Tipos de copas para vino
No todos los recipientes son adecuados para contener y disfrutar del vino: las formas muy abiertas, por ejemplo, hacen que los aromas se disispen muy deprisa. Tampoco son adecuadas las copas de vidrios coloreados.
Hay copas... y copas
Las copas que más se utilizan para beber vino son las copas de tulipa, de forma esférica y alargada. Pero entre ellas hay también diferencias. Algunas de las copas más comunes son:
- Copa Borgoña. De gran tamaño, se cierra en la boca, lo que permite que se desarrollen los aromas.
- Copa Tempranillo. Es similar a las copas de usadas en degustaciones pero de mayor tamaño.
- Copa Beaujolais. De gran tamaño, presenta un borde ancho y abierto que permite que el vino se dirija hacia el paladar. Es muy adecuada para vinos maduros.
- Copa Chablis. Con boca ancha y recta, dirige el vino hacia el centro de la lengua. El recipiente ideal para apreciar vinos blancos complejos.
Otras copas son las copas tipo flauta que se suelen usar para cavas y espumosos. Estrechas y largas, permiten el ascenso de las burbujas, si bien los aromas se perciben peor que en las copas de boca ancha.
El tamaño sí importa
- Las copas deben tener un tamaño suficiente para que, una vez llenadas dos terceras partes, contengan 200 ml de vino: así se podrán agitar sin derramar vino.
- Las copas deben tener un pie lo bastante largo para que se pueda coger por él.
- Las copas de blanco suelen ser más pequeñas, para evitar que el vino se caliente en exceso. Si son grandes, llénalas un poco menos.
Cuida bien tus copas para alargar su vida... y para no afectar al sabor del vino: evita usar detergentes, por ejemplo.
Llénalas del mejor vino
Una buena copa te permitirá disfrutar al máximo de los aromas y propiedades de tus vinos favoritos. ¿Blancos con cuerpo? ¿Tintos con crianza? ¿Olorosos? ¿Espumosos? Sea cual sea tu tipo de vino favorito, consulta nuestro comparador, donde encontraras una selección de tintos y cavas.
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