Consejos

Elegir un casco de bicicleta

09 abril 2015
Casco de bicicleta

Cuando circule en bicicleta, no olvide ponerse el casco. Un buen casco es un elemento de seguridad imprescindible tanto para adultos como para niños: protege la cabeza en caso de accidente y evita lesiones graves. Elegir un casco adecuado a sus características físicas y utilizarlo puede ser vital.

El casco evita lesiones

El riesgo de lesiones en caso de caída de la bicicleta se reduce hasta un 85% si el ciclista lleva puesto el casco. El Reglamento General de Circulación obliga a que los ciclistas usen cascos protectores homologados cuando circulen por vías interurbanas, salvo en rampas ascendentes, extremo calor o razones médicas.

Hay cascos de bici para todos los gustos. Modelos muy sofisticados, ligeros y con bonito diseño que te pueden costar un buen pico (más de 100 y 200 euros). Y otros mucho más básicos, pero que protegerán bien tu cabeza (que es de lo que se trata) por apenas 20 euros.  

Cascos para niños, cuándo es obligatorio llevarlos

Al adquirir un casco, es imprescindible acudir a la tienda para probárselo, pues hay que comprobar dos puntos fundamentales:

  • Que tiene un tamaño que se ajusta perfectamente a su cabeza. La mayoría de los cascos
  • Que resulta cómodo de llevar, pues de lo contrario le dará pereza usarlo.

Cómo elegir un casco para bicicleta

En cualquier caso, antes de comprar un casco hay que mirarlo bien... y probárselo. El casco debe quedar bien ajustado en la cabeza, aunque sin comprimir. Además,debe permitir ver y oír sin problemas. Antes de elegir un casco de bici:

  • Observa la carcasa. Lo ideal es que esté moldeada directamente sobre el material interior del casco, en vez de pegada sobre él, ya que podría separase en caso de impacto. Si va pegada, existe riesgo de que se desprenda. Son más sólidos los cascos que tienen la carcasa moldeada directamente sobre el material interior.
  • Hay detalles que mejoran la comodidad y la seguridad: la visera para el sol, un protector de la correa a la altura de la barbilla, reflectantes (o una luz trasera), una malla que impida la entrada de insectos... Es buena idea que tu casco cuente con estas posibilidades.
  • El marcado EN1078 que indica que cumple la norma de homologación europea.
  • El aspecto exterior: los colores llamativos o las franjas reflectantes contribuyen a una mejor visibilidad.
  • Pruébatelo. Las correas deben ir ajustadas, pero dejando un pequeño margen (que quepa al menos un dedo). Y deben rodear las orejas sin taparlas. En cuanto al cierre, mejor si es de clic: dos piezas que encajan dentro de otra. Comprueba también su solidez, dando un fuerte tirón para ver si se abre con facilidad. Sea del tipo que sea, debe llevar debajo una pieza acolchada que proteja el mentón del roce con el cierre y evite que se pellizque la piel al abrocharlo.
  • Una vez ajustado, recuerda que el casco debe quedar nivelado en horizontal.
  • Comprueba también que no se desplaza hacia algún lado al mover la cabeza con energía. Si es un casco para un niño, comprueba tú mismo que es cómodo, está bien nivelado sobre su cabeza le protege.

    Cascos de bicicletas para niños

    Los niños son más propensos a las caídas montando en bici por su falta de experiencia y conciencia ante el peligro. Por ello, además de enseñarles a montar en bici, debemos concienciarles de la importancia que tiene el casco.

    Lo mejor es que optes por un casco que permita al pequeño estar seguro y cómodo a la vez, ya que si resulta incómodo, no va a querer ponérselo y quedará olvidado en casa. Podemos encontrar dos modelos: carcasa dura y carcasa blanda. Todos los cascos tienen los mismos componentes esenciales, aunque los de carcasa dura son mejores en caso de golpes. Los de carcasa blanda, por su parte, transpiran mejor que los primeros.

    Un ajuste perfecto

    La eficacia de un casco depende en gran parte de que vaya bien ajustado en el momento del impacto. Para ello, debe utilizar el sistema de ajuste del contorno. Algunos modelos llevan unas simples almohadillas o una goma elástica. Sin embargo, el ajuste más preciso se consigue con un anillo de plástico que rodea todo el casco y se ajusta a la medida de la cabeza por medio de una ruedecilla en la parte posterior. Esta pieza de ajuste debe ir unida al casco por medio de unos elementos de plástico flexible.

    También es necesario regular la longitud de las correas de manera que el casco no pueda desplazarse, aunque sin llegar a resultar incómodo (compruebe que puede abrir la boca). Asegúrese de que el sistema de regulación es fácil de usar y de que no necesita repetir la operación cada vez que se abrocha el casco. Trate de estirar las correas para ver si ceden excesivamente.

    Colócalo bien

    El casco se debe colocar en posición horizontal, ni inclinado hacia la nuca ni echado sobre los ojos. Al mover la cabeza con energía, el casco no debe desplazarse de su posición, pero tampoco debe comprimir la cabeza.

    • Las correas deben rodear las orejas, nunca taparlas. Hay que asegurarse de que el casco no interfiere con el oído ni la visión. Llévelo siempre abrochado, por su propia seguridad y la de las personas que circulan detrás de usted.
    • Después de una caída o un golpe, hay que cambiar el casco, aunque no parezca estar dañado. Su capacidad para absorber los golpes podría haberse visto afectada y ya no será capaz de protegerle adecuadamente.
    • Y recuerda que siempre es mejor llevar un casco malo que no llevar nada.

    Los cascos para niño se puede comprar a partir de 14 euros. Para adultos, se puede encontrar un buen casco desde unos 20 euros, aunque algunos cuestan más de 85 euros. Un precio más alto no es garantía de mayor calidad. Los cascos de una sola pieza son en general más caros, su precio medio supera los 52 euros mientras que en los modelos pegados el precio medio está en torno a los 35 euros.

    ¿Cuándo es obligatorio llevar casco en bici?

    La Ley de Tráfico obliga a llevar casco en la ciudad a los menores de 16 años. OCU ha preguntado a más de 4.000 personas (tanto ciclistas, como no ciclistas) por el uso del casco en la ciudad, y ganan quienes están a favor del casco obligatorio. Aun así, los que más usan la bici están en contra del uso del casco en zonas urbanas.

    Una cosa no quita la otra, y no hay duda de que el casco protege al ciclista de lesiones cerebrales en caso de accidente.

    ¿Un airbag? No es seguro

    Si no te gustan los cascos y estás pensando en una buena alternativa, no optes por el airbag para ciclistas. El airbag tiene un aspecto similar a una bufanda y cuenta con una batería recargable que dura alrededor de 18 horas. Se abrocha por el cuello y se hincha automáticamente en caso de impacto. ¿Por qué no lo recomendamos? Por dos razones:

    1. Tarda mucho en abrirse: unos 232-382 milisegundos (el de una moto no supera los 100 milisegundos).
    2. Su resultado en la prueba de absorción de impactos no es bueno. Además, en caso de impacto deberás comprar uno nuevo y su precio ronda los 299 euros.
    Comunidad