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La Navidad se sienta a la mesa

18 diciembre 2022
comida

Con la Navidad llegan también las tentaciones y el riesgo de cometer excesos. Te ofrecemos una serie de consejos para elegir y disfrutar de los alimentos y bebidas de forma más saludables. El objetivo es evitar que un consumo inadecuado te acabe pasando factura.

Consejos para una Navidad saludable

Ya está aquí la Navidad, el momento más señalado del año para la muchos, o simplemente  los días de mayor gasto del año para otros. Sea cual sea tu espíritu navideño, tanto si eres un entusiasta como si lo que quieres es que la Navidad pase rápido, te ofrecemos una serie de consejos y pautas para que la disfrutes al máximo.

Comprar los productos navideños

Las Navidades suponen un gran desembolso económico para la mayoría, y una de las principales partidas de gasto, al margen de los regalos, es la que se destina a la compra de alimentos. 

A veces este gasto extra se lleva a cabo en la adquisición de productos de temporada, artículos que solo se encuentran en Navidad. En otras ocasiones, el mayor gasto va destinado a productos de mayor calidad y de precio más alto, que se reservan para conmemoraciones especiales, como las que abundan estos días.

Una queja recurrente de los consumidores es que estos productos específicos suben de precio en las fechas inmediatamente anteriores a las fiestas, por lo que muchos apuestan anticiparse a ellas y realizar las compras cuanto antes. A continuación, te ofrecemos una serie de pautas para comprar alimentos en Navidad que no debemos olvidar, aunque en algunos casos puedan parecernos obvias:

  • Aunque los precios van incrementándose de forma casi constante desde mediados de noviembre, el ritmo se acelera más a medida que se acercan las fiestas.
  • Podemos decantarnos por alternativas menos típicas, pero algo más económicas, aunque sus precios puedan subir también algo, pero sin duda mucho menos que en los productos habituales. Así, buenas opciones, por ejemplo, serían elegir lubina en lugar de besugo,  pularda en vez de cordero, o langostinos por percebes o almejas. No tienes porqué elegir productos caros para que sean los protagonistas de tus platos principales: hay alternativas igual de ricas, en todos los aspectos, y mucho más asequibles.
  • En el caso de los alimentos, al anticiparnos no hay que perder de vista una serie de aspectos. Lo principal es procurar a los alimentos una buena conservación para no llevarnos sorpresas desagradables, y mirar bien la fecha de caducidad.
  • Retrasarla compra de alimentos que necesiten refrigeración o congelación para el final de la compra, cuando nos quede poco tiempo para volver a casa.
  • Conserva en frío (a 4 ºC o menos) los alimentos, si se van a consumir en pocos días. Cuando se vaya a tardar algo más, es mejor congelarlos.
  • Algunos mariscos, como carabineros, centollos, langostas y bogavantes, admiten bien la congelación. Comprarlos ya congelados es también una buena opción, aunque adquirirlos frescos cuando están a buen precio y congelarlos después resulta más económico. Si compras marisco vivo, cuécelo lo antes posible para evitar que muera. Una vez cocido se mantiene bien en la nevera tapado con un paño húmedo.

Los mejores langostinos

65 BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 11,99 €/kg
64 BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 18,30 €/kg
63 BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 8,74 €/kg

Los mejores jamones ibéricos 100% bellota

85 MUY BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 208,75 €/kg
77 MUY BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 343,75 €/kg
74 BUENA
CALIDAD
Analizado en el laboratorio
Precio de referencia 183,33 €/kg

Los mejores turrones

36 Mala calidad
Analizado en el laboratorio
Turrones
Precio de referencia 5,52 €/kg
24 Mala calidad
Analizado en el laboratorio
Turrones
Precio de referencia 6,32 €/kg
40 Mala calidad
Analizado en el laboratorio
Turrones
Precio de referencia 6,40 €/kg

10 consejos para acertar con los menús

Las comidas y cenas de Navidad son un clásico. Eso sí, las prisas no deben llevarnos a descuidar aspectos básicos de consumo. Recuerda que la mayoría de los brotes de enfermedades de origen alimentario se originan en casa, no en bares o restaurantes. Cúrate en salud respetando unas reglas básicas:

  • Cuida la higiene y la de todas las superficies y utensilios que vayan a entrar en contacto con los alimentos. Una cocina limpia es una cocina segura.
  • Descongela dentro del frigorífico. Las prisas no son buenas, pero si no nos queda más remedio se puede hacer en el microondas o introduciendo el alimento en una cazuela con agua hirviendo, siempre que se trate de un plato que vayas a preparar hervido.
  • Recalienta sólo la porción que se vaya a consumir. Conviene, siempre que sea posible, dejar que vuelva a cocer durante 1 o 2 minutos.
  • Añade ingredientes deshidratados o especias, que pueden ser portadores de gérmenes, cuando quede tiempo suficiente de cocción, no al final.
  • Desecha los alimentos que ofrezcan dudas. Es mejor tirarlos que arriesgarnos a enfermar.
  • Si te preocupan las grasas, puedes combinar en una misma comida alimentos grasos con otros más ligeros para compensar: por ejemplo, un salteado con un asado.
  •  Un buen truco es esperar a que el aceite esté a 180 ºC y usar el papel de cocina para absorber el exceso de grasa adquirido durante la fritura.
  • Huye de la monotonía y varía las técnicas culinarias. Muchas de ellas permiten una cocina magra y también apetecible. Por ejemplo, se pueden dejar macerar carnes y pescados con hierbas aromáticas para que resulten más jugosas y sabrosas a la plancha.
  • Las verduras son imprescindibles para acompañar carnes y pescados. Echa mano de judías verdes, zanahoria baby, setas, manzanas, espárragos, calabacín, tomates, cebolla.
  • Juega con la presentación y busca involucrar a más sentidos. Colores, texturas, sabores... Por ejemplo, puedes mezclar alimentos crujientes con preparaciones más suaves.

De todo... pero con moderación

Las fiestas navideñas suelen ir acompañadas de excesos en la mesa. 

Durante estas fechas, se acostumbra a comer en familia o con amigos y a consumir platos contundentes, ricos en grasas y azúcares, y también más alcohol. Pero no debemos eliminar o evitar platos por miedo a engordar, lo mejor es consumirlos en cantidades moderadas. Si seguimos esta premisa, no nos quitará el sueño cometer un pequeño exceso algún día de las fiestas. Puedes ser aconsejable compensar esta ingesta excesiva los días entre los festivos.

Las bebidas alcohólicas contribuyen a incrementar la ingesta calórica, tanto por su contenido alcohólico como por el de azúcares, sobre todo en el caso de los licores dulces o los combinados (debido a los refrescos). Esta ingesta puede llegar a suponer que consumamos cerca del 20% del aporte energético diario recomendado en forma de alcohol: desde un punto de vista de salud, lo ideal es acompañar las comidas con agua (aunque el componente festivo de la Navidad nos señale lo contrario) y recordar que, además de las consecuencias por un consumo excesivo, un gramo de alcohol aporta 7 kilocalorías vacías.

No tires lo que sobra

Después de las comidas hay que ser muy cuidadosos con la gestión de los restos. 

  • En el caso de que no tengas previsto consumir las sobras en un plazo de tres días, congélalas en dosis individuales.
  • Para volver a consumirlas, descongélalas también en el frigorífico o bien en el microondas, calienta bien la comida e, importante, hazlo solo una vez.
  • Si después vuelven a sobrar alimentos, tíralos a la basura. En cuestión de salud lo mejor es apostar por lo seguro.