Informe

Cómo reclamar

01 enero 2011

La vía judicial es el último recurso para conseguir una solución a las distintas reclamaciones que nos podemos ver obligados a realizar en nuestro día a día. Pero al optar por este procedimiento, y para asegurarse que las demandas lleguen a buen puerto, hay que tener en cuenta los plazos existentes. Conocer cuáles son los estipulados para cada situación concreta y, sobre todo, no apurarlos, es clave.

  • Antes de optar por la vía judicial, y ante un problema que justifique una reclamación, se aconseja remitir a la otra parte una carta denunciando los hechos y solicitando una solución en un plazo determinado a través de un burofax con acuse de recibo y certificación de texto, telegrama con acuse de recibo, requerimiento notarial o entrega en mano con firma del reclamado.
  • Es importante recopilar todas las pruebas que acrediten tanto el objeto de la reclamación como los posibles perjuicios: documentos (contratos, facturas, comunicaciones entre las partes...), informes periciales, testigos, etc.
  • Es aconsejable utilizar, si se ha contratado, un seguro de defensa jurídica y reclamación de daños, o la póliza multirriesgo del hogar y del automóvil.
  • Hay algunos sectores como el transporte aéreo y los seguros en los que es obligatoria la reclamación previa antes de acudir a los tribunales. Esta reclamación previa interrumpe los plazos de prescripción y concede un tiempo extra para presentar la demanda judicial.
  • Si el importe de la reclamación no sobrepasa los 2.000 euros se puede ir a juicio sin abogado ni procurador.