Garbanzo pedrosillano... de cualquier sitio
Si eres de los que lee las etiquetas de los alimentos que compra, puedes sorprenderte al ver que has cogido unos garbanzos pedrosillanos que vienen de América. ¿Cómo es posible? Porque la variedad de la legumbre tiene un nombre que hace pensar en un origen geográfico. Hay más ejemplos y todos confunden al consumidor.
Garbanzo de Pedrosillo no es igual que pedrosillano
El garbanzo pedrosillano es otro de esos alimentos que te puede llevar a confusión. Su nombre se debe a un pueblo de la provincia de Salamanca, Pedrosillo el Ralo, en cuyas tierras se cultiva este tipo de garbanzo, sabroso, de tamaño pequeño, y textura fina y mantecosa.
Los agricultores de la zona consiguieron en su día el reconocimiento de una marca de calidad, "Garbanzo de Pedrosillo", con la que querían proteger el prestigio y la singularidad de su producto. Sin embargo, no hicieron lo mismo con la denominación "garbanzo pedrosillano", que años más tarde acabó siendo discutida en los tribunales, pues productores de otras zonas la usaban para sus garbanzos, de la misma variedad botánica que el de Pedrosillo.
La sentencia llegó en 2019 y fue favorable a los otros productores. Según ella, el garbanzo pedrosillano es una variedad vegetal que se puede producir en cualquier parte. De ahí que puedas encontrar en el supermercado garbanzos pedrosillanos que vienen incluso de otros continentes.
Los agricultores de Pedrosillo dicen que incluso usando la misma variedad botánica, el resultado se diferencia, pues el área donde ellos cultivan tiene unas tierras y un clima que le imprimen unas características diferentes.
¿Y si quiero el genuino garbanzo de Pedrosillo?
Es bastante fácil saber de dónde procede la legumbre que vas a comprar. Aunque indicar el origen solo es obligatorio para las legumbres de importación, cada vez más legumbres nacionales incluyen esta información en la etiqueta. Si la lees, podrás llevarte sorpresas como ver que no solo hay garbanzos pedrosillanos que proceden de América sino también lentejas castellanas, e incluso “alubias granja” que han sido cultivadas en Polonia.
Lo dicho: no hay que perder de vista que la variedad de la legumbre nada tiene que ver con el origen. Si quieres comprar garbanzo pedrosillano de la zona de Pedrosillo, tendrás que fijarte en que lleve la marca de calidad que literalmente dice "Garbanzo de Pedrosilla".
- Si la procedencia de los productos que vas a comprar es importante para ti, es necesario buscar el origen y no quedarte en la variedad de la legumbre.
- Si tu prioridad es un precio bajo, las legumbres de importación suelen ser más baratas. Por ejemplo, las alubias españolas vienen a ser un 42% más caras que las foráneas y las lentejas castellanas, un 17%. En pocas ocasiones, optar por la legumbre con sello de calidad (IGP) supone una ventaja económica.
- Si lo que te preocupa es la sostenibilidad, las legumbres nacionales son tu opción, aunque como hemos dicho, su precio es en general más alto.
Por precio y por salud, come legumbres
Las legumbres son alimentos con grandes beneficios para nuestra salud y también para la salud de nuestro planeta. Hay pocos argumentos para no hacerlas más protagonistas de nuestra dieta semanal. Ni siquiera las molestias intestinales, ya que hay trucos que nos permiten reducir las flatulencias tras su consumo.
Otra cosa buena de las legumbres es la gran variedad que hay y lo fácil que es adquirir la que mejor se adapte a nuestros gustos y nuestro presupuesto. Por ejemplo, supongamos que quieres comprar garbanzos para hacer un cocido. ¿Qué precios medios pagarás por un kilo?
- Si quieres garbanzo pedrosillano, 3,15 euros.
- Si quieres garbanzo lechoso, 3,92 euros.
- Si quieres garbanzo castellano, 4,01 euros.
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