¿Consumo de leche cruda de vaca? Evita riesgos
La leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores. La seguridad no debería estar en manos de los consumidores y aclaramos que, con el hervido en casa, las propiedades nutricionales de la leche se deterioran más que en la leche pasteurizada.
Tras la reciente aprobación en Cataluña del decreto 163/2018, de 17 de julio, de venta directa de leche cruda de vaca, advertimos de que esta actividad entraña riesgos sanitarios elevados. La leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre los cuales se describen casos de meningitis bacteriana. Como ejemplo, recordamos la reciente alerta sobre Listeria Monocytogenes surgida por el consumo de queso fresco elaborado con leche cruda.
El hervido de la leche cruda en casa no es más ventajoso
En cuanto a la indicación mencionada en el decreto sobre que esta leche debe hervirse en casa para evitar riesgos, creemos que la seguridad en el consumo no debería recaer en los consumidores y que las autoridades deben garantizar la seguridad alimentaria por encima de cualquier otro factor.
En este sentido, creemos que la comercialización de productos por pequeños productores, de cercanía, alejados de las grandes cadenas de comercialización, no puede nunca estar ajena a la seguridad alimentaria ya que un alimento, por definición, debe ser seguro.
Además, aclaramos que si la “supuesta” ventaja de consumir leche cruda radica en que las propiedades nutricionales de la leche se encuentran intactas, hay que saber que una vez se realiza el hervido en casa, estas se deterioran en mayor medida que en el caso de la leche pasterizada.
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