Los medicamentos también sufren el verano
El calor extremo no perdona a nadie ni a nada... tampoco a las medicinas. Te damos las claves para cuidar de tu botiquín, porque según el tipo de fármaco, los medicamentos aguantan más o menos temperatura y deberás (o no) tomar medidas. La buena noticia es que la gran mayoría pueden soportar sin problemas temperaturas muy elevadas durante varias semanas
Pega el sol y tu casa arde. Guardas la comida que puede estropearse en el frigo y tú tratas de mantenerte fresco con un ventilador o tirando de aire acondicionado.
Y ya está. Te quedas fresquito y te olvidas de los medicamentos que tienes en el botiquín, o los que llevas normalmente en el bolso, o los que tienes a mano en la mesilla para que no se te olvide tomarlos... Pues ellos también sufren el calor.
Conservación de los medicamentos
Nuestro consejo es que hagas repaso y te fijes bien en lo que pone en la caja o el prospecto sobre la conservación de los medicamentos:
De 2 ºC a 8 ºC: siempre en el frigo
Como tienen que estar siempre en el frigo, estos medicamentos son los únicos que no van a notar que es verano. Pero cuando los saques para tomarlos, procura que pasen el menor tiempo posible fuera del frigo.
La insulina es un caso especial: los viales o las plumas que están sin empezar deben guardarse en el frigo, pero una vez que el vial o la pluma se ha empezado a usar puede quedarse fuera de la nevera a temperatura ambiente (ya que una inyección fría de insulina duele). Eso sí:la temperatura ambiente dentro de tu casa no debe superar los 30 grados y el vial o la pluma, una vez empezado, debe usarse dentro del periodo de un mes.
Menos de 25º/30 ºC: sin problemas
Es verdad que en la caja o en el prospecto pone eso, pero en pruebas de laboratorio se demuestra que se mantienen estables a temperaturas constantes de 40ºC durante varias semanas, por lo cual estos medicamentos son capaces de tolerar, sin problema alguno, incrementos puntuales de dichas temperaturas, cosa habitual en verano.
Con estos medicamentos no debes tomar ninguna precaución especial, al igual que con todos aquellos en los que en la caja o en el prospecto no se haga mención alguna a la temperatura de conservación.
Los que deben preocuparte
Son casos aparte que, debido a su forma de presentación, son especialmente sensibles al calor:
- supositorios
- óvulos vaginales
- cremas
El calor altera sus excipientes (un supositorio se derrite, una crema se hace demasiado líquida). Si esto ocurre, tendrás que deshacerte de estos fármacos ya que la alteración de la forma de presentación puede afectar a las propiedades del principio activo que contienen.
Evita problemas leyendo bien el prospecto para saber qué temperaturas soportan y guárdalos lejos de una fuente de luz y calor directa.
Nunca (y menos cuando el calor aprieta) debes dejarlos en cualquier sitio. Y desde luego, ni se te ocurra olvidarte de ellos en el fondo de ese neceser que bajas a la playa o en la guantera del coche. Cuida bien de tus medicamentos, para que ellos puedan curarte a ti.
Pega el sol y tu casa arde. Guardas la comida que puede estropearse en el frigo y tú tratas de mantenerte fresco con un ventilador o tirando de aire acondicionado.
Y ya está. Te quedas fresquito y te olvidas de los medicamentos que tienes en el botiquín, o los que llevas normalmente en el bolso, o los que tienes a mano en la mesilla para que no se te olvide tomarlos... Pues ellos también sufren el calor.
Conservación de los medicamentos
Nuestro consejo es que hagas repaso y te fijes bien en lo que pone en la caja o el prospecto sobre la conservación de los medicamentos:
De 2 ºC a 8 ºC: siempre en el frigo
Como tienen que estar siempre en el frigo, estos medicamentos son los únicos que no van a notar que es verano. Pero cuando los saques para tomarlos, procura que pasen el menor tiempo posible fuera del frigo.
La insulina es un caso especial: los viales o las plumas que están sin empezar deben guardarse en el frigo, pero una vez que el vial o la pluma se ha empezado a usar puede quedarse fuera de la nevera a temperatura ambiente (ya que una inyección fría de insulina duele). Eso sí:la temperatura ambiente dentro de tu casa no debe superar los 30 grados y el vial o la pluma, una vez empezado, debe usarse dentro del periodo de un mes.
Menos de 25º/30 ºC: sin problemas
Es verdad que en la caja o en el prospecto pone eso, pero en pruebas de laboratorio se demuestra que se mantienen estables a temperaturas constantes de 40ºC durante varias semanas, por lo cual estos medicamentos son capaces de tolerar, sin problema alguno, incrementos puntuales de dichas temperaturas, cosa habitual en verano.
Con estos medicamentos no debes tomar ninguna precaución especial, al igual que con todos aquellos en los que en la caja o en el prospecto no se haga mención alguna a la temperatura de conservación.
Los que deben preocuparte
Son casos aparte que, debido a su forma de presentación, son especialmente sensibles al calor:
- supositorios
- óvulos vaginales
- cremas
El calor altera sus excipientes (un supositorio se derrite, una crema se hace demasiado líquida). Si esto ocurre, tendrás que deshacerte de estos fármacos ya que la alteración de la forma de presentación puede afectar a las propiedades del principio activo que contienen.
Evita problemas leyendo bien el prospecto para saber qué temperaturas soportan y guárdalos lejos de una fuente de luz y calor directa.
Nunca (y menos cuando el calor aprieta) debes dejarlos en cualquier sitio. Y desde luego, ni se te ocurra olvidarte de ellos en el fondo de ese neceser que bajas a la playa o en la guantera del coche. Cuida bien de tus medicamentos, para que ellos puedan curarte a ti.