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Alternativas al plástico… con sustancias perjudiciales

Tenemos claro que no queremos que el plástico lo inunde todo. Una de las posibles alternativas es recurrir a productos elaborados con fibras vegetales, papel, hoja de palma u otras. Son naturales, sí, pero no siempre inocuas: comprobamos que en su composición incluyen compuestos nocivos que podrían migrar a los alimentos.

09 junio 2021
alternativas plastico

En los últimos tiempos ganan puntos los productos elaborados con fibras orgánicas, como una alternativa al plástico en productos desechables, menaje y recipientes de usar y tirar. Sin embargo, al analizarlos descubrimos que en su composición se usan sustancias que pueden ser nocivas para la salud.

Alternativas en entredicho por toxicidad

Se ha acabado el usar y abusar de los platos, vasos o pajitas de plástico. En su lugar muchos usuarios optan por productos más “eco”: recipientes, platos, pajitas elaborados con materiales orgánicos, esencialmente fibras vegetales como el bagazo de la caña de azúcar, la hoja de palma o el papel.

Muchos piensan que por ser naturales son inocuos, y las alegaciones en sus etiquetados, con afirmaciones “biodegradables”, “compostables” o “fabricados con recursos renovables", contribuyen a que esa idea se generalice entre los consumidores.., pero lo cierto es que para que estos productos adquieran propiedades que les permitan cumplir su función y sean más resistentes, moldeables, etc. es habitual recurrir a determinados aditivos, que de naturales y de inocuos tienen poco.

Rastreamos compuestos peligrosos en menaje desechable

Hemos realizado un estudio internacional con participación de 4 países (Dinamarca, Italia, Francia y España) para analizar 57 utensilios de un solo uso elaborados con tres tipos de fibras vegetales.

Queríamos comprobar si estos materiales incluían en su composición sustancias como bisfenoles, PFAS o sustancias perfluoalquiladas, cloropropanoles, formaldehídos, metales pesados, aluminio, pesticidas y aminas primarias policíclicas.

Todos estos compuestos son sustancias tóxicas: algunas son potencialmente cancerígenas,; otras, disruptores endocrinos o bien tienen otros efectos peligrosos.

Normas poco claras

El problema es que existe un vacío legal: no hay una norma que fije unos límites en los envases en contacto con alimentos (salvo básicamente en el caso de los plásticos). En ausencia de una legislación comunitaria específica, hay países que sí están trabajando en ello y también entidades especializadas en seguridad alimentaria como el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR), cuyas recomendaciones sobre límites de referencia hemos usado para valorar los resultados en este estudio

Un análisis revelador

Hemos rastreado la presencia de los compuestos en 57 productos elaborados con fibras vegetales: papel, hoja de palma y bagazo de caña de azúcar.

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  • Más de la mitad de las muestras contienen uno o más de los compuestos que buscábamos por encima del límite establecido para nuestro análisis.
  • Destacan los PFAS, presentes en niveles elevados en 27 productos.
  • La buena noticia es que no se han detectado bisfenoles ni metales pesados (cromo, plomo y cadmio) en ninguno de los productos.

El peligro viene de la acumulación

Si solo una cuarta parte de los productos analizados está libre de compuestos sospechosos, el problema parece serio. En cualquier caso, no debe cundir el pánico: la presencia de esos compuestos en envases de uso alimentario no significa sin más que esas sustancias vayan a migrar. Y aunque lo hagan, el peligro no es inminente: no nos intoxicamos por comer en un bol con cloropropanoles o usar pajitas de fibra con sustancias perfluoroalquiladas… El peligro es la acumulación, el riesgo existe a largo plazo y cuando se suman las aportaciones de diversas fuentes de la dieta. Por ello desde OCU:

  • Pedimos a las autoridades responsables que establezcan normas claras y límites máximos recomendables para todas las sustancias potencialmente tóxicas, con especial énfasis en las PFAS, que ya han sido incluso prohibidas en alguno de los Estados miembros.
  • Instamos a los fabricantes a acatarlas, por el bien de todos. Además, deben dejar de lado alegaciones y reclamos “ecofriendly” que solo confunden a los usuario, dando a entender por ejemplo que los residuos de estos productos se degradan rápidamente, cuando no es así (de hecho, algunas sustancias permanecen como contaminantes en el medio).
  • Recordamos a los consumidores que más que esperar a que prosperen materiales realmente inocuos en productos de usar y tirar, la solución es optar por reutilizar y evitar recurrir a los productos desechables que suponen un derroche de recursos y acaba generando residuos de forma rápida e innecesaria. Y una vez más animamos a todos los que quieran dar un paso adelante y apostar por lo "verde" a sumarse a nuestra campaña por un consumo más comprometido y sostenible:

Cámbiate al verde con OCU