Escuchar música, ¿ayuda a combatir el insomnio?

Sin remedios rápidos y sencillos contra el insomnio

Actualmente no existe una solución rápida, eficaz y definitiva a los problemas de insomnio.

• El tratamiento más seguro y eficaz, la terapia cognitiva conductual, no es una terapia fácilmente asequible y además requiere de bastante tiempo e implicación por parte del paciente.
• Por otro lado, los tratamientos farmacológicos a base de hipnóticos y benzodiacepinas, que solo son eficaces a corto plazo, pues a largo plazo, además de producir múltiples efectos adversos, dejan de ser eficaces debido a que el propio sistema nervioso central desarrolla tolerancia frente a ellos y, peor aún, generan dependencia.
• Junto a ellos, hay otros productos para dormir, pero están pensados no tanto para tratar problemas serios de sueño, como para combatir un insomnio ocasional y pasajero.

Música como estrategia para conciliar el sueño

Es precisamente debido a esta ausencia de tratamientos eficaces y seguros por la que muchas personas recurren a otras estrategias como, por ejemplo, escuchar música antes de acostarse. 

Existen diferentes hipótesis sobre el mecanismo por el cual la música podría mejorar los problemas de sueño.

• Desde un punto de vista fisiológico se ha visto que música lenta y tranquila ayuda a disminuir los niveles de cortisol, conocida también como la hormona del estrés.
• Desde un punto de vista psicológico, se aprecia que la música disminuye la ansiedad y la respuesta frente al estrés... mientras que otros sugieren que en realidad la música lo que haría sería actuar como un foco de atención que nos distraería de pensamientos estresantes.

Cochrane: buscando la evidencia científica

Sea como fuere, en realidad, no está claro si escuchar música mejora o no la calidad del sueño. Precisamente, averiguar hasta qué punto escuchar música ayuda a combatir los problemas de insomnio es lo que pretendieron los autores de una revisión sistemática Cochrane actualizada en 2022.

¿Qué halló la revisión Cochrane?

La revisión encontró 13 ensayos clínicos, con un total de 1.007 participantes adultos que sufrían problemas de insomnio, donde se comparaba la eficacia de escuchar música para iniciar el sueño frente al tratamiento habitual que estuvieran siguiendo en ese momento los participantes, ya fueran medidas de higiene del sueño,  tratamiento estándar o incluso ningún tratamiento. En la mayoría de los ensayos se instruyó a los participantes para que escucharan música a la hora de acostarse.

Los resultados de esos ensayos muestran que escuchar música durante 25-60 minutos diarios probablemente mejoraba (certeza moderada), de forma clínicamente relevante, la calidad subjetiva del sueño en 2,79 puntos de media en una escala de 0 a 21 puntos en un cuestionario validado para medir, precisamente, la calidad del sueño: el PSQI o Pittsburgh Sleep Quality Index.  

Sin embargo, los estudios no permitieron determinar si escuchar música mejora o no el número de despertares durante el sueño y la gravedad del insomnio (certeza muy baja).

Los estudios sí mostraban que escuchar música mejoraba ligeramente (certeza baja) la percepción subjetiva del tiempo necesario para quedarse dormido, el tiempo total de sueño y la eficiencia del sueño, si bien en las mediciones de todas estas variables mediante una técnica objetiva como la polisomnografía no se observaba mejora alguna.

¿Cuál es el grado de certeza de estos hallazgos?

El grado de certeza de la evidencia científica depende, entre otros factores, de la cantidad, el tamaño y la calidad metodológica de los ensayos clínicos incluidos en la revisión. En este caso, el grado de certeza era moderada en cuanto a la eficacia de escuchar música para mejorar la calidad subjetiva del sueño. Sin embargo la certeza con respecto a los otros hallazgos era baja o muy baja. 

Conclusión

Escuchar música probablemente mejora la calidad subjetiva del sueño en los adultos con síntomas de insomnio. Se necesitan más estudios de investigación para establecer el efecto de escuchar música sobre otros aspectos del sueño.

Puedes encontrar más información sobre esta revisión en Cochrane Responde y más revisiones en OCU y Cochrane: colaborando por la mejor información.