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Dióxido de titanio: no para uso alimentario

Desde agosto de 2022, está prohibido el uso del dióxido de titanio (E171) como aditivo alimentario. Sin embargo, a día de hoy este compuesto con propiedades colorantes se sigue usando de forma fraudulenta tal y como muestran los informes mensuales de fraude de la Comisión Europea.

29 diciembre 2023
dioxido de titanio

Un colorante muy usado

El dióxido de titanio (E171) es un aditivo que hasta ahora era muy frecuentemente empleado en la industria alimentaria  por sus propiedades blanqueantes y opacitantes, por lo que era raro encontrarlo en la lista de ingredientes de golosinas, productos de chocolate, galletas y chicles, así como en complementos alimenticios.

La EFSA considera que no es seguro

Sin embargo, esta sustancia está considerada como potencialmente peligrosa: la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, tras evaluarlo, determinó hace unos meses que el uso de E171 no era seguro, ya que los datos existentes no permiten descartar su genotoxicidad, por lo que no puede establecerse una ingesta diaria admisible (IDA). Indican que no supone un riesgo inminente para la salud, pero recomiendan que se evite su uso.

Las conclusiones de la EFSA no sorprendieron: desde hace tiempo se cuestiona la seguridad de este aditivo, cuyo uso, como el del resto de colorantes alimentarios, es prescindible.

OCU solicitó que se prohibiera su uso

En OCU hemos mostrado reiteradamente nuestra preocupación por el uso de esta sustancia en alimentación, pidiendo la retirada de la autorización del uso del dióxido de titanio como aditivo alimentario.

No hay motivos para usar el dióxido de titanio: solo tiene una función estética, sin que haya ninguna razón técnica que avale su necesidad y su seguridad no está demostrada, como confirma el informe publicado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicado el pasado mes de mayo.

Además, en nuestro estudio sobre nanomateriales en productos alimentarios, detectamos la presencia de nanopartículas de E171 en golosinas y dulces (recordemos la incertidumbre sobre el efecto en la salud de la ingesta de estas diminutas partículas). 

Cambios en la fórmula de los productos

La normativa publicada por la Comisión Europea concedió un periodo de 6 meses para reformular los productos eliminado el E171 de su composición, y ese plazo finalizó el 7 de agosto de 2022. A partir de esa fecha, ya no se pueden poner en el mercado alimentos que contengan este aditivo. Los alimentos que ya están en los comercios podrán venderse hasta el fin de su vida útil, o sea, hasta que expire su fecha de caducidad o consumo preferente. 

Se sigue usando de forma ilícita

Sin embargo, como podemos ver en los informes mensuales sobre las sospechas de fraude detectadas y comunicadas a través de los sistemas de alerta europeos, entre los que se encuentra el RASFF, el dióxido de titanio sigue apareciendo en algunos productos alimenticios a pesar de que dejó de estar autorizado hace varios meses. El mayor número de incidencias lo encontramos en completos alimenticios (7 notificaciones en los informes de enero y febrero) y caramelos y golosinas (5 notificaciones). También se detectó que estaba presente en salsas (2) y bebidas (2).

Aditivos, cuantos menos, mejor

Sin ánimo de caer en la quimiofobia, desde OCU insistimos en evitar recurrir a los aditivos que no sean necesarios. Los colorantes como este E171 son un buen ejemplo de aditivo innecesario. Incluso aunque no hubiera ninguna duda acerca de sus posibles riesgos, su uso es completamente prescindible. Sin embargo, hay muchos otros aditivos que sí se deben utilizar, son necesarios o incluso imprescindibles para garantizar la seguridad de algunos alimentos.

No te dejes engañar: infórmate sobre los aditivos, sobre su conveniencia y seguridad en nuestra completa base de datos

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