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Colitis ulcerosa, causas y tratamiento

25 febrero 2018
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La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal que afecta al colon y a la zona ano-rectal. Su causa es desconocida y suele aparecer en adultos con edades comprendidas entre los 30-40 años.En España, unas 100.000 personas padecen patologías inflamatorias intestinales, de las cuales la mitad corresponde a colitis ulcerosa. 

La colitis ulcerosa es una inflamación crónica del intestino grueso que da lugar a la formación de úlceras en su pared.

Por lo general, la afectación suele limitarse a la mucosa, siendo más superficial que la que se produce en la enfermedad de Crohn. Otra diferencia importante es que la inflamación no se extiende a otros segmentos del tubo digestivo.

En algunos casos de colitis ulcerosa, pueden producirse manifestaciones en otros órganos (el hígado, los ojos, las articulaciones o las piel), como también sucede en la enfermedad de Crohn.

Factores de riesgo de la colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa es una enfermedad que afecta por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, los pacientes en los que la enfermedad aparece después de haber cumplido los 60 años suelen padecer grados más leves de la patología que las personas más jóvenes.

Algunos estudios revelan que el 10-15 % de los pacientes con colitis ulcerosa presenta un historial familiar de enfermedad inflamatoria intestinal. En este sentido, los familiares de primer grado tienen hasta 4 veces más riesgo de desarrollar esta patología.

Asimismo, la toma de algunos fármacos como, por ejemplo, son los anticonceptivos orales, las hormonas de terapia sustitutoria y los antiinflamatorios no esteroideos se han asociado con un mayor riesgo de padecer colitis ulcerosa.

No obstante, la extirpación del apéndice parece conferir un efecto protector frente a la enfermedad, especialmente cuando esta intervención tiene lugar durante la infancia o la juventud.

Sorprendentemente, y a la inversa de lo que sucede con la enfermedad de Crohn, dejar de fumar está considerado uno de los factores de riesgo más importantes para sufrir la enfermedad. Por tanto, los fumadores son menos proclives que los exfumadores o los que nunca han fumado.

En último lugar, y como dato curioso, se ha manifestado que la alimentación con leche materna parece disminuir el riesgo de sufrir colitis ulcerosa. Sin embargo, la vida en un ambiente urbano parece aumentarlo. Quizá esto tenga algo que ver con el hecho de que los casos de colitis ulcerosa hayan aumentado en los últimos años, siendo mayor la incidencia en Europa Occidental, Norteamérica y Australia. 

¿Cuáles son los síntomas de la colitis?

Los síntomas de la colitis ulcerosa difieren sensiblemente de un paciente a otro. A veces, la enfermedad es relativamente benigna, limitándose a una afectación del recto (el segmento final del intestino grueso), mientras que otras veces cursa de forma agresiva.

Los síntomas más frecuentes son la diarrea, característicamente sanguinolenta, aunque también puede contener moco y pus, y el dolor abdominal. Cuando hay afectación del recto (proctitis), puede haber evacuación de sangre roja procedente del recto, no asociada a la defecación (rectorragia), y sensación de querer defecar (tenesmo).

Otros posibles síntomas son fiebre, cansancio, pérdida de apetito y pérdida de peso. Un cierto porcentaje de pacientes presenta, además, manifestaciones a otros niveles (hepáticas, oculares, articulares o cutáneas).

Diagnóstico de la colitis ulcerosa

Al igual que sucede con la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa puede manifestarse mediante síntomas que son comunes a otras enfermedades como, por ejemplo, las infecciones intestinales. De ahí la necesidad, además de una buena historia clínica, de hacer pruebas complementarias. 

En último término, el diagnóstico de la colitis ulcerosa está basado en la combinación de síntomas, en los análisis de sangre y en el estudio de las heces, junto a la realización de una colonoscopia. Este último tipo de prueba permite también tomar muestras del colon para biopsia y analizarlas. 

Tratamiento de la colitis ulcerosa

El principal objetivo del tratamiento es inducir y mantener la remisión de la enfermedad, con el objetivo de prevenir la discapacidad a largo plazo, así como evitar la colectomía y el cáncer colorrectal.

Para que la mejora de esta patología sea realmente efectiva, es importante que se incluyan la resolución de los síntomas clínicos (acabar con el sangrado rectal, mejorar los hábitos intestinales…) y la cura de los tejidos.

Medicamentos

Entre los medicamentos utilizados, se encuentran la mesalazina y la sulfasalazina, administradas si es posible en forma de supositorios o enemas, cuyo resultado es superior a la vía oral. Los pacientes que no responden a estas sustancias pueden ser tratados con corticosteroides.

En las formas de colitis ulcerosa desde moderada a severa, puede ser necesario recurrir a medicamentos inmunosupresores, así como a anticuerpos monoclonales de la familia anti-factor de necrosis tumoral (anti-TNF), ya sea solos o en combinación.

Cirugía

En ciertos casos, será necesario recurrir a la cirugía y extirpar el colon (colectomía o resección colónica). Algunas condiciones en las que está indicada incluyen la hemorragia incontrolada, la perforación intestinal y el carcinoma colorrectal. También, la intervención quirúrgica es conveniente en la colitis ulcerosa aguda grave refractaria o en aquélla que no responde al tratamiento.

Dieta para la colitis ulcerosa

La influencia de la dieta y del tratamiento nutricional sobre la actividad inflamatoria en la colitis ulcerosa no está del todo clara. 

Si nos fijamos en las características de la dieta antes de que aparezca la enfermedad, algunos estudios observacionales señalan una relación positiva entre el consumo de refrescos, chocolate y dietas ricas en grasas, y la aparición de colitis ulcerosa. Sin embargo, se detecta una correlación negativa con el consumo de vitamina C y fruta, y la enfermedad.

Existen factores dietéticos que se relacionan con las recaídas o la aparición de brotes de la enfermedad como, por ejemplo, son los compuestos del azufre y los ácidos grasos de cadena corta. Por ello, es muy útil de cara al futuro completar un diario en el que el paciente recoja todos aquellos alimentos que no se han tolerado bien o que han provocado molestias o recaídas más intensas.

En el transcurso de los brotes, es recomendable que los pacientes con colitis ulcerosa simplifiquen su dieta y limiten el consumo de alimentos de difícil digestión, aquéllos que son excesivamente grasos, carnes rojas y derivados cárnicos, y bebidas alcohólicas.

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En los casos más graves relativos a esta patología, será preciso un soporte nutricional experto, especialmente si se prevé la necesidad de intervención quirúrgica o existe malnutrición.

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