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Adelgazar durante la menopausia

27 abril 2018
Chica con bascula

Para muchas mujeres, intentar perder unos kilos a partir de los 45 años resulta aún más difícil. El problema no es la edad, sino los cambios hormonales propios de esa etapa. Equilibrio, actividad y no obsesionarse son la clave para mantenerse bien por dentro y por fuera.

La menopausia es una etapa de cambios en la vida de la mujer. Entre otras cosas, es un momento en que se suele ganar peso: es en esa época cuando es mayor la prevalencia de obesidad femenina, pues se agrava en los casos en que ya existía o puede desarrollarse en otras mujeres.

¿Por qué engordamos en esta etapa?

No es una impresión: la ganancia de peso y los cambios en la silueta en esa etapa que se producen entre los 45-55 años (momento de la menopausia o climaterio) son una realidad. Las causas del problema son múltiples y variadas:

  • En este momento se produce el hipoestrogenismo, es decir, la disminución en la producción de hormonas estrógenas
  • Durante la menopausia se produce una disminución del gasto energético en reposo.
  • También aumenta el tejido graso y disminuye el tejido magro. Es un hecho que la acumulación de la grasa corporal en la mujer va aumentando: a los 20 años es del 26%, sube al 33% a los 40 años y a los 50 años alcanza el 42% .  
  • Por otro lado, la pérdida de estrógenos hace que el aumento de la grasa concentre más en la zona abdominal.
  • Y también hay cambios en los centros cerebrales que regulan el apetito, lo que puede alterar la sensación de hambre. Algunas mujeres reconocen notar una verdadera ansiedad por el dulce.
La combinación de todos estos factores da como resultado un cambio en el metabolismo: normalmente, una disminución en la proporción de masa magra (músculo) provoca que la energía que gasta nuestro cuerpo (el metabolismo basal) se reduzca. Además, el cuerpo es menos eficiente quemando la grasa procedente de los alimentos, con lo que ésta se acumule con más facilidad.

Es hora de cuidar de ti

Lo que no hay que perder de vista es que la preocupación por el peso corporal puede estar justificada cuando se trata de velar por la salud, pero no a cualquier precio. Es importante aceptar que nuestro cuerpo evoluciona y difícilmente volverá a la forma que tenía hace 20 años... pero sigue siendo posible mantener un peso adecuado y estar tan atractiva y, sobre todo, tan sana, como siempre

Trata de ver si una alimentación desequilibrada o un sedentarismo excesivo están detrás de ese sobrepeso que te molesta. Y si es así, intenta corregir los errores que cometas (picar entre horas, saltarte comidas, abusar de platos preparados...).

Si tu estilo de vida es saludable y mantienes una actividad que asegure un buen tono muscular, no pasa nada por seguir teniendo unos kilitos de más o por no poder mantener ya la misma talla de siempre: aprende a disfrutar de la vida.  

Tres cosas que puedes hacer

  • Lo primero, y más importante: no obsesionarte.
  • Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal, mantener el consumo de productos de origen animal... y reducir el consumo de alimentos grasos.
  • Lo último, pero tan importante como el resto: mantenerte activa. Mejorará tu tono muscular y conseguirás aumentar el gasto energético.  

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