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Niños inapetentes

12 enero 2020
niños cole

Una de las mayores preocupaciones de los padres es que sus hijos coman bien para que crezcan sanos. Establecer unos buenos hábitos alimenticios desde pequeños es lo mejor: salvo que lo indique el médico, no hace falta recurrir a complementos nutricionales como Meritene o Pediasure.

Una de las mayores preocupaciones de los padres es que sus hijos coman bien para que crezcan sanos. Muchas veces, desesperados por la negativa del niño a comer día tras día, recurren a complementos alimenticios; sin embargo, establecer unos buenos hábitos en la mesa desde pequeños es la mejor solución.

Los padres solemos comparar el crecimiento de nuestros hijos con el del resto de los niños de su edad y nuestro sentimiento de culpa es grande cuando no es como esperamos. Sin embargo, el hecho de que un niño sea bajito y se encuentre, por ejemplo, en un percentil 10 o 20, no significa que se esté desnutrido o que coma mal.

La alimentación durante la infancia es un tema que los padres deben tratar siempre con el asesoramiento del pediatra, ya que es la persona que puede hacer una evaluación del estado de salud del niño y comprobar si existe un problema real o, por el contrario, el aporte de nutrientes que recibe es suficiente.

estimular el apetito en ninos

Suplementos alimentarios para niños pequeños: innecesarios

Las empresas farmacéuticas, sabedoras de las preocupaciones de los padres por la alimentación de sus hijos, han lanzado al mercado una serie de productos que se venden como complementos nutricionales. Dos ejemplos:

  • Meritene Junior, que se vende "para los que no paran" y "para los que necesitan más".
  • PediaSure, que se vende para "los que no comen bien".

¿Necesita esos nutrientes?

Se trata de productos con un alto valor energético por dosis: 250 kcal en un vaso de Meritene y 230 kcal en uno de PediaSure. Son valores elevados, si se comparan por ejemplo con vaso de leche con cacao, que aporta alrededor de 150 kcal. El prospecto indica una dosis de uno o dos sobres al día para niños menores de 5 años, lo que equivaldría a un aporte de entre el 30 y el 60% de la energía diaria para un niño de un año, y de entre el 18 y el 36 % para uno de 5 años.

Además de la energía que aportan, estos productos contienen otros nutrientes: grasas, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales que, si su hijo no necesita, pueden llegar a desequilibrar su alimentación. Por eso, lo más aconsejable es que sea su pediatra el que valore las necesidades de su pequeño.

Y además, todo esto tiene un coste elevado. El precio de un sobre de Meritene o PediaSure oscila entre los 1,50 y los 2 euros, dependiendo de si hay que añadir leche al preparado. Al cabo del mes, esto puede supoenr un gasto de hasta 120 euros por niño. Una cantidad nada despreciable... sobre todo para algo que no es necesario.

Hábitos alimenticios para niños

En ningún caso consideramos que este tipo de complementos sean necesarios para aquellos niños que son muy activos y necesitan comer más. En esos casos lo mejor es que los padres opten por unos buenos hábitos de alimentación para satisfacer sus requerimientos nutricionales, donde deben estar incluidos todo tipo de alimentos (carne, pescado, huevos, pan, pasta, arroz, frutas, verduras, lácteos, grasas, etc.

 habitos alimenticios para niños preescolar

10 consejos para estimular el apetito en ninos

Si tu hijo es de los que se puede pasar horas removiendo la sopa o dándole vueltas en la boca a un trocito de filete, aquí tienes unos consejos para que aprenda a comer correctamente y la hora de la comida no sea un momento de berrinches, discusiones y enfados.
  • La comida debe hacerla en un ambiente relajado, ausente de tensiones, sentado en la mesa, evitando la televisión. Es un buen momento para charlar con tus hijos.
  • No uses la comida como un premio o castigo, ya que de manera involuntaria estamos asociando alimentos como, por ejemplo, la verdura, la fruta o el pescado a algo negativo.
  • Los hábitos son importantes y se deben adquirir desde pequeñitos: si el niño ve que el resto de la familia come de todo, lo verá como algo normal. Difícilmente un niño comerá verdura, pescado o fruta si nadie de su entorno lo hace.
  • Debemos de ir siguiendo la evolución lógica del desarrollo del niño, es decir en el momento que tu hijo comience a masticar, empieza a darle alimentos que pueda masticar y, poco a poco, vas eliminando los purés.
  • Deja también que tu hijo aprenda a usar los cubiertos, incluso involúcrale en la elaboración de la comida.
  • La comida es única, es decir se le pone el plato y se le da un tiempo para que se lo coma, pasado ese tiempo se le retira, sin gritos ni tensiones. En ningún momento debes cambiárselo por otra comida, con el argumento de “no me gusta”.
  • No le des nada de comer entre horas.
  • Comienza la comida con los alimentos que menos le gusten, para acabar por los más apetecibles.
  • Limita la presencia de pan a un trozo razonable. Evita que se llene comiendo solo de este alimento.
  • Hablamos de "aprender a comer". Y como aprendizaje, es lento. Para los niños este aprendizaje debe ser divertido, por lo que puede ser buena idea confeccionar platos que atraigan su atención, por ejemplo, con verduras de diferentes colores y formas.
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