Consejos

Coronavirus: cómo afrontar el miedo a enfermar

Te damos algunas recomendaciones psicológicas para tratar de no vivir cada minuto presa del temor y en estado de alerta casi continuo ante las posibles señales de enfermedad causadas por el coronavirus. Atentas las personas con tendencia a la hipocondria.

19 marzo 2020
miedo a enfermar por coronavirus

Para hipocondriacos... y para todos 

La cantidad de información y desinformación a la que nos están sometiendo los medios de comunicación y las redes sociales está reforzando reacciones psicológicas de estilo hipocondriaco. Pero, dadas las circunstancias, todos podemos comportarnos así, estando hipervigilantes o en exceso alerta ante cualquier cambio en nuestra salud, y dejándonos llevar por el miedo a enfermar. Por eso nuestros consejos también pueden ser útiles para ti. 

Comprender a la persona “hipocondriaca”

Lo que se conoce como hipocondría responde a un patrón de comportamiento muy concreto:

  • Lo desencadena el miedo a la enfermedad, al sufrimiento, al dolor, a la pérdida de la integridad física, etc. Cualquier síntoma que se perciba como indicio de una enfermedad grave o amenazante. 
  • Habitualmente el hipocondriaco está hipervigilante, comprueba con frecuencia su estado de salud, trata de identificar nuevos síntomas o el empeoramiento de los que cree haber detectado... Eso le provoca reacciones de ansiedad o angustia, que, a la postre, empeoran la percepción de sus propios síntomas. Es un círculo vicioso.
  • Es frecuente también que estas reacciones se desencadenen hacia el estado de salud de otros seres queridos, especialmente los que solemos percibir como más vulnerables: los niños y los mayores.

A menudo se trata de un patrón de comportamiento aprendido. Generalmente estas personas vienen de familias excesivamente preocupadas por la salud o ansiosas ante cualquier enfermedad o eventualidad, asociando ciertos miedos a las enfermedades y reaccionando a ellos con ansiedad y angustia, e incluso, pánico.

La forma de afrontar los miedos no siempre es la misma en todas las personas con rasgos “hipocondriacos”:

  • Algunas personas acuden al médico con frecuencia para que les analicen sus síntomas.
  • Otras, lo evitan por miedo a que sus sospechas se hagan realidad. 

Quienes sí tienen por costumbre visitar al médico, suelen sentirse relajados cuando éste rechaza la presencia de la enfermedad temida. Sin embargo, la tranquilidad suele durar poco tiempo a estas personas, pues su temor y estado de alerta ante las posibles señales de enfermedad, sigue estando presente. Por lo tanto, tarde o temprano, vuelven a percibir alguna reacción física que desencadena el mismo comportamiento de identificación, vigilancia, comprobación y confrontación a través de la visita al médico. Y así sucesivamente.   

Hipervigilantes por miedo al contagio del coronavirus

En las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo, son muchas las personas que, teniendo o no esos rasgos descritos previamente, se muestran hipervigilantes ante la presencia de algún síntoma de COVID-19. Y más ahora que el acceso a los servicios sanitarios es realmente complicado.

El miedo, la confusión y la incertidumbre experimentada por todos está detrás de esa reacción “hipocondríaca”, y, al igual que las personas descritas previamente, se reacciona de esta forma para intentar afrontar y contrarrestar el desconcierto generado por esta situación desconocida y nueva para todos. Y cada uno lo hace como puede y sabe. 

El problema es que, como hemos visto, la tranquilidad o seguridad que se puede conseguir comprobando constantemente nuestros síntomas, es momentánea y no está exenta de malestar: ansiedad, nerviosismo, angustia, tensión, preocupación, etc. 

Combate el coronavirus, evitando la infoxicación

Te invitamos a que leas y trates de poner en práctica estas recomendaciones para manejar esta crisis provocada por el COVID-19:

  • Limita el volumen de información que buscas y compartes sobre el coronavirus
  • Siempre que busques información relacionada con el coronavirus hazlo a través de fuentes oficiales como la OMS, el Ministerio de Sanidad, etc.
  • Céntrate en otras cosas, incluye otros temas de conversación. El mundo no se reduce solo al coronavirus. 
  • Identifica los miedos y preocupaciones que puedes estar experimentando ante un posible contagio por coronavirus, explóralos y contrástalos con datos reales. Ten en cuenta que el miedo es una emoción que nos prepara a la acción, es decir, nos pone ante escenarios temidos y nos mueve a prepararnos, en este caso, comprobando los síntomas con frecuencia. Recuerda que son tus miedos los que te están hablando y que los escenarios a los que te enfrenta no tienen por qué ser reales; pueden ser posibles, pero quizá no probables. 
  • Contextualiza la situación atendiendo también a otros factores que ahora pueden estar quedando en la periferia, como, por ejemplo, el número de curados, que los síntomas que puedes estar experimentando no tienen porqué ser reales o deberse a otros factores ajenos al coronavirus, etc.