Reciclaje de envases: separar no es suficiente

¿Que pasa con los envases que depositamos en la bolsa amarilla? ¿Se reciclan? Pues no todos, y no siempre. Lo hemos comprobado.

Si quieres saber más sobre el reciclaje de envases y qué puedes hacer para mejorarlo, accede a la grabación de nuestro webinar con consumidores.

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Reciclado de envases: muy limitado

Seleccionamos 10 hogares de distintos tipos donde se acostumbra a separar los envases y les pedimos la bolsa de basura destinada al contenedor amarillo. Una vez codificadas, enviamos las bolsas a una planta de selección de envases, donde comprobamos sus contenidos. Estos fueron los resultados de nuestra prueba

• De media las bolsas pesaban 830 gramos.

• El 1 % del contenido eran residuos impropios, es decir, residuos que no deberían estar ahí, como envases de medicamentos, perchas de plástico o cápsulas de café.

Antes de procesarlos, los residuos se separaron por los materiales que teóricamente se obtendrán al pasar por la planta de clasificación: impropios, PET, PEAD, briks, metales, etc. para poder comparar con los que realmente se obtendrán a la salida de la planta.

•  De los envases de las bolsas de nuestra prueba solo el 53 % consiguen ser separados en la planta de clasificación.
• En el mejor de los casos solo el 32 % de estos envases llegará a reciclarse.

Si no se recicla, no es reciclable 

No todos los envases que se separan correctamente en el contenedor amarillo tienen asegurado el reciclaje, que es un proceso complejo que depende de varios factores:

• El diseño del envase. El tipo de materiales, la mezcla de ellos y la facilidad para separarlos. Lo mejor es que sea un único material e incorpore material reciclado. Ahí van algunos ejemplos de los que se reciclan mejor: el acero de las latas de conserva, el aluminio de las latas de bebida, el PET de las botellas de plástico y el PEAD de los botes de detergente. Pero también es importante que si se usan diferentes materiales, se puedan separar con facilidad, lo que no siempre es el caso.

• La tecnología implantada en la planta de separación. Las plantas actuales no tienen flujos de clasificación para todos los materiales y algunos envases se rechazan por su diseño.
• La rentabilidad del reciclado. Las plantas de reciclado se centran en recuperar los materiales que tienen valor en el mercado. Existe tecnología disponible para reciclar algunos materiales que no se está aplicando o se hace de forma muy limitada por la baja demanda del material resultante o por su elevado coste.

Por más que el fabricante del envase ponga todos los sellos ecológicos y alegaciones sobre reciclabilidad si el envase no se recicla en su totalidad, ese envase no se puede considerar 100% reciclable.

¿100% reciclables? #NoCuela

Estos son algunos ejemplos de productos que no se reciclan en su totalidad, por problemas técnicos, de diseño o de falta de rentabilidad...

	Los envases de reducidas dimensiones de menos de 5 cm se pierden el circuito de procesado
	Los envases que llevan etiquetas envolventes de un material diferente al del envase pueden producir errores de clasificación en las plantas, con lo que no se reciclan bien.
	Los envases de color negro son invisibles para la máquina clasificadora en el proceso óptico.
	Los envases multicapa rígidos, como los briks, los botes de patatas y tubos de pasta de dientes de PET están hechos de múltiples capas de materiales que son difíciles de separar.
	Para reciclar las bandejas se necesita una línea especial y diferente a la de las botellas de PET. De momento, existen pocas plantas en España.
	Un ejemplo de mal diseño son de los muelles metálicos y las válvulas de silicona de los dispensadores, que se rechazan porque estos materiales extraños generan problemas en los procesos de reciclado del plástico.
	Los envases flexibles multicapa (como los de snacks) o los que llevan partes rígidas de plástico (bebibles para niños), que se descartan porque no se pueden separar los materiales.
	La falta de rentabilidad es el problema de los envases de PET opaco del champú o de las botellas de leche, que no tienen un reciclado efectivo porque el color disminuye mucho su uso posterior como material recuperado.

Los fabricantes y envasadores se conforman con hacer alegaciones sin comprobar la reciclabilidad real antes de poner el envase en el mercado, y el resultado es que la reciclabilidad de esos envases no es lo que esperamos. ¿100% reciclable? #Nocuela.

OCU, por la reciclabilidad

Ahora mismo en España es imposible que un envase tal y como llega al consumidor sea 100% reciclable.

Por eso, exigimos:

• A los fabricantes y envasadores que piensen en un diseño que permita reutilizar los envases y garantizar su reciclaje efectivo.
• A las administraciones que el sello de “reciclable” solo se use en lo que de verdad se recicla y se sancione a los que abusan y confunden a los consumidores.
• A los que gestionan el reciclado, como Ecoembes, que mejoren el proceso de clasificación y reciclado y garanticen que los envases no vayan al vertedero o a la incineradora por falta de rentabilidad. También exigimos que se recalcule el coste del punto verde para que tenga en cuenta la reciclabilidad real y así incentivar el desarrollo de envases realmente sostenibles.

El consumidor influye en las mejoras del reciclado

Y también es importante que, como consumidor, tomes decisiones responsables que influirán necesariamente en el reciclado de los envases:

• Cuando dejas de comprar productos poco o nada reciclables fuerzas su desaparición o su transformación.
• Cuando pones en duda los reclamos sobre reciclabilidad y te informas sobre sus garantías obligas a los envasadores y fabricantes a ser más conscientes y responsables.
• Cuando separas en casa los residuos de envases puedes aumentar sus posibilidades de reciclaje, por ejemplo, eliminando el contenido, retirando las etiquetas o separando las partes de diferentes materiales.

Te animamos a seguir separando para reciclar para que los gestores de las plantas recicladoras tomen conciencia de los problemas que existen en los procesos de reciclado y los resuelvan. 

Merece la pena dar un paso más por un consumo más sostenible. Ayúdanos a lograrlo: únete a nuestra campaña.

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