Cómo planchar tu ropa de vestir
Las fiestas de Nochevieja suelen requerir un atuendo formal que no siempre estamos habituados a usar. Si no sabes cómo planchar bien una camisa o un traje de noche, aquí tienes los consejos para planchar de forma fácil e impecable una camisa en diez pasos y dejar tu vestido de noche sin una sola arruga.
Se acerca la nochevieja y con ella se aceleran los preparativos para celebrar la entrada del año. Si por algo se caracteriza esta noche es por que sacamos nuestras mejores galas para recibir al nuevo año. Se trata de escoger el conjunto adecuado y también de prepararlo porque una prenda con arrugas deslucirá mucho tu apariencia, mientras que una ropa bien planchada mejora mucho de aspecto.
Bien seas esa persona previsora que necesita tener listo su vestido unos días antes, o bien seas más de prepararlo todo en el último momento antes de la gran cita, seguro que todos los años te haces la misma pregunta: ¿Cómo hacer para que mi ropa quede sin ninguna arruga?
Este año, desde OCU, vamos a dar respuesta de una vez a esta pregunta con esta guía que te enseñará a planchar tus camisas, blusas y vestidos de noche.
No lo dejes para el último minuto
El primer consejo que podemos darte es que no dejes el planchado para última hora, que con las prisas se pueden cometer errores. Para empezar, mira las etiquetas de tu ropa porque los símbolos de lavado y planchado que incluyen te dan mucha información sobre cómo cuidarla.
En el caso del planchado, presta atención a los iconos que indican la temperatura máxima que soporta la prenda: son círculos dentro de una plancha. Un círculo indica planchar a baja temperatura (hasta 110 ºC), dos círculos es temperatura media (hasta 150 ºC) y tres círculos es temperatura alta (hasta 200 ºC). También te pueden indicar si conviene usar vapor o planchar en seco, o si debes planchar la prenda por el revés de la tela.
Cómo planchar una camisa en 10 pasos
Si ya tienes toda la información que necesitas sobre el tejido y la temperatura adecuada para tu prenda, puedes ponerte manos a la obra.
PASO 1: la tabla y la plancha
Despliega tu tabla de planchar y procura tener a mano lo que vas a necesitar: agua para rellenar la plancha y unas perchas para colgar la ropa cuando hayas terminado. Comprueba que la suela de tu plancha está limpia y en buenas condiciones. Si no es así, limpia la plancha porque una suela rayada o pegada puede estropear tu ropa de vestir. En el caso de que tu plancha esté en muy malas condiciones, puedes plantearte cambiarla. Si fuera así, te aconsejamos que consultes del comparador de OCU de planchas y centros de planchado:
Comparador de planchas y centros de planchado
Cuando tengas todo listo, procede de esta manera.
PASO 2: regular la plancha
Regula la plancha a la temperatura indicada en la etiqueta. Si ya no tienes la etiqueta o te plantea alguna duda, usa la temperatura intermedia (dos círculos), para no pasar de 150 ºC.
En caso de tejidos oscuros, suele ser una buena precaución interponer un paño limpio entre la plancha y la prenda para no crear brillos.
PASO 3: los hombros
Coloca el hombro de la camisa en el extremo de la tabla como se ve en la imagen. Estira la camisa de manera que no queden arrugas y plancha el hombro. Da la vuelta a la prenda y repite la operación con el otro hombro. :
PASO 4: los puños
Posiciona la manga como ves en la imagen y comienza a planchar el interior del puño. Luego, dale la vuelta a la manga y plancha el puño por la parte exterior.
PASO 5: las mangas
Estira la manga y apóyala en la tabla cuidando de alinearla bien con su costura interior.
Apoya la plancha y deslízala, mientras tiras un poco del extremo de la manga con la otra mano para que no se generen arrugas.
Da la vuelta a la camisa y vuelve a estirar la misma manga, alineándola con sus costuras interiores de nuevo. Plancha la manga por el otro lado, con el mismo cuidado para que no se produzcan arrugas. Repite la operación con la otra manga desde el Paso 4.
PASO 6: el delantero izquierdo
Coloca la parte frontal izquierda en la tabla lo más estirada posible. Apoya la plancha y múevela de abajo arriba. Es importante que, mientras tanto, sujetes con la mano libre el faldón de la camisa tirando un poco para que no se creen arrugas con el movimiento de la plancha.
PASO 7: la espalda
Ahora, da la vuelta a la camisa y coloca sobre la tabla la parte izquierda de la espalda, también, estirándola al máximo como hicieste con el delantero. Continúa con la otra mitad de la espalda, moviendo la camisa para apoyarla en la tabla.
Continúa reposando el reverso derecho, la parte de la espalda que queda sin planchar, en la tabla. Plancha también el reverso de la camisa, es decir, la parte interior de la espalda. Si tiene frunces o tablones, ábrelos antes de pasar la plancha por ellos, a no ser que te gusten muy marcados. En ese caso, alineálos bien y pasa la plancha sobre ellos.
PASO 8: el delantero derecho
Ahora es el turno de la parte frontal derecha. Colócala como ves en la imagen, de manera similar al Paso 6. Plancha teniendo en cuidado con los botones: utiliza el pico de la plancha para alisar la zona que queda entre ellos. Evista pasar la plancha por encima de los botones porque el calor los puede estropear.
PASO 9: el cuello
Coloca el interior del cuello en la parte superior de la tabla como aparece en la imagen. Plancha el cuello por dentro y luego, dale la vuelta y plánchalo también por fuera.
PASO 10: guardar la camisa
Ya tienes planchada tu amisa. Ahora es cuestión de mantenerla así hasta el momento en que vayas a ponértela. Lo mejor es que la cuelgues en una percha y la dejes en un lugar donde tenga espacio. No la devuelvas al armario si lo tienes muy lleno: es mejor dejarla en un perchero o, incluso, en el tirador de una puerta o de un maletero. Para prevenir posibles manchas, puedes cubrirla con una funda de plástico para ropa.
Planchar un vestido de noche en 5 sencillos pasos
Ten cuidado, los vestidos de noche son prendas delicadas que conviene prepararlas con suficiente antelación. Debes tener en cuenta que hay ropa que no aguanta la secadora: los vestidos de seda, algodón puro, lino o la ropa con pedrería, lentejuelas o perlas no pueden meterse en una secadora dado que corres el riesgo de deteriorar o incluso llegar a romper la prenda. Por tanto, lava tu vestido de fiesta con suficiente antelación para que se pueda secar al aire.
Si lo llevaste a la tintorería y lo has tenido bastante tiempo metido en el armario, también le vdendrá bien un planchado antes de ponértelo.
PASO 1: prepara tabla y la plancha
Despliega la tabla de planchar y aségurate de que la suela de tu plancha está limpia para que no se pegue o deje manchas en tus prendas de fiesta, que suelen ser caras. Si no está en condiciones, limpia tu plancha con un paño y bicarbonato. En el caso de que veas restos de cal en los orificios, descalcifica la plancha antes de empezar para que no deje manchas blanquecinas.
Paso 2: regula la temperatura con cuidado
Mira la etiqueta de la prenda y regula tu plancha a la temperatura que indique. Si tienes dudas, es mejor que pongas tu plancha o centro de planchado al mínimo (un solo circulito), o en el programa “Delicado” si lo tiene. Hay que cuidar al máximo la ropa de cara a una celebración tan especial.
Si es un color oscuro o un tejido muy delicado, plancha por el revés o coloca una tela limpia entre el vestido y la plancha (si haces esto, puedes subir un poco la temperatura) para que no queden brillos.
Paso 3: los tirantes
Posiciona correctamente las tiras tirando del extremo, para qu equeden lisas sin retorcerse. Tira del extremo de una tira con tu mano libre para que quede tensa y desliza la plancha sobre ella suavemente.
Repite la operación con la otra tira.
Paso 4: el cuerpo
Posiciona el cuerpo del vestido como si fuera una funda alrededor de la tabla. Cuida de que queden las menos arrugas posibles. Comienza a planchar deslizando la plancha con una mano, mientras tiras ligeramente con la otra del extremo del vestido para que no se formen arrugas.
Plancha el cuerpo del vestido desde la parte de arriba hacia la de abajo. Gíralo sobre la tabla y repite por la cara contraria.
Paso 5: guardar la prenda
Cuélgalo en una percha, preferiblemente de las que tienen muescas para poder colgarlo de los tirantes y que quede lo más estirado posible. Procura que esté en un lugar donde haya espacio, que no quede apretado con otras prendas. Un buen sitio para colgarlo si se trata de un vestido largo es el tirador de la puerta del maletero de un armario.
También puede ser interesante cubrir el vestido con alguna funda para ropa, para protegerlo de manchas y del polvo del ambiente.