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¿Nutriscore es una herramienta hecha para la industria? #NoCuela

08 octubre 2020
Nutriscore ayuda al consumidor a elegir alimentos saludables

A pesar de las críticas que el sistema Nutriscore está recibiendo, en OCU apoyamos este sistema de etiquetado nutricional fácil de interpretar para el consumidor. Nuestra defensa de este sistema no es incondicional ni lo hacemos solos, pero tenemos claro que no está diseñado para servir a los intereses de la industria, sino que se trata de una herramienta que ayuda a los consumidores a comprar y comer mejor.

OCU ha apoyado públicamente la implantación del sistema Nutriscore como etiquetado nutricional de los alimentos procesados: la visión en el frontal de los envases de la valoración nutricional del alimento por medio de códigos de colores intuitivos ayuda al consumidor a elegir las opciones más saludables dentro de una misma categoría. 

En OCU defendemos este sistema al servicio del consumidor. No lo hacemos de forma incondicional ni lo hacemos solos: junto a otras  organizaciones de consumidores europeas, en 2019 lanzamos una iniciativa ciudadana para pedir a la Comisión Europea que Nutriscore fuera obligatorio en los alimentos procesados que se vendan en Europa.

Los detractores de Nutriscore lo acusan de ser una herramienta hecha a la medida de las necesidades de la industria, pero esta es una afirmación que #Nocuela, porque Nutriscore es un sistema útil y válido para el consumidor.

Nutriscore: un sistema con origen en la ciencia

El sistema Nutriscore es una herramienta desarrollada por un grupo de científicos independientes para dar respuesta a una necesidad real del consumidor y de las sociedades modernas:

  • Por un lado, para que la información nutricional (obligatoria en los alimentos envasados) sea más comprensible para los consumidores. Nutriscore actúa como un semáforo nutricional: es un sistema de clasificación de 5 letras y colores, en el que la A de color verde oscuro es la mejor opción y la E roja la peor, pasando por la B, C y D.
  • Por otro lado, para cortar el ritmo de crecimiento de los índices de sobrepeso y obesidad, índices que se encuentran en niveles preocupantes. El sobrepeso y la obesidad son problemas de salud asociados a una ingesta elevada de alimentos procesados ricos en azúcares y grasas saturadas. Se trata de que el consumidor pueda elegir sin dificultad productos más saludables.

Estas dos circunstancias han hecho necesario desarrollar un sistema que permita al consumidor interpretar los datos nutricionales que aparecen en el etiquetado de los productos. Aunque ya existían en el mercado diferentes esquemas como el semáforo inglés, Key Hole nórdico, Healthy Choice de los Países Bajos, etc., el consumidor prefiere un sistema de colores que le facilite la valoración nutricional del producto que va a comprar. Nutriscore, con un solo vistazo, permite tener una idea de la calidad nutricional del producto en cuestión

Un sistema europeo

Nutriscore lleva utilizándose en Francia desde 2014. Después fue Bélgica quien adoptó este sistema de etiquetado nutricional frontal. Y ahora varios países europeos han mostrado su interés en implementarlo. Es importante que la Unión Europea opte por un único sistema de etiquetado nutricional frontal debido a nuestra condición de mercado único y libre circulación de productos de alimentación. La industria alimentaria está regulada bajo un marco legislativo europeo, de manera que los productos que se venden en Alemania deben cumplir las mismas reglas que en España; y esto también implica al etiquetado.

Las multinacionales apuestan por Nutriscore

De la misma forma que diferentes países europeos han mostrado su interés por este sistema, también lo ha hecho la industria alimentaria poco a poco. En un principio seis grandes multinacionales de la industria agroalimentaria (Coca Cola, Pepsi, Nestlé, Mars, Unilever, Mondelez) se asociaron para promover un nuevo logotipo: el Evolved Nutrition Label (ENL) que beneficiaba a sus productos y que OCU no tardó en criticar. 

Sea por la presión social o por una sensibilidad real por ayudar al consumidor, muchas multinacionales (entre las que se encuentran Nestlé, Kellogg's, Danone, etc.) han optado por incluir Nutriscore en sus productos, incluso a sabiendas de que alguno de sus productos no resultará de los mejores clasificados en la escala Nutriscore.

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Un sistema dinámico en continua adaptación

Precisamente, que sea un sistema que se adapte a las recomendaciones es uno de los puntos fuertes de Nutriscore, ya que muestra que no se trata de un sistema encorsetado, sino que se adapta a las necesidades reales de salud pública. Los cambios en el cálculo:

  • No se realizan para que el consumidor pueda aplacar su conciencia por no llevar una alimentación saludable.
  • Tampoco se desarrollan para responder a la necesidad de una industria alimentaria que quiere que sus productos salgan bien en la foto.
  • Los cambios se realizan para adaptarse a las recomendaciones nutricionales.

Para que el sistema Nutriscore sea realmente eficaz en el momento de la compra, es decir, que contribuya a que el usuario elija fácilmente la versión más saludable, su cálculo debe actualizarse según los avances en la evidencia científica, tal y como se ha hecho con la incorporación reciente en el cálculo del porcentaje de aceite de oliva presente en los productos. Esto significa que cualquier cambio o actualización de la herramienta debe realizarse siempre siguiendo la evidencia científica y bajo la supervisión de los científicos, fuera de cualquier interés comercial. De hecho, el equipo científico que ha desarrollado el sistema Nutriscore está estudiando la posibilidad de incluir en su cálculo otros parámetros nutricionales que han demostrado su incidencia (beneficiosa o no) en la salud de los consumidores.

El caso de Chocapic

chocapic 

El último debate sobre la idoneidad o no de Nutriscore ha surgido a raíz de un cambio de valoración en los cereales de desayuno Chocapic. En su nueva versión, Chocapic ha reducido la cantidad de sal, por lo que su valoración ha cambiado de C a B. Se trata de una valoración relativamente positiva y, sin embargo, el contenido en azúcar sigue siendo altísimo, cerca del 25% de azúcar. Lo ideal habría sido que el fabricante reformulara estos cereales chocolateados reduciendo también el contenido en azúcares y no solo en sal.

El cambio de valoración de C a B permite al consumidor optar por un producto “mejor” dentro de la categoría de cerales de desayuno con chocolate, a pesar de que sigue siendo excesivamente azucarado. Y esto es lo que se critica: el uso que la industria puede hacer de los límites para obtener una calificación mejor.

Contra la obesidad, menos procesados 

Para cuidar nuestra salud a través de la alimentación, hay una regla de oro que los consumidores no debemos olvidar: nuestra alimentación se debe basar en productos frescos, no procesados. Esto no quiere decir que no se puedan consumir productos procesados (platos preparados, cereales de desayuno, refrescos, bollería, embutidos, productos de aperitivos, salsas, postres lácteos, etc.), pero su consumo no debe ser la base de nuestra dieta, ya que suelen ser productos con una calidad nutricional pobre.

Si basamos nuestra dieta en productos procesados, por muchos productos que metamos en la cesta de la compra con valoraciones A y B, no significa que nos estemos alimentando correctamente, por tanto, Nutriscore es una ayuda, pero no la solución al problema de obesidad.

Descubre OCU Market y compra mejor

OCU ha puesto a disposición de los consumidores la aplicación OCU Market en la que se muestra la valoración Nutriscore de más de 150.000 productos de alimentación.

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