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Cigarrillos electrónicos

31 mayo 2023
elec

El 31 de mayo es el Día Sin Tabaco. Un buen momento para revisar la situación: sabemos que el número de fumadores en España ha bajado en los últimos años, pero al tiempo que muchos decían adiós al tabaco comenzaba un nuevo fenómeno, el cigarrillo electrónico. Su consumo  no para de aumentar y muchos exfumadores se han pasado al vapeo, pero ojo: no es inocuo.

Menos tabaco, pero más cigarrillo electrónico

Los españoles fumamos menos tabaco, ya que cada vez somos más conscientes de los riesgos que supone para nuestra salud. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que se ha reducido considerablemente el porcentaje de fumadores: en 1993 era un 32%, y en 2021 ha pasado al 22%.

El cigarro electrónico no es inocuo

No obstante, en paralelo ha aumentado mucho la comercialización y el consumo de cigarrillos electrónicos o e-cigarrillos. Estos no se fuman, sino que se "vapean".  Los datos del Observatorio Español de Drogas y Adicciones (OEDA) indican que se trata de un producto consolidado:

  • La última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES) del año 2022, indica que el consumo de cigarrillos electrónicos en la población española entre 15 y 64 años ha aumentado un 5,3% (del 6,8% en 2015 al 12,1% en 2022).
  • En cuanto a los jóvenes, la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) del año 2021, concluye que un 44,3% de los adolescentes españoles entre 14 y 18 años habían consumido cigarrillos electrónicos alguna vez
  • Además, según esta misma encuesta, el 77% de los jóvenes reconocía haber consumido tanto tabaco como cigarrillos electrónicos. Y el 87,8% de los fumadores de tabaco diario, también lo era de cigarrillos electrónicos

Por todo ello, desde OCU pedimos al Ministerio de Sanidad que endurezca la normativa sobre cigarrillos electrónicos.

¿Qué es un cigarrillo electrónico?

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos que en su interior no contienen tabaco sino un líquido compuesto de propilenglicol, glicerina y aromatizantes de todo tipo, que puede contener o no nicotina.

Está compuesto por una batería, un atomizador y un cartucho con la mezcla de líquido. Al aspirar, al "vapear", el usuario activa el atomizador que calienta y hace que se evapore una solución acuosa (el líquido que contiene la recarga). Esta sustancia puede contener nicotina o sólo esencias como menta, vainilla, manzana.

Es en este proceso en el que se emite una especie de vapor, muy similar en apariencia al humo del cigarro, que en realidad no es vapor, sino un aerosol muy fino. Y por eso lo llaman vapear en lugar de fumar. 

Distintos tipos de cigarrillos eléctrónicos

Hay muchos tipos de cigarrillos electrónicos en el mercado. Tanto su presentación como los componentes son muy variados: 

  • Pueden ser recargables o desechables.
  • Pueden contener nicotina (en España la concentración máxima permitida es de 20mg/ml), o no (en este caso llevan sustancias aromatizantes aprobadas para uso alimentario).

  • Está disponible en muchos sabores y aromatizantes: vainilla, menta, fresa, chocolate… tanto que se hace muy complicado estudiar sus efectos sobre la salud. 

¿Qué tienen los cigarrillos electrónicos?

Los promotores de los cigarrillos electrónicos intentan transmitir la idea de que el usuario inhala solo vapor, pero eso no es así. El líquido de carga de los cigarrillos electrónicos contiene una compleja composición:

  • En algunos casos, nicotina.
  • Disolventes como la glicerina vegetal o el propilenglicol.
  • Aromatizantes autorizados para uso alimentario.

Hay miles de aromatizantes, lo que hace complicado poder estudiar sus efectos para obtener conclusiones.

Estos líquidos se calientan a temperaturas inferiores a las de combustión, lo que evita la formación de alquitrán, pero no de otras sustancias. De hecho, el vapor sí puede contener formaldehído, acetaldehído, acetona, acroleína, benceno, tolueno, nitrosaminas… y metales como níquel, cobre, zinc, estaño y plomo. También se detectan nanopartículas, que por su tamaño pueden atravesar tejidos y alcanzar ganglios y órganos.

gotas para cigarro electrónico

¿Sirven para dejar de fumar?

La publicidad de los cigarrillos electrónicos juega a transmitir la idea de que son útiles para dejar de fumar, a pesar de no haber suficientes estudios científicos que avalen dichas afirmaciones.

Inlcuso, en algunas páginas se anuncian como dispositivos recomendados por la OMS para dejar de fumar, pero la propia organización publicó tiempo atrás una nota desmintiéndolo.

Las terapias que sí han demostrado ser eficaces y seguras en la deshabituación tabáquica son la psicoterapia cognitivo-conductual y el tratamiento farmacológico: bupropión (Zyntabac) y Citisina (Todacitan), y la terapia de sustitución de nicotina, a base de parches de nicotina y chicles. De hecho, si se combinan ambos abordajes, farmacológico y psicoterapéutico, los resultados a largo plazo mejoran.

Estos medicamentos han sido evaluados tanto en su calidad, como su eficacia terapéutica y su seguridad, así como su balance riesgo/beneficio. Por ello, han sido autorizados por las agencias regulatorias de medicamentos.

 cigarrillo electronico y salud

Pero los cigarrillos electrónicos son un caso diferente: no son ni están autorizados como medicamentos. De hecho, varias organizaciones como la OMS o el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo no recomiendan su uso como vía para dejar de fumar, y mucho menos hasta que demuestren su efectividad, eficacia y seguridad. 

Hay muchos estudios que intentan establecer la posible utilidad de estos dispositivos para dejar de fumar, pero de momento no han llegado a una conclusión clara sobre su eficacia ni su seguridad.

¿Es seguro vapear con cigarrillos electrónicos?

Al tiempo que sube el consumo de estos dispositivos, aumenta la preocupación de los profesionales de la salud. Hoy en día, se desconocen los efectos a largo plazo de inhalar el vapor de estos dispositivos, pues no ha pasado suficiente tiempo.

Aunque los consumidores de cigarrillos electrónicos están menos expuestos a sustancias tóxicas que los fumadores de tabaco, esto no implica que los cigarrillos electrónicos sean inocuos. Es más, distintas pruebas ponen en entredicho la supuesta inocuidad de los cigarrillos electrónico:

  • Pruebas de laboratorio con tejidos vivos muestran un 80% de muerte celular a las 24 horas de exposición al líquido de vapeo con nicotina.
  • Otros estudios han detectado sustancias carcinógenas en la orina de usuarios de cigarrillos electrónicos, sustancias que no se encuentran entre los no usuarios de estos dispositivos…

No hay datos concluyentes pero sí muchas dudas sobre su inocuidad, con lo que se impone un elemental principio de precaución. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que no se puede cuantificar cuánto más seguros son los cigarrillos electrónicos, y recuerda la necesidad de realizar ensayos clínicos y toxicológicos para determinar con mayor precisión cuál es el grado de seguridad y eficacia de estos productos.

En el año 2019, las autoridades estadounidenses informaron de la aparición de un brote de nuevas lesiones pulmonares asociada al uso de los cigarrillos electrónicos. Pocos meses después, el número de ingresos hospitalarios a consecuencia de este nuevo brote ascendía a 2.807 personas, 64 de las cuales acabaron falleciendo. Aunque en la mayoría de los casos aquel brote se asoció a la presencia de un diluyente específico en cartuchos de tetrahidrocannabinol que habían consumido los pacientes, lo cierto es que en no todos los casos se pudo determinar cuál era el agente causal del daño pulmonar.  

¿Es legal vapear?

La actitud de las autoridades es diferente en los distintos estados de nuestro entorno. En algunos países no se autoriza su venta, mientras que en Reino Unido hasta los recomiendan para dejar de fumar.

En España están autorizada su comercialización desde 2005, pero se prohíbe la venta a menores de 18 años, aunque dista mucho de regular los puntos de venta. Por ejemplo, existen farmacias que incluso facilitan su venta, algo sobre lo que el propio Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos está completamente en contra. 

Asimismo, el uso de estos dispositivos solo está prohibido en centros sanitarios, administrativos o docentes, en transportes públicos y en parques infantiles, pero no en hostelería y otros locales de ocio donde se puede vapear siempre y cuando sus propietarios o responsables no manifiesten expresamente lo contrario.

La publicidad de los cigarrillos electrónicos está limitada, pero no a la altura de la del tabaco, si bien el Ministerio de Sanidad ya ha abierto una consulta pública  para la modificación del Real Decreto que regula la comercialización de estos productos (Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 579/2017, de 9 de Junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados).

¿Qué pide OCU?

Desde OCU pedimos que se amplíe la regulación de estos dispositivos y se equipare a la del tabaco tanto en cuanto a publicidad, como a los lugares en los que se prohíbe vapear, o sus puntos de venta

Además, insistimos en que falta evidencia científica sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos y su eficacia para dejar de fumar. Si se demostraran eficaces y seguros para ello, deberían ser autorizados y regulados como cualquier otro medicamento.

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