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Medicamentos: el oscuro coste de la I+D

22 abril 2021
Alto coste nuevos medicamentos

A través de los impuestos, los consumidores pagamos parte de la investigación para el desarrollo de nuevos fármacos, como ha quedado patente con las vacunas y otros medicamentos para la COVID-19. Eso no impide que la industria se escude en el elevado coste de la I+D cuando quiere justificar precios desorbitados por los medicamentos más innovadores... sin dar más datos.  En la industria farmacéutica falta transparencia.

Pagamos dos veces por los mismos medicamentos

En los últimos años se está dando un tendencia preocupante: las compañías farmacéuticas solicitan a las autoridades precios elevadísimos por los nuevos medicamentos que sacan al mercado. En OCU no queremos medicamentos a precios que amenazan la salud y ponen contra las cuerdas a los sistemas sanitarios. Apoya nuestra reivindicación de unos tratamientos accesibles para todos:

No a los precios abusivos de los mediamentos

Para dar a conocer el problema, BEUC, la Organización Europea de Consumidores, ha publicado un documento señalando que este problema afecta por igual a toda la Unión Europea. Está disponible solo en inglés y lleva por título Time to lift the blindfold. Abolishing price secrecy to help make medicines affordable. De este informe se extraen muy interesantes informaciones.

Poca información sobre los costes de desarrollo

Nadie pone en duda que desarrollar un nuevo medicamento sea costoso. Pero no hay datos para saber a cuánto asciende la inversión en I+D de cada fármaco que consigue su autorización para comercializarse.

En algunos estudios se ha intentado dar una cifra aproximada. Estos son tres de los más destacados, que tienen en común que han tenido en cuenta los costes de fallo de desarrollo y de coste-oportunidad, es decir, lo que habrían ganado de haber invertido en el desarrollo de otro producto:

  • Un trabajo del Centro Tufts para el Estudio del Desarrollo de Medicamentos (CSDD, Tufts Center for the Study of Drug Development), de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston. En 2016 publicaron sus conclusiones. Estimaron que, de media, a las compañías les cuesta cerca de 2.600 millones de dólares el desarrollo de un nuevo medicamento. Este cálculo lo hicieron basándose en la información que 10 compañías farmacéuticas habían suministrado de forma confidencial.
  • El segundo estudio se publicó en JAMA Internal Medicine en 2017. Estimaron que el coste medio de desarrollar un nuevo medicamento contra el cáncer era de 757,4 millones de dólares.
  • Otras estimaciones más recientes, de 2020, apuntan a unos costes medios de I+D de unos 1.300 millones de dólares para los nuevos medicamentos y productos biológicos aprobados en EE.UU entre 2014-2018. 

Esta disparidad de cifras en parte se explica porque no existe un método común para calcular el gasto en I+D de los medicamentos. Quien podría dar cifras concretas e informes detallados sobre ese gasto es la industria farmacéutica, pero este es uno de sus secretos mejor guardados.

Esta falta de transparencia permite a las compañías exigir elevados precios de medicamentos y aumentar extraordinariamente sus ganancias exagerando la cantidad de dinero que necesitan para recuperar la inversión. De hecho, los elevados beneficios de las principales empresas farmacéuticas indican que son posibles precios más bajos de medicamentos.

¿Y qué pasa con la contribución pública?

La industria farmacéutica generalmente minimiza el papel del sector público en el desarrollo de los medicamentos. No suele reconocer que los gobiernos son los que más contribuyen a la investigación en el campo de la salud y tampoco que la Comisión Europea (CE) es uno de los mayores financiadores a nivel global

Si nos centramos solo en la CE, el Programa Marco es la principal iniciativa comunitaria de fomento y apoyo a la I+D+I en la Unión Europea. Ese Programa Marco para el periodo 2014-2020 recibió el nombre de Horizon 2020 y se le dotó de un presupuesto de 80.000 millones de euros, de los cuales se asignaron cerca de 10.000 millones de euros para investigación e innovación en salud. A través de este instrumento, la Unión Europea apoya el desarrollo de medicamentos y de otras tecnologías sanitarias.

En 2020 este programa recibió millones de euros adicionales para impulsar la investigación en vacunas, test diagnósticos y tratamientos contra la COVID-19. Los nuevos fondos llegaron a través del llamado Instrumento de Asistencia Urgente.

Investigación financiada entre todos

El sector público es con diferencia el principal financiador de las fases iniciales de la investigación biomédica, la cual busca entender cómo se comporta el organismo frente a la enfermedad y resulta esencial para las fases más tardías del desarrollo de los medicamentos.

A pesar de ello, las contribuciones públicas raramente se ven reflejadas en los estudios de costes en I+D y mucho menos en el precio final del medicamento. Y todo eso sucede a expensas de los consumidores, a través de su contribución a los presupuestos públicos de salud vía impuestos.

Además, cuando empiezan a comercializarse, esos nuevos fármacos son financiados por los sistemas sanitarios con el dinero que todos pagamos a través de nuestros impuestos. En España muchos de esos nuevos medicamentos son de uso hospitalario y el SNS los financia al 100%. De hecho, tanto en 2018 como en 2019 el gasto farmacéutico hospitalario se ha incrementado en casi un 8% al año en nuestro país. Por eso decimos que los consumidores acaban pagando dos veces por sus medicamentos

OCU pide precios justos y transparencia

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No a los precio abusivos de medicamentos

Campaña OCU contra los precios abusivos de los nuevos medicamentos

Tal y como indica BEUC en su informe, los precios de los medicamentos son justos cuando:

  • Pueden ser financiados por los sistemas públicos de salud y/o pagados por el consumidor sin crear una carga insostenible.
  • Permiten también a la compañía desarrolladora recuperar los costes de investigación y desarrollo, sin que esto derive en márgenes de beneficio excesivos.

Determinar si un precio es justo requiere de una evaluación de cada caso. Pero para poder hacer esa evaluación, la industria debe facilitar información sobre los costes de la I+D. Es necesario poner fin a la falta de transparencia

¿Deseas acceder al informe completo del BEUC? Está disponible en inglés en www.beuc.eu