramientas especiales y, a veces, difíciles de usar, con riesgo de romper algún componente.
• Algunas piezas están pegadas y quitar el pegamento (normalmente con calor) es difícil, lleva tiempo y es peligroso, porque calentar la batería no es buena idea.
• Por último, nada indica que los teléfonos conserven la protección frente al agua una vez han sido reparados, ni siquiera cuando se llevan al servicio técnico oficial.

La buena noticia es que no todos los teléfonos presentan la misma reparabilidad y algunas marcas están haciendo grandes esfuerzos por ponérselo cada vez más fácil al usuario.

¿Qué lleva a un usuario a cambiar de móvil en vez de reparar?

Hemos identificado en los móviles varios aspectos que pueden influir en la decisión de un usuario de no reparar un teléfono o de cambiarlo, aunque aún funcione. Ni el color, por la costumbre generalizada de usar fundas, ni la forma se identificaron como aspectos importantes. Estos otros aspectos sí:

Arañazos

Un teléfono muy rayado puede dar una impresión de viejo cuando en realidad no le afecta en absoluto a su funcionamiento. La mala noticia es que usar la escala de dureza de Mohs, como se recomienda en la propuesta de ecodiseño de smartphones, no nos convence y nuestra investigación tampoco dio con una forma 100% acertada de medir la resistencia a arañazos. 

No obstante, nuestro test demostró que la mayoría de las pantallas de cristal templado de los móviles actuales son cada vez más resistentes y generalemente no se ven afectadas por materiales duros (como el carburo) usados en las herramientas de análisis de arañazos. En cambio sí se verán diferencias en los teléfonos plegables, que incluyen pantallas de plástico o en las carcasas tanto de plástico como de cristal de los teléfonos.

Políticas de marca

Lo que cuida una marca su producto determina la confianza del usuario en su móvil: garantías ampliadas, servicios de reparación y actualizaciones periódicas aseguran un mayor tiempo de uso del producto. 

Características del producto

Teléfonos con poco espacio de almacenamiento, muy lentos o que les dura poco la batería son algunos de los motivos para cambiar un teléfono que funciona. Unas buenas especificaciones desde un principio aseguran una mayor longevidad del producto en el mercado, incluso de segunda mano.