Productos sin aclarado

En la tabla mostramos varios ingredientes problemáticos según su función (conservante, filtro UV) o por familias.

Con un código de cinco colores señalamos su nivel de riesgo para la salud y nuestra recomendación para tres grupos de usuarios: embarazadas y niños pequeños, de hasta 3 años (el colectivo más delicado); menores de edad, de entre 4 y 17 años (también sensibles, pero menos que los anteriores); y, por último, la población adulta. 

Es el resultado de una evaluación propia, aunque está basada en gran medida en las opiniones del SCCS, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores. Los dictámenes de este organismo, vinculado a la Comisión Europea, son una fuente de información fiable, pues son realizados por expertos independientes y se apoyan en la evidencia científica disponible. 

En general, cuanto más tiempo esté un compuesto potencialmente tóxico sobre el cuerpo, mayor es el riesgo de que tenga consecuencias nocivas.  Por eso hay que tomar mas precauciones con los productos que permanecen en nuestra piel durante horas: cremas, lociones, desodorantes... 

Están prohibidas en productos sin aclarar un conservante y dos fragancias:

• Methylisothiazolinone se ha prohibido en los productos que no se enjuagan; en los cosméticos que requieren aclarado la concentración máxima permitida se ha rebajado al 0,0015 %. A juicio de OCU, es mejor que lo eviten los usuarios más sensibles, especialmente niños pequeños y embarazadas.
• Desde el 23 de agosto de 2021 ningún cosmético puede llevar el perfume hydroxyisohexyl 3-cyclohexene carboxaldehyde por el alto riesgo de que desencadene alergias.
• Otra fragancia, el butylphenyl methylpropional (o lilial) es sospechosa de afectar a la fertilidad. Según el SCCS, además, podría inducir problemas de sensibilización en la piel. No ha podido confirmarse si puede actuar sobre nuestros genes, favoreciendo mutaciones. Se permitía en pequeñas concentraciones pero finalmente, a partir del 1 de marzo de 2022, se ha prohibido su uso (tanto en productos que se aclaran como los que no).

Además, hay otros ingredientes no recomendables:

• Los parabenos son unos conservantes que tienen muy mala fama y se encuentran en toda clase de desodorantes, cremas y geles..., pero no todos son igual de arriesgados. En este caso su potencial para alterar el equilibrio hormonal depende del tipo de producto, de la sensibilidad del usuario y del tamaño de la molécula: cuanto más grande, mayor es el riesgo.
  • El methylparaben y el ethylparaben, por ser moléculas más pequeñas son los menos problemáticos: son inofensivos para los adultos, pero no para los bebés o embriones. 
  • El butylparaben y el propylparaben, moléculas más grandes, son menos aconsejables, aunque cada vez es más raro encontrarlos en los cosméticos.
• Triclosán (triclosan en inglés) es un potente antibacteriano, y por eso se recurre a él en productos de higiene cutánea. Es mejor evitarlo, pues se sospecha que favorece las resistencias bacterianas y quizás perturbe el sistema hormonal. Sin embargo, si se puede usar combinado con flúor, en dentífricos y colutorios bucales pues ayuda a combatir algunos de los problemas que causan las bacterias de la boca: inflamación de encías (gingivitis), sarro, etc.
• Se han identificado 26 fragancias como susceptibles de causar alergias o irritación de la piel. A partir de determinada concentración, su presencia en la lista de ingredientes debe ser obligatoriamente mencionada en el embalaje.Atención: que aparezcan declaraciones como "probado bajo control dermatológico", "hipoalergénico" o "para piel sensible" no siempre garantizan la ausencia de estos alérgenos. Entre esas 26 sustancias, algunas como el geraniol, limonene, linalol, etc., a veces son destacadas por los fabricantes como "perfumes derivados de plantas", pero no por ello son mejor que el resto. Las personas con alergias o piel sensible deben evitarlas, especialmente en los productos sin enjuague. Su uso en cosméticos destinados a niños es especialmente preocupante.