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Guía de compra de productos de tomate envasados

04 agosto 2020
Guía de compra de salsas de tomate

Las etiquetas de tres tipos de tomates envasados -16 productos triturados, 79 fritos y 18 salsas de tomate- nos dicen mucho sobre ellos. ¿Cuáles presentan el mejor perfil nutricional? Investigamos para ayudarte a acertar en tu próxima compra de tomate de bote en el supermercado.

El tomate es bajo en calorías y en grasas. Su aporte en fibra y en minerales es discreto, pero en contrapartida es muy rico en vitaminas (A, D, E, del grupo B y también C). Otro componente importante es el licopeno, un antioxidante que es más activo cuando se consume triturado que entero. Más información en la Base de Datos Española de Composición de Alimentos BEDCA

El tomate es uno de los productos más presentes en nuestra mesa tanto crudo como cocinado, entero o triturado. Es una de las hortalizas más versátiles de nuestra cocina, y no puede faltar en ella: encontramos este ingrediente en la tradicional salsa de tomate, en sofritos, en ensaladas, en el gazpacho, en el pisto, junto pastas y arroces, etc.

Las salsas se pueden hacer de forma casera y la receta no es nada complicada. Pero la comodidad y las prisas en la cocina nos llevan a comprar latas, brick o botes de tomate, ya sea triturado, frito o como salsas. ¿Cuál es el producto más saludable desde un punto de vista nutricional? Para responder a esa pregunta, OCU ha comprado 113 productos de esos tres tipos y ha estudiado sus etiquetas. Entre ellos hay 13 productos bio, elaborados con ingredientes de la agricultura ecológica.

COMPARADOR NUTRICIONAL DE SALSAS DE TOMATE

Si buscas valoraciones nutricionales o precios sobre más productos, la app OCU Market puede sacarte de dudas y podrás llevar la información contigo en el móvil cuando salgas a hacer la compra.

¿Cómo ha valorado OCU los tomates envasados?

Hemos revisado en sus etiquetas la composición nutricional y el listado de ingredientes.

Nos hemos fijado especialmente en el contenido de 4 nutrientes cuyo consumo es aconsejable vigilar: grasas, grasas saturadas, azúcares y sal. Y hemos observado diferencias entre los tres grupos de tomates envasados, y también con respecto al tomate natural.

Valores nutricionales medios de salsa de tomate

Las grasas proceden del aceite que se añade en los tomates fritos y las salsas de tomate, aunque no son niveles altos en ningún caso.

Los niveles de grasas saturadas son bajos ya que se añaden aceite de oliva o de girasol.

Tampoco son altos los niveles de azúcar, en contra de lo que a veces se piensa.

De sal, en algún tomate frito hay que tener cuidado, especialmente quienes deban llevar una dieta baja en sal, como las personas con hipertensión.

El más parecido al tomate natural es el tomate triturado. Aunque no es exactamente lo mismo porque tiene otros ingredientes, como la sal o el aditivo E330.

¿Y aplicando el etiquetado nutricional Nutriscore?

A la misma información sobre la composición nutricional y el listado de ingredientes le hemos aplicado el sistema Nutriscore: una escala de 5 letras y colores, donde A (en verde oscuro) es la mejor puntuación y E (en rojo), la peor. Ayuda a comparar productos similares por sus ingredientes. Estos son los resultados globales por tipo de producto, para los 113 que hemos revisado.

Nutriscore salsas de tomate

Ten claro que todos los tomates que hemos revisado son alimentos procesados y, aunque presentan pocos problemas a nivel nutricional, su consumo debiera ser moderado.

En general, es mejor que los productos elaborados de forma industrial no constituyan la base de nuestra dieta. Así que, si no te da pereza estar entre fogones, anímate a preparar tu propia salsa de tomate o tomate frito y a embotarla. > Enlace a receta casera de tomate frito

¿Qué diferencias hay entre el tomate natural y el triturado de bote?

Tomate triturado de bote es básicamente tomate pelado y cortado en trozos muy pequeños. La gran diferencia con el tomate natural está en el resto de los ingredientes. Los más frecuentes en los 16 tomates triturados que hemos revisado son:

  • Sal (en 13 de los 16).
  • Un aditivo, el ácido cítrico (E330). Es un tipo de acidulante y sirve, como su nombre indica, para corregir la acidez. Se permite hasta en los productos bio, donde también está presente. OCU considera este aditivo aceptable y sin riesgos. Vea nuestra valoración en la calculadora de aditivos
  • Uno solo de los tomates, en lugar del E330, lleva fructosa, un tipo de azúcar.

Tomate triturado

¿Qué diferencias hay entre el tomate frito y las salsas de tomate?

Quizás la mayor diferencia sea legal:

  • el tomate frito es la única categoría de las tres que hemos comparado que está regulada, por el Real Decreto 858/1984, que afecta a algunas salsas de mesa: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1984-10112. Esa norma indica el porcentaje mínimo o máximo de algunos de los ingredientes habituales. Por ejemplo, el tomate debe suponer más de un 25 % (encontramos de un 26 a un 92 % en los 79 envases revisados de tomate frito).
  • Otra diferencia es la consistencia: las salsas suelen ser algo más líquidas, menos espesas, que los tomates fritos. Además, en las salsas encontramos más creatividad en los nombres (hemos visto "sofrito de tomate", "salsa para pasta" o "fritada", entre otros) y en el uso de hierbas aromáticas y hortalizas. 

Pero son muchas más las semejanzas entre estos dos tipos de productos:

  • Sus ingredientes son bastante parecidos. Es más, algunos “tomates fritos” podrían venderse como “salsas de tomate” y viceversa. Por ejemplo: En ambas categorías hemos encontrado tomate concentrado. Se usa porque cunde más: con menos cantidad, sube la densidad de la salsa o la viveza del color. Otros ingredientes comunes a ambos grupos son el aceite (más de oliva que de girasol), el azúcar, la sal, el ácido cítrico (E330) y la cebolla.
  • Nutricionalmente también son muy similares. Su aporte calórico medio por ración (de 50 g) es casi el mismo: 46 kcal en el tomate frito; 43 kcal en la salsa de tomate. De azúcar las salsas tienen algo menos. En ambos predominan los niveles medios de sal y grasas.

tomate frito

Reclamos que aparecen en las etiquetas

En los envases, primero, cuidado con la literatura que se usa para dar un barniz más saludable o casero al producto y para vender más. Por ejemplo, los términos artesano, tradicional, etc., no están regulados y cada fabricante los usa según su propio criterio. Suelen hacer referencia a la receta empleada.

También es habitual que se destaque en las etiquetas la presencia de algún ingrediente con buena prensa o la ausencia de los más denostados. Veamos unos cuantos:

  • Se saca pecho con el aceite de oliva. Si es virgen o virgen extra, sí que es un plus.
  • Algún tomate frito especifica que lleva sal "marina", como si fuera algo especial. Sepa que se trata de la sal más habitual.
  • Se empieza a sustituir el azúcar tradicional (el blanco, de remolacha) por otros tipos: de caña, sirope de agave. También es posible encontrar productos “sin azúcar”, que sustituyen ese ingrediente por algún edulcorante. La buena noticia es que ya hay tomates fritos que no recurren a los edulcorantes y solo llevan de azúcar lo que aporta el propio tomate. Además, en contra de lo que a veces se cree, no se abusa del azúcar en estos alimentos.

¿Sabes por qué se añaden algunos ingredientes?

Conocer el uso industrial de algunos ingredientes de los tomates envasados te ayudará a entender por qué se añaden:

  • La sal realza los sabores, pero mejor si no llega al 1 %.
  • El azúcar rebaja la acidez. Incluso en las recetas de salsas de tomate caseras es habitual añadir algo. Para que tengas una referencia, valores de azúcar en torno al 5% se pueden considerar aceptables, ya que más de la mitad de esa cifra procede del propio tomate (no se añade).
  • Cuando se utilizan tomates muy maduros, que son más dulces, el ácido cítrico (E330) sirve para dar ese toque de acidez que cabe esperar del tomate.
  • Los aromas a veces se usan si faltan ingredientes o estos son de baja calidad.
  • Los almidones, como espesan la salsa, acortan el tiempo de elaboración. No hace falta tener tanto rato los tomates y el sofrito al fuego para que se concentren. Otros ingredientes que hemos encontrado con función espesante son: fibra, goma guar (E412) y goma xantana (E415)
  • Sorbato potásico (E202), un conservante (solo lo hemos visto en 1 caso) para evitar el desarrollo de mohos. Es de los aditivos que hay que vigilar en la dieta, para no pasarse. Puede causar alergia.
  • Lactato cálcico (E327), un aditivo aceptable, sin riesgo, que puede actuar como regulador de acidez y antioxidante.