Cómo elegir una bicicleta

Cómo acertar con una bici eléctrica

Las bicicletas eléctricas son vehículos complejos, compuestos por elementos mecánicos y eléctricos. Para la elección de la bicicleta como tal (tipo, material del cuadro, tipo de frenos, cambio, suspensiones…), puedes consultar nuestra guía de compra de bicicletas. A continuación, puedes encontrar consejos para elegir los componentes eléctricos de tu bicicleta: el motor, el display y la batería.

Si quieres conocer los resultados de nuestras pruebas, consulta el comparador de bicicletas eléctricas:

Motor: comprueba su potencia y posición

Una característica importante del motor de una bici es la potencia, que se expresa en vatios (W).  A mayor potencia, en principio, más fuerza.  Hay que recordar que la Unión Europea la ha limitado a 250 W para que el vehículo tenga la consideración de bici eléctrica y no entre en la categoría de ciclomotor. Por tanto, no deberías encontrar bicis de más de 250W en las tiendas. Además de la potencia, las prestaciones del motor también están condicionadas por el “par motor”, a veces llamado torque por su nombre en inglés.

Algo a lo que debes prestar mucha atención es a la posición en la que se encuentra el motor, pues influye en la manejabilidad de la bicicleta y en la duración de otros elementos, como el cambio o la cadena.

Motor central, peso equilibrado

El motor de la bici se sitúa en el eje de los pedales, lo que proporciona una respuesta muy inmediata y ágil cuando se requiere asistencia. Según nuestra encuesta de fiabilidad, es el que menos averías presenta.

• Entre sus ventajas se cuenta, por tanto, que es ideal para una conducción rápida, que el peso queda bien distribuido al ir en el centro y que no entorpece el cambio de ruedas.
• Sin embargo, el motor central sobrecarga el cambio y la cadena, es ruidoso y algo más caro, además de que molesta más al pedalear cuando no se requiere la asistencia.

Motor delantero, se puede añadir a cualquier bici

El motor se coloca en el eje delantero. Es ideal para una bici sencilla, sobre todo, si se combina con una batería en el eje trasero para equilibrar el peso.

• Una de sus grandes ventajas es que se puede añadir a una bici normal para hacerla eléctrica, es el tipo de motor más barato y el que requiere menos mantenimiento. Además, provoca menos desgaste en el cambio y la cadena.
• También es cierto que puede estorbar si hay que cambiar la rueda o neumático delanteros, que sufre un mayor desgaste, lo mismo que la horquilla delantera.  Al cargar el peso delante, hace que la dirección sea menos manejable.

Motor trasero, más agarre

Se sitúa en el eje de la rueda trasera y es una buena opción si se circula por terrenos irregulares, donde se necesita más agarre.

• Entre sus ventajas cuenta el ser silencioso, no provocar desgaste de la cadena ni del cambio y, sobre todo, que es el que proporciona mayor tracción en terrenos difíciles como arena o gravilla. Ten esto en cuenta si se trata de una bici de montaña o vas a usarla en caminos no asfaltados.
• En contrapartida complica cambiar la rueda o neumático traseros, descompensa el centro de gravedad al cargar el peso en la parte trasera y no suelen estar equipados con un sensor de par para medir el esfuerzo al pedalear.

Par motor

Es la fuerza máxima que ejerce el motor sobre un eje, por ejemplo, al arrancar la bicicleta o cuando se demanda asistencia para empezar a subir una cuesta. Al contrario que la potencia, el par no está limitado por ley y se mide en Nm. (Newton por metro). Para un uso normal, se recomienda un par motor de unos 50 Nm.

Un par motor muy elevado es útil para los ascensos, pero consume más energía y agota antes la batería.

Batería: de ión litio y 500 Wh

La batería es un elemento fundamental pues aporta la energía al motor. La mayoría son de ión-litio y se estima que duran unas 1.000 cargas; después, habrá que sustituirla. Suelen pesar entre 2 y 3 kg: cuanto más ligera sea, menos peso tendrás que cargar.

Su capacidad se mide en Wh: a mayor capacidad, mayor autonomía. Si no se hacen trayectos muy largos, 250 Wh suelen ser suficientes, aunque es preferible que se aproximen a 500 Wh.

Con una noche de carga suele ser más que suficiente para llenarlas. En cuanto al gasto, cada 100 cargas cuestan unos 8 euros. Debes comprobar que sea fácil de quitar y poner, ya que tendrás que sacarla con frecuencia para recargarla enchufada a la red.

Colocación de la batería en la bici eléctrica

Otro aspecto que debes de tener en cuenta es dónde se encuentra colocada, ya que afecta a su seguridad (es un elemento que, a veces, desaparece) y a la estabilidad de la bicicleta, al aumentar el peso en una zona concreta. Mira pros y contras de las distintas ubicaciones de este dispositivo.

• En el portaequipajes trasero. No cambia el confort ni el diseño de la bici, es fácil acceder a la batería para recargarla y resulta un lugar seguro. El único inconveniente es que añade peso extra a la parte trasera.

• Bajo el sillín. Aporta mayor equilibrio de pesos a la bicicleta, aunque dificulta algo los giros y maniobras rápidas. Dependiendo del diseño, puede ser algo difícil extraerla de su posición.

• Sujeta al tubo diagonal del cuadro “tipo bidón”. Esta es la posición óptima desde el punto de vista del centro de gravedad, pero a veces requiere que el cuadro, para mantener su rigidez a pesar de ir perforado por los tornillos, sea más pesado.

• Integrada en el cuadro o portacadenas. El centro de gravedad se sitúa bajo y, aunque la batería se puede extraer, es más difícil acceder a ella. A cambio, esto evita robos y la protege del exterior.

Otros elementos a los que prestar atención

Sensores, mejor los de par

Los sensores envían la señal al motor para que empiece a funcionar. Los hay de dos tipos y casi todas las bicis llevan ambos:

• Sensores de movimiento: los más baratos y sencillos. Detectan cuando los pedales se mueven y envían la señal independientemente del esfuerzo que haga el ciclista. Pueden ser algo lentos de reacción y, a veces, activan el motor al empujar simplemente la bici.
• Sensores de par: detectan la fuerza aplicada a los pedales. La reacción es inmediata en ascensos y descensos. Se combinan con motores centrales.

Pantalla, atención a la conectividad

La pantalla o display facilita información sobre la bicicleta y la conducción: velocidad, autonomía disponible... Algunas se conectan a una app para oír música o llamar, por ejemplo, y va ganando importancia como ocurre con las pantallas de los coches. Si es posible, compruebe que tiene buena visibilidad con luz solar.

Niveles de asistencia, al menos 3

Las bicicletas suelen ofrecer varios niveles de asistencia, generalmente, un mínimo de 3, aunque disponer de 4 o 5 suele ser lo normal. Normalmente, la asistencia de los motores delanteros se ajusta en función de la velocidad. Los niveles varían desde el 1 (motor encendido pero no hay ayuda al ciclista) al nivel más alto (asistencia hasta alcanzar los 25 km/h), pero también puede haber asistencia “eco”, “sport”…  Para una ciudad con pendientes, suele bastar una bici con 3 o 4 niveles de asistencia. En caso de acometer grandes cuestas, posiblemente sean necesarios más niveles de asistencia.

Las mejores marcas de bicis eléctricas

Según una encuesta realizada a usuarios habituales de bicicletas eléctricas, los sistemas más fiables para los usuarios, los que menos se averían o mejor resultado han dado son Bosch Performance Line CX, Bosch Performance Line Cruise, Panasonic X0, Bosch Active Line, Bafang M420, Bosch Active Line Plus, Shimano Steps E6000 y Brose Drive S.

Las averías más comunes se producen con la pantalla (14%) y con la batería (13%).

Un dato interesante: los usuarios que tienen bicicletas eléctricas con el motor en el centro/eje son los más satisfechos con su bicicleta eléctrica. Además, en relación con las averías, son los sistemas que menos se estropean.