Muchos de los amantes del buen vino han considerado tradicionalmente al rosado como un vino "de segunda". Nada más lejos de la realidad, actualmente las grandes bodegas han apostado por elaborar este tipo de vinos. ¿Por qué no le damos una oportunidad?

7 mitos sobre vinos rosados

El desconocimiento y algunas ideas preconcebidas están detrás de las reticencias hacia los rosados. ¿Eres de los que no valoran los rosados? Simplemente puede ser que no los conozcas bien. Vamos a desterrar una serie de mitos sobre vino rosado que #nocuelan.

Los vinos rosados se elaboran con las uvas de inferior calidad.

No. Una de las grandes características que presentan los vinos rosados jóvenes es la expresión de los aromas primarios que vienen de sus uvas, y para ello es fundamental que las uvas se encuentren en perfecto grado de madurez y en condiciones sanitarias óptimas. Más de 15 años de Guía de vinos OCU avalan la gran calidad de este tipo de vinos.

El vino rosado se elabora con los restos de prensa del vino tinto.

No. La mayor parte de los rosados se elaboran con mostos lágrima o mostos flor, mostos donde no interviene la prensa. El estrujado se hace por la propia presión que ejerce la uva con su propio peso, y el resultado del proceso son unos vinos muy finos, suaves y aromáticos.

El vino rosado se elabora mezclando vino blanco y tinto.

No. Aunque antiguamente esta era una práctica habitual, en la actualidad, esa elaboración está prohibida y la única forma de elaborar un vino rosado es hacer un vino partiendo de unas uvas determinadas. En su elaboración se realiza una ligera maceración con los hollejos de las uvas tintas que le aportan el color deseado.

El vino clarete es otra forma de llamar al vino rosado.

La denominación clarete como tal no existe, si bien en algunas zonas se entiende por clarete aquellos vinos que se elaboran a partir de una mezcla de uvas blancas y tintas, frente al rosado como tal, que se elabora solo con uvas tintas. En cualquier caso, desde el punto de vista normativo, todos son vinos rosados.

El vino rosado no se puede criar en barricas de madera.

No. La crianza en barricas requiere que el vino tenga una determinada acidez, color y polifenoles. Algunos tipos de uva y ciertas elaboraciones pueden permitir que los vinos rosados puedan ser fermentados o criados en madera o bajo lias (levaduras muertas), durante un cierto tiempo. Esto transforma sus aromas primarios frutales y florales que vienen de las uvas, y dan lugar a nuevas sensaciones organolépticas, aumenta su untuosidad, aparecen las notas especiadas, y se suavizan los taninos.

El vino rosado solo se puede maridar con pasta.

No solo. Es cierto que la pasta marida bien con los vinos rosados, pero también con arroces, quesos suaves, mariscos, incluso algún rosado con cuerpo puede resaltar los platos de cerdo o pescados azules. ¿Más ideas? 

El vino rosado se debe tomar muy frío.

No. Para poder disfrutar del vino rosado en su plenitud, lo mejor es una temperatura de unos 10 ºC, por lo que conviene enfriarlo en la nevera y sacarlo un rato antes de comer para que se atempere.

No te dejes llevar por ideas preconcebidas, porque también en materia de vinos hay cosas que #Nocuelan.

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