Elige la mejor base para tu colchón
Si ya has decidido el tipo de colchón que quieres, solo te falta una buena base para complementarlo. Salvo algunas pautas básicas, la elección de una u otra base es cuestión de gustos. Te contamos las opciones.
Algunos colchones se entienden mejor con determinadas bases: por ejemplo, a los colchones de látex les van bien las bases que les permiten airearse bien, como las de láminas. Y viceversa: algunas bases obligan a decantarse por determinados colchones: por ejemplo, si necesitas una base articulada, te hará falta un colchón flexible.
En el mercado, encontrarás tres tipos diferentes de bases:
- Somier de láminas: está hecho con tablas separadas entre sí, montadas sobre un marco y a menudo recubiertas por algún material plástico. Su calidad depende de la fortaleza y elasticidad de la madera con la que se hayan fabricado o del material alternativo empleado (por ejemplo, fibra de vidrio). Los somieres de láminas son comunes, no demasiado caros y aptos para cualquier tipo de colchón. Se trata de una base bastante común, que no resulta cara. Una de sus mayores ventajas es que permiten una buena ventilación del colchón.
- Tabla tapizada: es un panel duro de madera, aglomerado u otro material, con un tapizado de mayor o menor grosor, adecuado sobre todo para los colchones de muelles y para los de espuma. Algunos modelos sirven a la vez de base para el colchón y de tapa para un arcón en el que almacenar cosas. Los fabricantes desaconsejan este tipo de base los colchones de látex. Los precios de las tablas tapizadas pueden ser muy variados.
- Somier de muelles. :Es una base más especial, que permite un colchón más simple. Es una opción a la que con frecuencia se recurre en hoteles, por ejemplo. Pueden ser de varios tipos, pero todos tienen en común que ofrecen una excelente ventilación.
Algunos colchones se entienden mejor con determinadas bases: por ejemplo, a los colchones de látex les van bien las bases que les permiten airearse bien, como las de láminas. Y viceversa: algunas bases obligan a decantarse por determinados colchones: por ejemplo, si necesitas una base articulada, te hará falta un colchón flexible.
En el mercado, encontrarás tres tipos diferentes de bases:
- Somier de láminas: está hecho con tablas separadas entre sí, montadas sobre un marco y a menudo recubiertas por algún material plástico. Su calidad depende de la fortaleza y elasticidad de la madera con la que se hayan fabricado o del material alternativo empleado (por ejemplo, fibra de vidrio). Los somieres de láminas son comunes, no demasiado caros y aptos para cualquier tipo de colchón. Se trata de una base bastante común, que no resulta cara. Una de sus mayores ventajas es que permiten una buena ventilación del colchón.
- Tabla tapizada: es un panel duro de madera, aglomerado u otro material, con un tapizado de mayor o menor grosor, adecuado sobre todo para los colchones de muelles y para los de espuma. Algunos modelos sirven a la vez de base para el colchón y de tapa para un arcón en el que almacenar cosas. Los fabricantes desaconsejan este tipo de base los colchones de látex. Los precios de las tablas tapizadas pueden ser muy variados.
- Somier de muelles. :Es una base más especial, que permite un colchón más simple. Es una opción a la que con frecuencia se recurre en hoteles, por ejemplo. Pueden ser de varios tipos, pero todos tienen en común que ofrecen una excelente ventilación.