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Contra el "efecto yo-yo", dieta con cabeza

16 junio 2015
dieta

Meses tratando de perder los kilos que nos sobran… para después recuperarlos en pocas semanas, y acabar con más grasa que antes. ¿La historia de tu vida? La de muchos otros también: el culpable es el famoso efecto yo-yo de las dietas.

Si adelgazas pero no consigues mantener el peso, si cada vez te cuesta más desprenderte de lo que te sobra, si debes seguir dietas más severas y pierdes menos peso… el diagnóstico es claro: has caído en la espiral del efecto rebote de las dietas, el tan famoso como temido efecto "yo-yo".

Tras seguir una dieta hipocalórica y perder peso rápidamente, es frecuente que al volver a los hábitos de siempre, vuelvan los kilos tan deprisa como se fueron… o más. Y peor aún, aumenta el porcentaje de grasa corporal. Este efecto rebote, más frecuente en mujeres, se relaciona además con un alto riesgo de hipertensión, dislipidemia y enfermedad de la vesícula biliar. También se asocia con el estrés psicológico y la depresión.

Por qué se produce

Esto es el resultado de una regulación ponderal según la cual los excesos y las insuficiencias alimentarias desencadenan cambios metabólicos que intentan prevenir las modificaciones del peso corporal.

En todo el proceso entran en juego dos hormonas, la leptina y la grelina.

  • La leptina es una hormona producida principalmente por el tejido adiposo que refleja la cantidad de reservas grasas. Actúa informando sobre el tamaño de los depósitos de grasa blanca del organismo. Los principales efectos fisiológicos derivados de su acción son la disminución del apetito y el incremento del gasto energético. Las personas obesas parece que son resistentes o insensibles a la leptina pues a pesar de la presencia de niveles elevados de leptina, que debería conducirles a reducir la ingesta de comida, continúan manteniendo niveles elevados de grasa corporal.
  • La grelina es una hormona que estimula la sensación de apetito.

Las personas con niveles más altos de leptina y más bajos de grelina son más propensas a recuperar los kilos perdidos. Hay estudios que muestran además una mayor influencia de la grelina entre los hombres y de la leptina entre las mujeres. En cualquier caso, esto abre una puerta para estudiar las hormonas relacionadas con el apetito como factor clave en programas personalizados de pérdida de peso.

Cómo se evita

Para que no se produzca el efecto yo-yo la solución es seguir una dieta bien pautada y perder peso de forma paulatina.

La dieta que te permitirá conseguir un peso saludable es la que establezca para ti un experto: tardarás más en adelgazar, pero ese tratamiento será definitivo, pues la pérdida de peso se traducirá en una pérdida de masa grasa. 

En resumen, adelgazar pensando en la “operación bikini” es un error: lo conveniente es adquirir unos hábitos de vida saludables no a medio, ni a largo plazo, sino para siempre... solo así te olvidarás de las dietas. 

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