En la última revisión de precios, el pasado noviembre, ya indicamos que era una mala señal que el incremento de precios hubiera sido por el máximo permitido, al igual que los años anteriores, lo que no hacía presagiar nada bueno para la revisión de comienzo de año. Esas previsiones se han cumplido y desde el lunes 18 de enero hay que pagar por la bombona de butano 13,3 euros, lo que representa una subida del 4,9%.

Este aumento, que roza la máxima permitida en cada revisión bimestral de precios (5%), replica la registrada en 2017 y 2020, y en otros años de la serie el comportamiento fue similar (la excepción fue 2019). En cualquier caso, parece claro que los precios de la bombona de butano alcanzan siempre niveles muy altos en pleno invierno, cuando más se usa, lo que amplia los efectos negativos de ese aumento de precio.

El incremento del coste de la materia prima, cercano al 17% y la subida de los fletes (transporte), del 36%, están detrás del alza de precio. Para los expertos, parece claro que se está generando un déficit de tarifa, que tendrá que ser compensado en la próxima revisión, que se producirá en el mes de marzo: según se ha informado, de acuerdo con algunas fuentes del Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el incremento que se debería haber producido era del 6,25%, pero ese exceso sobre el 5% ha quedado para el futuro.

El butano, al mismo precio que el año pasado

Hace un año, el precio de la bombona era prácticamente el mismo (13,37 euros), pero eso no quiere decir que haya permanecido estable en todo ese tiempo. Al contrario, en los últimos años el precio de este combustible presenta importantes variaciones anuales, que se traducen en subidas en invierno y descensos en verano. La única novedad este año ha sido que, debido a las medidas adoptadas durante el estado de alarma, el precio permaneció congelado entre enero y julio, lo que impidió que las oscilaciones entre el precio más bajo y el más alto hayan superado el 10%, como ocurrió en años precedentes.

Miles de hogares sufrirán el alza de precio

Lo cierto es que, en lo más duro del duro invierno, se produce esta subida de precios, no por esperada menos dolorosa, que obliga a miles de familias, a veces con recursos limitados o que viven en zonas donde no hay otras alternativas, a pagar cara su fuente de energía justo cuando más la necesitan.

Además, los problemas de desabastecimiento provocados por la copiosa nevada han impedido a muchos proveerse de bombonas a mejor precio y deberán pagarlas más caras ahora cuando la subida ya es una realidad. Por eso, desde OCU solicitamos que se amplíe la congelación del anterior precio de la bombona hasta que pase lo peor de la actual ola de frío y los usuarios hayan podido reabastecerse.

Difícil predicción para el futuro

Aunque el precio del butano sigue un ciclo anual bastante evidente, este año el pronóstico es más difícil de realizar.

• Por un lado, los datos historicos muestran una tendencia clara a que se produzca una bajada, pues casi todos los años ha sido así, y por el porcentaje más alto permitido.
• No obstante, no se descarta una subida, como ha pasado en otras ocasiones, Además, es evidente que hay un déficit de tarifa que se está acumulando y que se va a tener que aplicar en la revisión de marzo.
• Por último, hay que contar con el factor demanda durante estos meses: si el invierno sigue frío, seguirá subiendo el precio de la materia prima, lo que provocará tensiones al alza.

¿Qué pasará? En marzo sabremos cómo queda el precio de este combustible que en España usan millones de familias. Estos precios afectan solo a la bombona tradicional de butano, la de 12,5 kg de carga que en vacío pesa más de 9 kilos. Las demás bombonas tienen el precio liberalizado.