Informe

Venta de alcohol a adolescentes: barra libre

28 septiembre 2021
Venta alcohol menores

A pesar de la prohibición legal, cuando un menor de edad se propone comprar una bebida alcohólica, lo consigue el 57 % de las veces. Nuestro estudio en cinco provincias y distintos establecimientos prueba que lo hacen fácilmente. Esta cifra, aun siendo alarmante, es mejor que la de 2009, cuando lo lograban en el 76 % de los intentos.

En la última edición del festival Rototom en Benicassim, la policía realizó decenas de controles de alcoholemia, de los cuales 18 fueron positivos. Y es que, para muchos jóvenes, la clave de la diversión está en la ecuación música + alcohol. De hecho, es habitual oír conversaciones de jóvenes que miden el nivel de disfrute por la categoría de la borrachera que se cogieron.

Nuestros patrones de consumo se están alejando cada vez más de los tradicionales en los países mediterráneos, donde el alcohol se asociaba a las comidas (el carajillo con el desayuno, el vino de la comida...) para aproximarse a los de los países nórdicos, donde se consume aisladamente y en grandes cantidades en cortos espacios de tiempo. Es el modelo “atracón de alcohol”.

Estos patrones son admirados y seguidos también por los más jóvenes, hasta extremos en ocasiones dramáticos. En noviembre de 2016, una niña de 12 años falleció a consecuencia de un coma etílico. Había pasado la tarde bebiendo vodka con sus amigos en una celebración de Halloween. Este suceso tiró del hilo y sacó a la luz otros similares. Cada fin de semana, los servicios de urgencias atienden a muchos menores por intoxicación etílica aguda. Aunque no existe un registro que recoja este dato a nivel nacional, se estima que unos 6.000 menores necesitan asistencia médica urgente cada año en España por los excesos con el alcohol.

El 79% de los menores beben alcohol

El consumo de alcohol entre menores de edad ha sido tradicionalmente tolerado en nuestra sociedad y no era raro que fuera la familia quien iniciara a los más jóvenes en su consumo. Hoy va calando el mensaje de que los menores no están preparados ni física ni mentalmente para beber: el alcohol perjudica el desarrollo de su cerebro y les falta la experiencia para medir las consecuencias.

Sin embargo, en la práctica, nuestros niños se encuentran ante mensajes contradictorios. Por un lado, los adultos les amonestamos para que no lo tomen y hacemos leyes que les prohíben comprarlo. Por otro, ven como lo consumimos en comidas familiares, bodas, vacaciones...

Y es que en la sociedad occidental las bebidas alcohólicas están indisolublemente asociadas con la fiesta y la alegría. Así, la encuesta Estudes sobre consumo de alcohol en enseñanzas secundarias revela que el 79 % de los estudiantes entre 14 y 18 años admite haber consumido alcohol alguna vez y un 22 % de ellos confiesa haberse emborrachado en el último mes. La edad media de inicio en el alcohol se sitúa en los 13,8 años.

Venta alcohol menores

El consumo de alcohol en menores empieza a bajar

La encuesta Estudes mostraba, con altibajos, una tendencia ascendente desde 2008 hasta 2012 en el consumo de alcohol entre adolescentes. Los datos de 2014, los últimos disponibles, incluyen un dato positivo: el número de menores que habían tomado alcohol alguna vez en la vida descendió respecto a 2010, cuando alcanzó un máximo. La disminución era atribuible sobre todo al grupo más joven, el de 14 años. También bajó la proporción de estudiantes de esa franja de edad que se habían emborrachado en el último mes: del 36 % en 2010 al 22 % en 2014.

En la misma línea se perfilan los datos sobre “atracones de alcohol” (5 o más copas en 2 horas para chicos o 4 para chicas), que ha bajado del 42 % en 2012 al 32 % en 2014. Veremos si este cambio se confirma y se convierte en tendencia.

¿Dónde compran el alcohol los menores?

Puede que este descenso en el consumo tenga una relación con una mayor dificultad en el acceso, aunque nuestra investigación demuestra que sigue siendo demasiado fácil. Para evaluar el cumplimiento de la actual normativa que prohíbe vender y servir alcohol a personas menores de edad, enviamos a varios chicos y chicas de 16 y 17 años (vigilados a distancia por un adulto que solo intervenía en caso necesario) para tratar de comprar alcohol en distintos tipos de establecimientos: supermercados (20), bazares y tiendas de conveniencia (35) y restaurantes de comida rápida (20).

Las visitas fueron en Barcelona, Hospitalet, Madrid, Fuenlabrada, Valencia, Sevilla y Bilbao. Los menores acudieron dos veces a cada lugar: alrededor del mediodía y por la tarde, entre las 7 y las 9 h. Tenían instrucciones de mostrar su DNI si se lo pedían y decir su verdadera edad si les preguntaban. Las 150 visitas realizadas muestran un retrato fiable de lo que se puede encontrar hoy un menor en la calle. Los resultados indican que les resulta muy fácil conseguir alcohol: nuestros enviados lo obtuvieron prácticamente en dos de cada tres intentos (un 57 %). Es un porcentaje disparatadamente alto si tenemos en cuenta que existe una prohibición sin excepciones. Aun así, supone una mejora respecto a 2009, cuando los chavales consiguieron alcohol en el 76 % de los intentos.

Venta alcohol menores

En supermercados, tanto como en bazares y tiendas de conveniencia

La impresión de que son los bazares y las llamadas “tiendas de conveniencia” con horario extendido donde más fácil se puede obtener no se confirma totalmente. Es cierto que el 70 % de estos establecimientos lo expidieron, aunque hubo excepciones:

  • En los supermercados. Los menores consiguieron alcohol en una de cada dos visitas (un 53 %). En total, hubo 15 supermercados (de los 20 visitados) que lo vendieron al menos en una de las visitas sin poner ningún obstáculo. En Madrid y Barcelona los menores obtuvieron alcohol en el 25% de las visitas. En Valencia, lo consiguieron en 5 de cada 8 visitas (se negó un Consum por la noche y un Mercadona en ambos intentos). En Bilbao, la situación fue similar: lo negaron Simply, Dia y Eroski solo en una de las visitas. Y en Sevilla se dio la permisividad más alarmante, ya que los menores consiguieron alcohol en 7 de los 8 intentos y en los 4 supermercados visitados: Dia, Cash Fresh, Más y Mercadona).
  • En bazares y tiendas de conveniencia. Estos establecimientos vendieron alcohol a menores en casi el 60% de las visitas y en 24 de las 35 tiendas visitadas. Este grupo incluye bazares, frecuentemente regentados por ciudadanos extranjeros y otros comercios con horarios extendidos. En estos últimos la tolerancia es muy alta, pues todos ellos vendieron alcohol a menores sin impedimentos. En cambio, llama la atención que ninguno de los bazares de Barcelona lo hizo, y en Bilbao solo uno de cada cuatro.
  • Restaurantes de comida rápida. Los menores que pidieron cerveza en estos establecimientos pudieron tomarla en el 60% de las visitas y en 13 de los 20 restaurantes visitados. En Sevilla es donde resulta más fácil: fue posible en 6 de los 8 intentos: un Burger King lo negó en ambos turnos, pero otro y dos McDonalds lo vendieron a mediodía y por la noche. En Bilbao ocurrió en la misma proporción. En Madrid sirvieron cerveza el 63% de las veces: las negativas fueron en un kebab, un Burger King y un Pans. Barcelona y Valencia fueron más restrictivas, y solo lo ofrecieron en 3 y 4 visitas respectivamente de las 8 que se realizaron en cada ciudad a este tipo de establecimiento.

 

que beben los menores Más fácil la cerveza que el ron

Hemos encontrado, por ejemplo, supermercados que vendieron el alcohol a mediodía, pero no por la noche, como un Dia o un La Despensa en Madrid o Lidl y Mercadona en Barcelona. Lo mismo observamos en Bilbao, donde un Eroski se negó a vender el ron por la noche, pero despachó la cerveza a mediodía. En total, 9 supermercados de 20 (un 45 % de ellos) vendieron la cerveza a mediodía, y en cambio se negaron a despachar el ron por la noche.

En los restaurantes de comida rápida, tampoco observamos una política común a toda una cadena: por ejemplo, de seis Burger King visitados, hubo tres que vendieron alcohol en los dos turnos (mediodía y tarde) y tres que no lo vendieron en ningún momento.

En definitiva, un 63 % de las veces que se intentó comprar cerveza se consiguió, por un 47 % en el caso del ron, datos que suponen una notable mejora respecto a 2009 cuando fueron un 81 y un 67 % respectivamente
Nuestras peticiones contra el consumo de alcohol
  1. No hay ingesta segura. En el caso del alcohol, el consumo por menores de edad debe ser evitado por completo, no solo por sus consecuencias inmediatas (embriaguez, comas etílicos), sino porque perjudica su desarrollo y porque el contacto temprano con una sustancia hace más probable que se genere una adicción, es decir, que ese adolescente termine siendo un alcohólico.
  2. Dificultar el acceso, eliminar la publicidad y controlar los precios. Para acabar con esta situación hay que provocar un verdadero cambio social, similar a lo que ha ocurrido con el tabaco. Hay medidas eficaces para evitar el abuso de sustancias: dificultar el acceso, limitar la publicidad y controlar la política de precios. Si los adolescentes españoles abusan del alcohol es porque les resulta demasiado fácil y barato conseguirlo.
  3. Un proyecto de ley por desarrollar. En noviembre de 2016, la actual Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, anunció que preparaban un proyecto de ley para prevenir y reducir el consumo de alcohol en menores de edad. OCU está pendiente de conocer los detalles, pues el anteproyecto todavía ni siquiera se ha presentado. Esperamos que corra mejor suerte que el proyecto con este mismo objetivo lanzado en 2006, que fue retirado por la presión del lobby del alcohol y la falta de apoyo de la oposición. Consideramos que este tipo de medidas son absolutamente necesarias y positivas.