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Falsos reclamos "eco" en cosmética

13 febrero 2023
Cosmético con aperiencia de "verde"

La industria cosmética va dando pasos para ser más sostenible, pero en ocasiones se trata solo de "ecopostureo", y se recurre a reclamos vacíos o vagos que aluden a lo ecológico para maquillar la realidad y vender más. OCU te ofrece algunas claves para que sepas identificarlos y no te la cuelen.

Reclamos ecológicos que #NoCuelan

Ecopostureo, lavado verde, blanqueo ecológico o, en inglés, greenwashing. Todos esos términos se utilizan para hablar de las estratagemas que utilizan las empresas para que pensemos que sus productos favorecen la protección medioambiental o la sostenibilidad del planeta, cuando la realidad es otra o no es tan verde como la pintan.

La finalidad está clara: vender más. Como hay una mayor sensibilidad medioambiental y lo que suena a "verde" se demanda cada vez más, se le pone un distintivo o reclamo "eco" a cualquier producto para que lo compre el consumidor, un consumidor que está desprotegido frente a estas prácticas, entre otras cosas porque en los cosméticos no existe un marco legal claro que impida hacer afirmaciones vagas y ambiguas sobre cuestiones medioambientales o de sostenibilidad.  

Productos que no son lo que parecen

¿Cómo distinguir lo que es cierto de una exageración o un mero postureo? Algunos ejemplos nos ayudan a verlo más claro

Usan una imagen verde como gancho

Cosméticos con ingredientes que contaminan los ecosistemas o que causan deforestación durante su extracción, o que contienen sustancias que, al pasar al agua durante el baño o aclarado, son nocivas para la vida marina; o que llevan demasiados envases difícilmente reciclables... pero que se esconde tras imágenes o colores que se suelen asociar con valores naturales positivos: tonos verdes, plantas, gotas de agua, etc. Nada de eso indica que el producto sea más natural o ecológico.

Presumen de "ingredientes naturales"

Por otro lado, que un producto lleve uno o varios ingredientes de origen natural no significa que sea más sostenible. Todo depende de cómo se hayan obtenido esos ingredientes, del impacto ambiental de su producción o transporte, etc. Fíjemonos en los aceites de palma o coco: ambos son de origen vegetal, pero debido a su gran demanda para todo tipo de productos, su cultivo está contribuyendo a la destrucción de los bosques tropicales, una deforestación que está amenazando el ecosistema. 

Recurren a nombres o alegaciones sugerentes

En el frontal de los envases, los fabricantes destacan con grandes letras lo que quieren que nos entre rápido por los ojos. Pero hay términos y afirmaciones que dan lugar a equívocos:

Ejemplos de cosméticos con nombres o reclamos ecológicos que no son lo que parecen 

  • BIO, ORGANIC u otros apelativos usados en vano.  Te mostramos dos casos:
  • Bio-oil es una marca de un aceite cosmético nada "bio" porque su ingrediente principal es la parafina líquida (paraffinum liquidum), que se extrae del petróleo. En otros países se ha obligado al fabricante a cambiar el nombre de su marca.
  • Parecido a este caso es el de la marca Byly Organic, un desodorante de bola con un único componente orgánico, el extracto de té verde. Además tiene que estar en una cantidad muy pequeña porque su nombre aparece al final de la lista de ingredientes. Así que, de orgánico, casi nada.
  • OCEAN FRIENDLY: solo en un aspecto, no al 100%. Ocean friendly o amigo de los océanos es un mensaje que hemos visto destacado en una crema solar infantil de Lancaster. Es cierto que no lleva ni oxibenzona ni octinoxato, unos filtros UV considerados dañinos para los corales, pero ese término de "ocean friendly" no es aplicable a otros filtros presentes en esta crema solar, por ejemplo el Butyl Methoxydibenzoylmethane, dañino para la vida marina por su potencial de bioacumulación y persistencia. Además, está el impacto ambiental del resto de ingredientes de la fórmula, el envase de plástico y el exceso de embalaje, ya que viene en una caja innecesaria... En este caso llamar al producto "ocean friendly" es caer en una exageración y confundir al consumidor.

Otras afirmaciones similares que se pueden ver en los cosméticos son "clean", "planet lover", "eco-friendly", etc. Todas son demasiado generales, vagas, ambiguas...

Ecoetiquetas inventadas o poco fiables

Las etiquetas ambientales o ecoetiquetas, pueden ayudar a identificar los productos más ecológicos o sostenibles. El problema para el consumidor es que hay infinidad de ellas y pueden referirse solo a un aspecto concreto del producto (reciclabilidad, eficiencia energética, ahorro de agua, cultivos ecológicos, respeto animal…) o a varios aspectos. Unas las otorgan organismos privados, como Ecocert; también hay una oficial (como la de la EU Ecolabel), y otras son diseñadas por el propio fabricante, sin apenas argumento que las avale. Con tanta variedad es difícil distinguir el grano de la paja.

Estos geles de ducha llevan varios sellos diseñados por cada marca. Son ejemplos de logos atractivos, pero ambiguos, y trasmiten un mensaje difícil de comprobar para el consumidor.

Ejemplos de geles de baño con logos medioambientales inventados

Envases con trampa

Cerca de un 70% de los residuos que produce la industria cosmética son envases. Al final esto supone infinidad de plásticos, papel, vidrio o metales, que en muchos casos acaban en los vertederos o en los océanos. Este es un gran problema al que la Unión Europea quiere poner freno y ya ha promulgado leyes que serán de aplicación en 2030.

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Algunos fabricantes ya están cambiando sus envases, tratando de hacerlos más sostenibles. Sin embargo, hay prácticas que #NoCuelan.

Ejemplos de "ecopostureo" en los envases

Ejemplos de envases que no son tan ecológicos como parecen

1. "Compactos que duran como 1 o 2 normales" (los tres primeros de la foto, a la izquierda). De eso presumen algunos botes de desodorantes en espray, si son usados con “normalidad” o en “condiciones normales".

  •   En nuestros estudios de desodorantes hemos comprobado que el reciclaje de este tipo de envases, ya sean o no compactos, tiene su complejidad. La parte que es de aluminio, no suele ser un problema. Sin embargo, hablamos de botes con piezas pequeñas, como la válvula, el difusor y el tapón de plástico, elaboradas con distintos materiales, que presentan mayor dificultad a la hora de ser recuperadas. 

2. Un envase con aspecto de cartón llamado "Eco Conscious Tube" (los dos siguientes en la foto). Se trata de un tubo con menos plástico porque una parte se ha sustituido por cartón, pero este tubo, de "eco-consciente", poco:

  • El tapón sigue siendo de plástico.
  • Además, los materiales mixtos son muy complejos de separar y eso dificulta o imposibilita su reciclaje.

3. Eco recharge de 500 ml para un bote rellenable de 500 ml (los envases de color verde).

  • Su mayor ventaja es que se trata de un envase ligero que reemplaza a otro más pesado... pero sería más "eco" si con una recarga pudiéramos rellenar más de una vez el bote, porque tal y como está, no se reduce el número de envases.

4. Hecho con plástico 100% reciclado* (en el bote amarillo, que está a la derecha en la foto).

Ese asterisco es una llamada a una nota minúscula situada en la parte trasera del envase, antes de la lista de ingredientes, que dice "*Botella 100 % de plástico reciclado, excepto colorantes, aditivos y tapón". Muchos consumidores seguro que leen el texto en letra grande, pero ¿cuántos miran lo que dice la letra pequeña? Es otro caso en el que los fabricantes destacan lo que favorece su imagen y siempre resulta más atractivo poner "100% reciclado".

Otros usan envases de más.

Dejando a un lado estos ejemplos, sabemos que esto es algo que ocurre en muchos envases de cosméticos, y en todo tipo de productos, no solo en los más caros y lujosos. Da igual que empleen para el envoltorio extra una caja hecha de un cartón reciclado o con sello FSC. Hay que reducir el número de envases a una sola unidad. 

¿Qué puedes hacer tú?

Urge velar por el planeta y, para lograrlo, es necesario que todos nos comprometamos, también con los cosméticos.

Reducir, separar, reutilizar, informarse 

  • Consume solo lo justo, tanto de productos como de agua y energía cuando te laves y uses productos de higiene personal.
  • Separa y tira cada residuo donde corresponda, siempre que el diseño del envase te lo permita. 
  • Busca información y presta atención a la letra pequeña de la etiqueta, para contrarrestar la publicidad.
  • Siempre que haya alternativas, opta por las más ecológicas o sostenibles, que permitan varios usos. Los productos de usar y tirar no son la mejor opción.

Nuestros análisis y algunos sellos te ayudan a elegir

Las notas de OCU de impacto ambiental en los productos que hemos analizado (cremas solares, desodoranteschampús sólidos, etc.), te servirán para tomar las mejores decisiones, con criterios más ecológicos.

Familiarízate con los certificados ecológicos o naturales más serios y exigentes. Sería mejor que solo hubiera uno, pero el mercado es muy amplio y han ido surgiendo diferentes distintivos con el tiempo. Estos son los más fiables:

  • El "EU Ecolabel", la certificación oficial de la Unión Europea es la más exigente. Apenas se ve en cosméticos de venta al consumidor, aunque sí en geles y champús destinados a la hostelería, hospitales, etc. 

  • Entre los que conceden entidades privadas, los más conocidos son los de la cosmética natural BDIH, Cosmos, Cosmebio, Ecocert o Natrue, aunque en cuanto al impacto medioambiental estos estándares son menos exigentes que el de la Unión Europea.

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