Cómo elegir la merluza congelada

España, con casi 8.000 km de costa, puede presumir de tener una enorme variedad de pescados y mariscos. Con ello no es de extrañar que nuestro país sea uno de los mayores consumidores de pescado a nivel mundial, junto a Portugal, Noruega y Japón.

Cada español toma de media 22 kilos al año. De todas las especies, la merluza es la preferida, muy por encima de las siguientes de la lista: el bacalao y el salmón.

Rica en proteínas y con poca grasa

La merluza es un pescado blanco muy saludable. Es rica en proteínas de calidad, vitaminas del grupo B, minerales y tiene poca grasa. 

Comprarla congelada es una alternativa cómoda para disponer siempre de pescado en casa. Ya viene limpia, sin espinas y, según revela nuestro estudio, en perfectas condiciones de higiene y seguridad alimentaria.

Puedes encontrar merluza congelada a precios económicos, si bien hay diferencias de calidad y degustación en las 20 marcas analizadas. Consulta el comparador para conocer las mejores.

Comparador de merluzas congeladas

En qué fijarse al comprar merluza congelada

• Tipo de piezas. Por ejemplo, si son lomos o filetes, ya que cada parte tiene sus características y usos en la cocina. Los lomos y medallones son las piezas más jugosas y también las más grandes. Resultan perfectas para elaboraciones al horno o en guisos. Los filetes son mejores para rebozar o empanar.
• Origen. Lo más habitual es que las merluzas congeladas de nuestros lineales de supermercado sean de las costas de Namibia y Sudáfrica. Son las denominadas del Cabo, aunque también las hay argentinas y chilenas. Esta información debe quedar visible en los etiquetados. En nuestro estudio, no se han detectado diferencias significativas entre la calidad de estas especies. 
• Número de piezas. Esta información no siempre aparece en la etiqueta, pero compruébalo porque ayuda a adaptar la compra al uso que vayas a hacer.
• Tamaño de las piezas. La falta de homogeneidad no es un problema frecuente. Puede ocurrir, pero en nuestro análisis, solo dos de las veinte marcas han mostrado una homogeneidad media/baja. A cualquier cocinero le vendrá bien que las piezas sean similares. 
• Estado de congelación del producto. Si se ven las piezas, verifica que no están rotas ni tienen escarcha, manchas de sangre, trozos de piel o tegumentos.
• Fecha de consumo preferente. Revísala siempre para confirmar que aguantará hasta que quieras consumirla.
• Precio. Varía según el tipo de pieza, la especie, la marca e incluso el tipo de establecimiento (súper o hipermercado). En general, los filetes son más económicos que los lomos, alrededor de 4 €/kg menos. Además, si escoges nuestras Compras Maestras frente a las marcas más caras del estudio, puedes ahorrar unos 4 €/kg en filetes y hasta 9 €/kg en lomos.

Descongela siempre con garantías

• Saca el producto del congelador 24 horas antes de prepararlo y mételo en la nevera. Nunca lo dejes a temperatura ambiente para descongelarse.
• Colócalo en un recipiente cerrado y sobre una rejilla o un colador, para evitar el contacto del animal con el agua de la descongelación.

Recuerda que el pescado una vez descongelado no se puede volver a congelar en crudo, pues la textura y la carga microbiana pueden verse alteradas. Para evitar problemas de seguridad alimentaria, solo puedes volver a congelar el producto si antes lo has cocinado.

Descubre las mejores merluzas congeladas

Consulta nuestro informe y el comparador para conocer los resultados completos del estudio de lomos y filetes de merluza ultracongelada. 

Las mejores merluzas congeladas

Preguntas frecuentes

¿Merluza fresca o merluza congelada?

Comprar el pescado fresco tiene indudables ventajas. La principal, disfrutar en temporada del mejor sabor y textura. La mejor época de la merluza es de abril a julio. En cuanto a las variedades disponibles, la europea que se captura con redes de arrastre en aguas del Gran Sol (al oeste de las islas británicas) siempre merecerá la pena por su calidad, aunque es mejor la de la costa del Cantábrico, conocida como merluza de pincho, con la carne más firme y jugosa.

El problema es que estas variedades no siempre están disponibles en el mercado o tienen un precio poco asequible. Ten en cuenta, además, que si la compras entera el 20 % es desperdicio (tripas, cabeza y espina). La de pincho puede rondar los 15 €/kg, siempre dependiendo del tamaño, cuanto más grande más cara. Las de arrastre que se venden frescas tienen un precio medio de 10 €/kg.

Por ello, la congelada es una alternativa muy válida. Tiene el mismo valor nutricional que la fresca y los resultados de las 20 muestras analizadas en nuestro estudio reflejan que se venden limpias, sin espinas y a buen precio.

¿Cómo sé que la merluza de la pescadería está fresca?

Para reconocer un pescado fresco, fíjate en estos detalles:

• Tiene un color vivo, en el caso de merluzas de aspecto plateado brillante.
• La carne es firme y la piel tersa.
• Los ojos deben ser vivos, la córnea transparente, las pupilas negras, brillantes y convexas.
• Las agallas son de color rojo intenso y uniforme.

¿Qué opciones tengo al comprar merluza ultracongelada?

• En crudo. En este caso encontrarás filetes con o sin piel, lomos, medallones... Elige según el guiso que quieras elaborar. Ten en cuenta que, como hemos podido comprobar en nuestro estudio, los tamaños de los filetes son muy variables. Incluso algunas marcas presentan una enorme diferencia en sus piezas. Si quieres que sean más o menos iguales, los medallones o los lomos son la mejor opción.

• En preparaciones. Los platos precocinados, barritas, varitas o croquetas son las preparaciones en las que suelen acabar las merluzas. Presta atención al listado de ingredientes. En la mayoría de los casos el rebozado puede suponer más del 40 % del producto y en otros incluso no se trata de piezas de merluza sino de masas donde abundan el agua y el almidón. Son cómodos, sin duda, pero ¿tanto cuesta hacer un rebozado casero con un poco de huevo y pan rallado?

¿Cómo congelo el pescado fresco?

Nuestro ritmo de vida nos lleva a hacer la compra, habitualmente, una vez a la semana y a aprovechar la congelación como método de conservación para tener siempre alimentos disponibles. Es una opción estupenda, pero con el pescado ten en cuenta estas diez recomendaciones:

1. Cerciórate de que tienes un congelador de 4 estrellas. Si no es el caso es preferible no hacerlo, pues los resultados pueden no ser satisfactorios.
2. Si tu congelador cumple con la característica anterior, intenta que no esté muy lleno para favorecer el enfriamiento rápido.
3. Al comprar, deja los congelados para el final y transpórtalos en una bolsa isotérmica.
4. Aunque cualquier pescado es susceptible de poder congelarse, los blancos, más magros que los azules, aguantan más tiempo, ya que la grasa tiende a oxidarse antes.
5. Los pescados planos (gallos, rodaballo, lenguados, etc.) mantienen mejor sus propiedades durante la congelación.
6. Pide al pescadero que lo limpie de tripas y cabeza o, una vez en casa, quítalas tú.
7. Córtalo en trozos, no excesivamente grandes, adecuados para el cocinado.
8. Envuelve los trozos con film evitando que el alimento entre en contacto con el aire.
9. Calcula el tamaño de las raciones que necesitarás en tus preparaciones, pues una vez descongelado, no se puede volver a congelar.
10. Pon una etiqueta en el paquete con la fecha de congelación.

¿Cuáles son las recomendaciones de consumo de pescado?

Los expertos en nutrición aconsejan tomar entre tres y cuatro raciones por semana, procurando variar las especies entre pescados azules y blancos y espaciando aquellas que pueden contener mayor cantidad de mercurio (atún rojo, pez espada, tintorera y marrajo).

Este metal pesado cuya presencia en el mar procede de la contaminación industrial se encuentra en el pescado en forma de metilmercurio y es muy tóxico. El riesgo es mayor en niños y mujeres embarazadas. Afortunadamente, no lo hemos detectado en nuestro estudio de merluzas ultracongeladas.

¿Cuánto pescado comemos en España?

En este periodo, el consumo general de alimentos en el hogar aumentó un 12 %, mientras que el pescado solo el 7 %. Además, un 35 % de los españoles no alcanza la recomendación de los nutricionistas. Se trata, sobre todo, de gente joven. Por el contrario, los mayores de 55 años son los que más pescado toman. Entre las razones para hacerlo, el 80 % alega que es un alimento saludable. El 45 % lo consume por su sabor.