Cita con el príncipe azul de los mares
El pescado azul puede encontrarse durante todo el año, pero estos días se inicia una temporada que alcanza su esplendor durante el verano, pues algunas especies, como el bonito del Norte, resultan entonces más sabrosas al aumentar su de por sí alto contenido en grasa. Hablamos de un producto con múltiples posibilidades, accesible a todos los bolsillos.
El pescado azul está de plena actualidad. Se trata de un producto que puede adquirirse durante todo el año, pero inicia ahora temporada y su calidad comienza a ser ascendente hasta que alcanza su cénit en los meses de verano, cuando el pescado aumenta considerablemente su contenido en grasa y por tanto adquiere mayor sabor.
Sardina, boquerón, salmonete, caballa, chicharro, palometa, pez espada, melva, atún o bonito, además de clásicos como el salmón o el atún, son una fuente inagotable de omega-3 y admiten multitud de preparaciones en la cocina: a la espalda, al horno, en escabeche, en adobo o, por supuesto, a la barbacoa, donde su mueven como pez en el agua debido a su alto contenido en grasa.
Todo son ventajas, pero también para nuestros bolsillos, pues el pescado azul puede adquirirse a precios moderados en los establecimientos. La única pega, si es que así puede calificarse, es que no conviene mantenerlo congelado durante mucho tiempo –no más de tres meses-, ya que, debido a su alto contenido en grasa, puede enranciarse.
El pescado azul proviene en la mayoría de los casos de las costas españolas o bien de las vecinas, donde es capturado únicamente con artes tradicionales. Suele tener espinas, pero no tienen por qué ser un problema, puesto que puede preparase en filetes abiertos, lo cual nos permite retirarlas con facilidad.
Todo son ventajas en nuestra cocina y en nuestro paladar, porque las virtudes de este tipo de pescado lo convierten en el príncipe de los mares, y debemos disfrutar del sabor y propiedades de este manjar cuyo sabor nos deleitará a cuerpo de rey.
La mejor fuente de omega-3
La OCU analizó 27 productos enriquecidos con omega-3 y concluyó que ninguno de ellos superaba al pescado azul como fuente de este tipo de grasas poliinsaturadas, beneficiosas para curar la salud cardiovascular.
Con cinco sardinas o un filete de salmón de 150 gramos se alcanza la cantidad diaria recomendada de omega-3 (dos gramos), mientras que para conseguir esta misma cantidad con alimentos enriquecidos deberíamos tomar más de veinte galletas o beber cerca de tres litros de leche.
Por ello, la OCU mantiene que la mejor fuente de omega-3 es el pescado y aconseja comerlo cuatro veces a la semana, procurando que dos de ellos se consuma pescado azul.
El pescado azul está de plena actualidad. Se trata de un producto que puede adquirirse durante todo el año, pero inicia ahora temporada y su calidad comienza a ser ascendente hasta que alcanza su cénit en los meses de verano, cuando el pescado aumenta considerablemente su contenido en grasa y por tanto adquiere mayor sabor.
Sardina, boquerón, salmonete, caballa, chicharro, palometa, pez espada, melva, atún o bonito, además de clásicos como el salmón o el atún, son una fuente inagotable de omega-3 y admiten multitud de preparaciones en la cocina: a la espalda, al horno, en escabeche, en adobo o, por supuesto, a la barbacoa, donde su mueven como pez en el agua debido a su alto contenido en grasa.
Todo son ventajas, pero también para nuestros bolsillos, pues el pescado azul puede adquirirse a precios moderados en los establecimientos. La única pega, si es que así puede calificarse, es que no conviene mantenerlo congelado durante mucho tiempo –no más de tres meses-, ya que, debido a su alto contenido en grasa, puede enranciarse.
El pescado azul proviene en la mayoría de los casos de las costas españolas o bien de las vecinas, donde es capturado únicamente con artes tradicionales. Suele tener espinas, pero no tienen por qué ser un problema, puesto que puede preparase en filetes abiertos, lo cual nos permite retirarlas con facilidad.
Todo son ventajas en nuestra cocina y en nuestro paladar, porque las virtudes de este tipo de pescado lo convierten en el príncipe de los mares, y debemos disfrutar del sabor y propiedades de este manjar cuyo sabor nos deleitará a cuerpo de rey.
La mejor fuente de omega-3
La OCU analizó 27 productos enriquecidos con omega-3 y concluyó que ninguno de ellos superaba al pescado azul como fuente de este tipo de grasas poliinsaturadas, beneficiosas para curar la salud cardiovascular.
Con cinco sardinas o un filete de salmón de 150 gramos se alcanza la cantidad diaria recomendada de omega-3 (dos gramos), mientras que para conseguir esta misma cantidad con alimentos enriquecidos deberíamos tomar más de veinte galletas o beber cerca de tres litros de leche.
Por ello, la OCU mantiene que la mejor fuente de omega-3 es el pescado y aconseja comerlo cuatro veces a la semana, procurando que dos de ellos se consuma pescado azul.