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Vitamina B3: cuidado con pasarse

Un reciente estudio pone en entredicho el papel protector para el corazón de la vitamina B3 o niacina. El exceso de vitaminas puede llegar a ser perjudicial en algunos casos: descubre cuándo.

23 febrero 2024
b3

Nature Medicine ha dado a conocer las conclusiones de un estudio que parece identificar el elevado consumo de vitamina B3 o niacina como un posible factor de riesgo cardiovascular. Tradicionalmente se ha atribuido a la vitamina B3 un efecto cardioprotector, ya que está demostrado que contribuye a la  reducción de los niveles de LDL o “colesterol malo”, y ahora esta nueva investigación apunta a la relación, en una serie de pacientes, entre ciertos datos analíticos relacionados con el metabolismo de la niacina y una mayor presencia de enfermedad cardiovascular.

¿Qué es la niacina?

Niacina es en realidad un término genérico que engloba el ácido nicotínico y la nicotinamida, ambos compuestos orgánicos hidrosolubles que pertenecen al grupo de las vitaminas B. El organismo humano puede producir por sí mismo esta sustancia, pero también puede obtenerse a partir de los alimentos. La niacina interviene en las reacciones de oxidorreducción, así como en los procesos catabólicos y anabólicos; participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas y grasas.

La vitamina B3 o niacina es una vitamina hidrosoluble: se expulsa disuelta en la orina y es raro que se acumule en concentraciones tóxicas; pero, por lo mismo, apenas se almacena, con lo que es necesario ingerirla de forma continuada.

La ingesta de referencia diaria (IDR) para la población sana es de 16 mg. El nivel máximo de ingesta tolerable diaria está identificado para las 2 sustancias:

  • En el caso del ácido nicotínico va de 4 mg/día en niños de 7 a 10 años hasta 10 mg/día en adultos.
  • Para la nicotinamida, la ingesta máxima es de 350 mg/día en niños de 7-10 años y de 900 mg/día en adultos.

Qué alimentos aportan vitamina B3

La niacina puede obtenerse directamente de los alimentos, pero además el organismo puede sintetizarla a partir de un aminoácido esencial, el triptófano (siempre que esté en la cantidad necesaria), con lo que es preciso tomar alimentos que aporten tanto triptófano como niacina.

Las fuentes dietéticas principales de la vitamina B3 son el hígado, carnes y pescado, los huevos y lácteos, y también los cacahuetes, las nueces, cereales (sobre todo trigo) y la levadura de cerveza.

En resumen, vitamina B3, ¿sí o no? 

El estudio que se acaba de dar a conocer, más que dar unas recomendaciones concretas, pone sobre la mesa el papel de la niacina en el balance riesgo/beneficio cardiovascular:

  • Claramente, la influencia de los factores biológicos sobre el riesgo cardiovascular es mucho más compleja de lo que parece.  
  • Hay que tener en cuenta que no hay que precipitarse a la hora de recomendar suplementación dietética con vitaminas, minerales y otros oligoelementos, salvo cuando la evidencia científica es clara (como sucede en personas veganas con la vitamina B12, o en mujeres embarazadas con el ácido fólico) o de aquellos casos en los que hay un déficit vitamínico.
  • En el resto de situaciones, una dieta equilibrada es suficiente para aportar lo que necesitamos. Si seguimos una dieta variada y basada en productos frescos de origen vegetal, nuestras necesidades nutricionales estarán cubiertas.

Cuidado con los excesos de vitaminas

Tomar suplementos innecesarios de hecho, puede ser causa de problemas. Por ejemplo:

  • El exceso de vitamina D, una vitamina liposoluble que se acumula con facilidad en nuestras reservas grasas y en el hígado, puede acabar produciendo náuseas, vómitos, diarrea, dolores, cansancio y alteraciones renales.
  • El exceso de vitamina A, que puede dar lugar a náuseas, dolores de cabeza, sequedad de la piel, debilidad del cabello, cansancio y, en casos extremos, daño hepático. Incluso se ha relacionado con mayor riesgo de fracturas, de algunos tipos de cáncer y posibles daños en el feto.

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