Informe

Lo digital también contamina

¿Sabes cuánta energía necesitan los correos electrónicos que envías y recibes todos los días? ¿Y que si seguimos cambiando de móvil cada tres años puede que no haya suficientes materiales para que todos tengamos móviles en el futuro? Te contamos todo lo que no te cuentan las marcas sobre el futuro de la tecnología y qué puedes hacer para limpiar tu nube.

19 julio 2023
Huella ecológica digital. Apertura

No hay planeta para tanta pantalla

La tecnología digital no es algo intangible y abstracto. Detrás de cada dispositivo hay una infraestructura física y cadenas de suministro que consumen mucha energía y materiales, a menudo escasos y que proceden de países en conflicto.

La huella ecológica digital es el impacto ambiental de nuestras actividades digitales. Incluye el agotamiento de recursos naturales, el empeoramiento del calentamiento climático, la emisión de radiaciones dañinas y la contaminación del agua con productos químicos.

Un estudio realizado por GreenIT llamado Análisis del ciclo de vida de las Tecnologías Digitales en Europa cuantificó que el mayor impacto ambiental se debe, de lejos, a los dispositivos, por su enorme cantidad. ¡En Europa hay 4,5 billones! Esto incluye 475 millones de smartphones (9 por cada 10 personas), 226 millones de TV (1 por cada 2 personas), 1 ordenador de sobremesa por cada 2 personas y 1 ordenador portátil por cada 4 personas.

Impacto ambiental

Y también identificaron que la etapa de fabricación tiene el mayor impacto ambiental.

Fase de vida del móvil

Limpia tu nube

Los servicios digitales que utilizamos consumen mucha energía, que procede en su mayoría de combustibles fósiles como el carbón y el gas natural. O, en el mejor de los casos, de energías renovables que también requieren materiales no renovables para la fabricación de las turbinas o los paneles solares.

La mitad de los centros de datos están en manos de Google, Amazon y Microsoft. Estos enormes centros que operan las 24 horas del día, 365 días al año, consumen un 1% de la electricidad mundial. Aunque las grandes empresas dicen que aspiran a ser neutras en carbono, normalmente no reducen sus emisiones, sino que las compensan comprando derechos de emisión. 

Emisión neutra de carbono   

La Agencia de la Transición Ecológica francesa (ADEME) ha desarrollado una calculadora del impacto de CO2 de la tecnología digital con escenarios de uso de las tecnologías: así puedes saber qué impacto ambiental tiene el envío de emails o ver tu serie favorita.  

Envío de 100 emails

1 hora al día de tu serie favorita. Huella ecológica digital

Los anuncios suponen una cuarta parte del consumo de datos cuando navegamos online y la mayoría de nosotros preferiría no verlos.

Los vídeos que vemos en plataformas, como Netflix, HBO, YouTube, Instagram o TikTok, consumen muchos datos. Las redes 4G y 5G permiten que los vídeos tengan un volumen de datos muy grande, pero a veces no notamos la diferencia. Y tampoco ayuda el diseño enfocado a la adicción de plataformas como Tik Tok e Instagram o, de manera más sutil, de Netflix y otras plataformas de streaming que dan paso al siguiente vídeo sin que hagamos nada.

La publicidad online y el seguimiento de nuestra información por terceros para mostrarnos anuncios personalizados genera una huella de carbono comparable a las emisiones de ciudades europeas como Turín o Lisboa. OCU pide que estos servicios estén desactivados por defecto y sean los usuarios quienes decidan si activarlos o no. Un buen ejemplo es iOS, el sistema operativo de Apple, que al instalar una nueva aplicación pregunta si deseamos permitir o denegar el rastreo de datos.

Las videoconferencias son una opción menos contaminante si evitan que tengamos que desplazarnos en coche o en avión, pero reunirse en persona con alguien que vive en la misma ciudad es mejor. Reuniones online desde la misma sala… ¿en serio? 

10 acciones para limpiar tu basura virtual

  1. Mensajes y vídeos virales: incluso los memes de gatitos consumen datos.
  2. Vídeos en streaming: Desactiva la reproducción automática de vídeos y opta por descargar música o escuchar audios.
  3. Resolución moderada:No es necesario ver todo en alta resolución, especialmente en pantallas pequeñas como la de un móvil.
  4. Pon en copia solo a los necesarios: Así no se enviará el archivo a varias personas y reducirás la contaminación.
  5. No abuses de la nube: El almacenamiento online está bien para los documentos importantes y para las fotos que realmente quieras conservar.
  6. Firma de emails: Usa una firma minimalista, sin imágenes ni logotipos, para reducir el peso de tus correos electrónicos.
  7. Date de baja del spam y los correos que ya no te interesan.
  8. No al scroll infinito: Las redes sociales cargan automáticamente un vídeo tras otro para monetizar tu atención. Tu tiempo es un bien precioso, no permitas que te lo roben.
  9. Emails antiguos: limpia la bandeja de entrada y borra los correos antiguos. Mantenerlos en el olvido sigue consumiendo datos en los servidores.
  10. No imprimas los emails. Quizás lo más ecológico sea plantearse antes de escribir un correo si realmente es necesario enviarlo.

  No imprima si no es necesario

Queremos una tecnología más duradera

El 71% del impacto ambiental de la tecnología se debe a los dispositivos.

Los dispositivos electrónicos no son infinitos. Cada vez que compramos uno ¡estamos agotando los recursos disponibles en el futuro! La razón principal es que el planeta tiene un número limitado de elementos y todo lo que conocemos está compuesto por los elementos de la tabla periódica: un simple smartphone tiene más de 500 componentes y 60 elementos diferentes.

Además, algunos de estos materiales son críticos porque su suministro puede presentar problemas debido a razones geopolíticas o al agotamiento de yacimientos rentables. 

El reciclaje podría ser una solución, pero solo se está recuperando alrededor del 1% de muchos componentes de alta tecnología. Así que... tenemos que alargar la vida útil de los dispositivos tanto como sea posible. 

Aunque la pelota está en el tejado de los fabricantes, cada uno puede contribuir con unos buenos hábitos de consumo

  1. Evita compras innecesarias. Si tu dispositivo aún funciona, intenta extender su vida útil por al menos un año antes de comprar uno nuevo.
  2. Repara siempre que sea posible.
  3. Reduce el consumo eléctrico de tus dispositivos con regletas para apagarlos cuando no los estés usando.
  4. Considera dispositivos reacondicionados, reutilizar teléfonos o compartir impresoras con amigos y conocidos.
  5. Recicla tus residuos electrónicos: Llévalos al punto limpio o a la tienda al comprar uno nuevo. Antes de hacerlo, asegúrate de eliminar todos tus datos personales y realizar una restauración a los valores de fábrica.

OCU, por un consumo racional, consciente, solidario

Desde OCU apostamos por sostenibilidad y animamos tanto a los consumidores como a productores, autoridades o responsables a seguir esa misma línea. Es preciso que los ciudadanos estén informados, sin engaños ni productos diseñados para quedarse obsoletos.

Queremos que las opciones tecnológicas sean sostenibles por defecto.

  • Durabilidad y reparabilidad frente a la cultura del usar y tirar
  • Que los servicios online ofrezcan, por defecto, una resolución moderada para reducir el envío de datos.
  • Que en la transición digital se tengan en cuenta los recursos limitados del planeta y el cambio climático.
  • Mejorar la circularidad y el reciclaje.
  • Reducción del IVA para la segunda mano y los productos reacondicionados.
  • Respeto por los derechos humanos y el medio ambiente en toda la cadena de producción de tecnología.

Y tú, consumidor, di NO al síndrome de Diógenes digital, limpia tu nube y conserva tu tecnología ¡por muchos años!

Recuerda que tienes el poder de cambiar las cosas. Si quieres estar bien informado antes de tomar decisiones de consumo, únete a nuestra comunidad de consumidores más comprometidos

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